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Noticia
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'Colombia tiene instituciones fuertes que trascienden a las personas que ocupan cargos de poder'
El magistrado Luis Antonio Hernández Barbosa finaliza esta semana su labor en la Corte Suprema.
Luis Hernández, magistrado Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Foto: Crédito: CEET Fotógrafo:
El magistrado Luis Antonio Hernández Barbosa, nacido en Facatativá en abril de 1960, finaliza esta semana su recorrido de 8 años por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
En entrevista con EL TIEMPO, el abogado con más de 41 años de trayectoria, habló de su paso por el alto tribunal, de las lecciones aprendidas y de lo que hará tras salir de la corporación. Además, hizo un diagnóstico de la situación actual del país y de las instituciones.
Magistrado, usted llega a la Corte y a los pocos meses estalla el llamado caso del ‘cartel de la Toga’, ¿Qué lecciones dejó ese caso?
Aunque se trató de un momento difícil en la vida institucional de la Corte Suprema de Justicia, se enfrentó con mucha valentía y determinación. La propia Corte de inmediato abordó la investigación contra el entonces senador Musa Besaile y expidió copias para investigación penal contra un magistrado en ejercicio y varios exmagistrados involucrados en los actos de corrupción denunciados. En ningún momento se intentó ocultar la situación ni proteger a personas comprometidas en esos hechos vergonzosos. Actuar de esa manera fue definitivo en la superación de esa crisis institucional.
El excongresista asistió a audiencias este jueves y viernes, 6 y 7 de febrero. Foto:JEP.
Ese episodio hizo que llovieran fuertes críticas contra la Corte…
Fue un caso que lamentablemente ocurrió. Se enfrentaron esas circunstancias y quedaron muchas lecciones. La Corte, como ha pasado otras veces ante desafíos inesperados, obró con responsabilidad y carácter. No evadió el problema. Lo discutió y adoptó decisiones cruciales. Modificó su reglamento interno y ello permitió suspender en el ejercicio del cargo a uno de sus magistrados. Algo así no ha pasado en ninguna otra Corte ante hechos parecidos. Creo que ello aplacó las críticas justas que se hicieron y detuvo la pérdida de legitimidad. Destaco, igualmente, la relación transparente de la Corte con los medios de comunicación en el marco del caso contra el Senador Besaile, que es donde por primera vez declaró bajo juramento el ex fiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno. Se habló rutinariamente con los periodistas y, sin desconocer la reserva del sumario, se les informó rutinariamente lo que estaba pasando y se aclararon sus inquietudes. Se contrarrestó así la posibilidad de utilización de la prensa para tergiversar la verdad.
Magistrado, su presidencia coincidió cuando el país estaba saliendo de la emergencia sanitaria por la Covid-19, ¿Qué aprendió la justicia de esa pandemia?
Me parece que se revolucionó el uso de tecnología de la información y eso fue bueno. La pandemia presionó una serie de inversiones necesarias que se asumieron y que en otras condiciones hubieran tomado mucho tiempo. Quedó, sin embargo, el hábito del trabajo virtual y muchos funcionarios ya no quieren regresar a sus oficinas. Creo que es el momento de hacer un alto y reflexionar acerca de si esa es la mejor manera para tramitar todos los casos judiciales. Ojalá la Corte Constitucional, en la sentencia de control de constitucionalidad de la reforma a la justicia de 2021, aporte claridad al respecto.
Porque, por ejemplo, en los juicios penales, donde se practican las pruebas, se advierten dificultades y deficiencias, y hasta reducción de algunas garantías, que no se presentan o son más fáciles de superar cuando esos juicios tienen lugar en una sala de audiencias, ante un juez, de manera presencial.
El gobierno está proyectando una reforma a la justicia, ¿Qué incluiría usted en esa reforma?
La Corte Suprema de Justicia participa en la comisión que conformó el gobierno para diseñar una reforma a la justicia y ha planteado como urgente, en materia penal, derogar las prohibiciones de preacuerdos y negociaciones en determinados casos. La incorporación de esas prohibiciones en diferentes épocas por parte del Congreso, tiene colapsado el sistema penal. Los arreglos que permiten sentencias anticipadas son una válvula de escape necesaria y, si se sella, la congestión no tiene remedio posible. En líneas generales, me parece que es una reforma de pocos artículos con unas consecuencias inmediatas muy impactantes y positivas.
Néstor Osuna, Minjusticia, lidera las comisiones de la reforma a la justicia. Foto:Presidencia
¿Cree que la independencia judicial está en peligro en este momento?
No creo. No encuentro ninguna evidencia para sostener esa idea. La justicia sigue actuando con total autonomía e independencia. Los jueces colombianos son jueces de carácter y tienen la tradición de actuar con responsabilidad, ponderación y siempre con la claridad de pertenecer a un poder independiente, con funciones propias y separadas de las de las otras ramas del poder público, con las que existe colaboración armónica para la realización de los fines del Estado.
Teniendo su amplia carrera judicial, ¿Cuál es el diagnóstico actual que hace del país?
Colombia tiene instituciones muy fuertes y trascienden a las personas que transitoriamente ocupan cargos de poder en el Estado. No encuentro en el actual debate político del país, candente como de regular ha sido en todas las épocas, circunstancias que pongan en riesgo su estabilidad institucional. Siempre hemos sabido tramitar nuestras dificultades y diferencias a través de los cauces institucionales y advierto que es lo que está sucediendo y lo que tiene que seguir pasando.
Palacio de Justicia, sede de las altas Cortes. Foto:EL TIEMPO
¿Su paso por la Corte hizo que cambiaran algunos pensamientos que había adquirido a lo largo de su carrera?
A medida que pasan los años, eso es normal, es posible cambiar la opinión sobre algunos temas y eso explica que una Corte, en un momento dado, varíe su jurisprudencia. Pero en lo fundamental, en relación con los principios y valores que debemos respetar y defender los jueces, con la claridad de que nos rige un sistema democrático y el deber de mantenerlo, son ideas con las que se llega a la magistratura y se fortalecen con el paso del tiempo. Siempre las he tenido muy consolidadas y eso nunca cambió.
Magistrado, a principios de la semana pasada se presentó un caso en Medellín que abrió el debate relacionado con la extradición o con la petición de extradición a Estados Unidos de personas que hayan cometido algún delito en Colombia, ¿Cree usted que existe un vacío en ese mecanismo debido a que es casi imposible que se materialice esa extradición?
La extradición es un mecanismo de cooperación judicial entre los países. Colombia y Estados Unidos lo practican. Y el hecho de que sea muy difícil encontrar ejemplos de solicitudes de extradición de Colombia a los Estados Unidos relacionadas con estadounidenses, para examinar qué pasó en esos casos, no puede llevar a omitir el deber de solicitar a Estados Unidos la extradición de un nacional suyo que cometió delitos en Colombia y fue a refugiarse a los Estados Unidos. Si en este caso, o en cualquier otro, Colombia presenta la solicitud de entrega debidamente, con los soportes adecuados, y Estados Unidos no autoriza la extradición, incumpliendo así el deber de reciprocidad que rige en materia de extradición, Colombia debería revisar el tema. Sería cuestionable esta herramienta de colaboración judicial si solo Colombia extradita a sus nacionales y Estados Unidos no.
El estadounidense fue dejado en libertad y abandonó el país. Foto:Redes sociales
Doctor, ¿A qué se va a dedicar a su salida de la Corte?
Voy a ejercer mi profesión y seguiré dictando clases en algunas universidades, donde lo vengo haciendo en los últimos años.
¿Extrañará la Corte?
La Corte fue una gran finalización de mi carrera. Me voy muy contento de terminar de esta manera, con la satisfacción del deber cumplido y sin nostalgia. Por supuesto que la recordaré, cómo no hacerlo si allí he estado casi 28 años. Pero no la añoraré. Me gusta mucho la emoción de los comienzos. Mirar al futuro.
¿Qué mensaje le deja a los magistrados que continúan con sus labores en la Corte?
Sólo expresarles a las magistradas y magistrados, buenas personas y juristas, mi iración y respeto, convencido de que seguirán cumpliendo con rigor su deber. No tengo ninguna duda de que mantendrán al alza la buena imagen institucional que tocó rehacer tras el duro golpe de 2017. Ninguna duda tampoco de que a través del cumplimiento de sus competencias la Corte, como ha sido siempre, seguirá contribuyendo en lo que le toca al mantenimiento del equilibrio institucional.