Menos de una semana después de que el Tribunal de Bogotá anuló la primera condena en su contra, el juzgado 11 penal de conocimiento de Bogotá profirió la segunda condena, en otro expediente, contra el empresario Carlos Mattos por el soborno a funcionarios judiciales para que lo favorecieran con decisiones.
En este caso Mattos fue condenado a 94 meses (7,8 años) de cárcel, no obstante, como él había aceptado cargos, su pena fue rebajada a 70 meses de prisión (5,8 años) por el delito de cohecho.
Esta segunda condena incluye una multa de 175 salarios mínimos mensuales y una inhabilidad para ejercer cargos públicos de 142 meses; pero por la rebaja de pena, estas sanciones quedaron en multa de 131 salarios mínimos mensuales y 108 meses de inhabilidad.
El juez no le concedió la casa por cárcel ni aceptó su petición de ser traslado desde la cárcel de Cómbita, Boyacá, en donde actualmente se encuentra, a una unidad militar en Atlántico.
Como la defensa del empresario apeló esta decisión, el caso pasará a revisión del Tribunal Superior de Bogotá, corporación que hace unos días anuló la primera condena que se habría proferido contra Mattos de 9 años de cárcel al considerar que las leyes establecen que para acceder a la rebaja de la pena por allanamiento, la persona debe reintegrar por lo menos el 50 por ciento del valor equivalente al incremento patrimonial injustificado que habría obtenido producto de cometer un delito, y asegurar el recaudo del dinero remanente.
Al anular ese primer fallo el Tribunal dijo que Mattos "repartió dinero corrompiendo funcionarios y empleados judiciales con el propósito de hacer más próspera su empresa", por lo que "pudo haber obtenido un incremento patrimonial como consecuencia de la medida cautelar decretada por el juez corrupto, porque así mantuvo la exclusividad en la comercialización de los vehículos de la casa automotriz Hyundai".
Los hechos por los que fue condenado
Mattos fue investigado por hechos de corrupción que comenzaron en 2016, luego de que en septiembre de 2015 la casa matriz en Corea rompió relaciones con la empresa de Mattos para distribuir carros Hyundai.
A raíz de ello, en febrero de 2016, Carlos Mattos demandó por competencia desleal y en ese proceso pagó a funcionarios judiciales para que lo beneficiaran con una medida cautelar para frenar la decisión de la multinacional y que su empresa siguiera vendiendo los carros.
Por esas situaciones Mattos fue llevado a juicio por dos procesos. El empresario, quien fue extraditado a Colombia en 2021 tras haber estado prófugo en España, aceptó cargos en ambos expedientes tras una fallida negociación de preacuerdos.
En abril pasado, Mattos pagó una indemnización de un millón de dólares a la rama judicial, que fue reconocida como víctima en el proceso.
Lea otras notas de Justicia