El ABC del proceso contra Álvaro Uribe: ¿qué alcance tiene su retiro de la audiencia y la tutela que pondrá su defensa?

El abogado Jaime Granados, defensor principal del expresidente Álvaro Uribe, acudirá este jueves hacia las 8 de la mañana al Tribunal de Bogotá para interponer una tutela con la que a través de una medida cautelar busca frenar la audiencia preparatoria que empezará a esa misma hora en contra de su cliente.

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La cita está prevista en el Juzgado 44 de Conocimiento de Bogotá, a cargo de la juez Sandra Liliana Heredia, quien en la diligencia virtual del miércoles le negó a Granados la posibilidad de aplazarla por siete días -hasta el 8 de octubre- para terminar de revisar unas pruebas que le había otorgado hace pocas horas la Corte Suprema de Justicia. 

Específicamente, el penalista se refirió a un computador y celular incautados a Juan Guillermo Monsalve, testigo estrella del caso preso en la cárcel La Picota. Ese fue el punto de discordia que llevó a Granados a hablar de una tutela y al expresidente acusado a retirarse de la audiencia. "Estoy condenado sin pruebas, no me permiten pruebas", dijo antes de desconectarse de la cita por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal.

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El argumento que Granados le expuso a la juez es que debido a que tuvo poco tiempo para hacerle un peritaje a esos elementos, requería de siete días más para ello. "Íbamos a hacer en esta audiencia nuestro descubrimiento, pero ¿cómo vamos a hacer un descubrimiento si no nos permiten conocer lo que hay de cargo?", expresó.

Eso lo apoyó Bladimir Cuadro, procurador del caso. Sin embargo, la directora del despacho negó de entrada tal petición, argumentando que desde el 12 de septiembre la Fiscalía puso a disposición de la defensa una copia espejo en la que él podía basar su intervención este miércoles, por lo que necesariamente no tenía que acudir a la de la Corte para arrancar su exposición.

"Yo no puedo suspender una audiencia para rogarle al defensor que cumpla con sus deberes y que haga el descubrimiento probatorio cuando él textualmente lo dijo que no lo haría. He sido garantista, le otorgué el término para que él conociera esa transliteración, cuando no se conocía la copia espejo. Él mismo lo dijo, la conoce desde el 12 de septiembre, dijo la juez. A la postura de ella se sumaron el abogado Reinaldo Villalba, vocero de las víctimas del proceso, y la fiscal Marlenne Orjuela.

La retirada del expresidente marca un hito en este proceso que lleva seis años abiertos, y que nació en la Corte Suprema, cuando él era senador por el Centro Democrático. Esto debido a que el procesado siempre ha buscado estar conectado en las diligencias en su contra, y aunque la palabra mayoritariamente la ha tenido su defensa técnica, a veces ha participado de las citas. 

"El examen es importante para definir la estrategia, a mí me parece muy grave, señora juez, que me dejen sin pruebas. Aquí hay un antecedente y lo conoce la Fiscalía. Aquí en un cotejo de dispositivos de grabación y de copias entregadas a la Corte Suprema hay unas discrepancias muy graves y nos da a nosotros el derecho a verificar si esto se repite o no se repite, entre la copia espejo, el computador y el teléfono de Juan Guillermo Monsalve", indicó Uribe.

EL TIEMPO consultó a expertos para hablar de los alcances de su retirada de la audiencia. El presidente del Colegio de Abogados Penalistas, Francisco Bernate, adviertió que "este es un caso donde vemos lo que muchas veces ocurre en la práctica judicial colombiana so pretexto de una eficiencia de que las audiencias se hagan y el caso marche, pues terminan desconociendo unas garantías".

Y añadió que "en este caso las pruebas de la Fiscalía eran muchísimas, la defensa logró obtenerlas todas, pero obviamente le asiste el derecho de presentar también sus pruebas. Y para eso tenía que analizar esto y vemos cómo, en este caso, cualquier petición que haga un defensor para que se le dé tiempo para estudiar el caso, siempre es considerada maniobra dilatoria".

Por su parte, el penalista Diego Suárez subrayó que por la retirada de la audiencia "no hay ningún problema. Estando en libertad, como es el caso de Álvaro Uribe, no hay ningún inconveniente. Él puede no asistir a ninguna de las audiencias que quedan, y no va a pasar absolutamente nada".

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De hecho, la misma juez indicó que si el el exjefe de Estado quería desconectarse era su decisión y no se lo podía negar, "como no se encuentra privado de la libertad su presencia no es requisito de validez".

Por otro lado, en la audiencia del miércoles, la defensa del expresidente habló de un recurso de queja contra la juez debido a su negativa de aplazar, después de nulidad del proceso y posteriormente, Granados anunció una tutela en una rueda de prensa citada en la sede del Centro Democrático en Bogotá. Esa acción contiene una medida cautelar con la que busca que se conceda el plazo requerido, y que de fondo se protejan los derechos de su cliente. Si prospera, no solo tendrán más tiempo para hacer el peritaje anunciado, sino que la justicia les daría la razón en el pedido de aplazamiento valiendo el principio de igualdad de armas.

Con la renuncia de Álvaro Uribe al Congreso, hace un par de años el expediente pasó a la Fiscalía, que en dos oportunidades -bajo la istración del exfiscal Francisco Barbosa- pidió precluir el caso al encontrar que no había conductas ilegales de Uribe. El ente acusador tiene como tesis principal -este año sí encontró méritos y por eso lo acusó- es que en 2018 el expresidente instruyó a su abogado Diego Cadena para que buscara testimonios de presos y exparamilitares que lo favorecieran. A cambio, les ofrecían beneficios judiciales, es el caso de Juan Guillermo Monsalve y Carlos Enrique Vélez, testigos en este evento.

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A la par, Diego Cadena responde en juicio por los mismos hechos, y en ambos procesos hay conversaciones que documentó la Corte Suprema -cuando tenía el caso- en las que se escucha a los dos hablando de esas visitas. Para Uribe, él solo buscaba que se supiera la verdad, y no estaba detrás de dádivas; pero para las víctimas acreditadas -entre las que se destaca el senador Iván Cepeda- está todo dado para que responda en un juicio oral, que sería histórico en la era reciente de Colombia, pues nunca un exjefe de Estado se ha sentado en el banquillo de los acusados enfrentándose a una pena.

Con esos elementos sobre la mesa, la