El director de la plataforma Colombia Compra Eficiente (CCE), Juan David Duque, confirmó a EL TIEMPO que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) recolectó documentos que presentaron los proponentes de la licitación pública que se acaba de adjudicar para el almacenamiento, ensamble y distribución de los 730.000 refrigerios escolares para los niños de los colegios del Distrito en el 2018.
Se sabe que la SIC quiere cruzar toda la información que desde hace varios meses tiene en sus manos con la que llegó a través de esta licitación. Las pesquisas apuntan a comparar la información y ver si hay relaciones, igualdades o coincidencias que le permitan avanzar en la investigación que se adelanta en relación con el presunto cartel de los alimentos señalados de imponer el precio del refrigerio escolar; todo esto, antes del nuevo modelo de contratación de alimentos que adoptó la actual istración.
En total se presentaron 15 firmas, de las cuales se seleccionaron siete, en un proceso que al Distrito le vale, para los próximos 24 meses, 177.000 millones de pesos. Para evitar que fueran empresas de papel, la plataforma CCE con su grupo de evaluación visitó las 15 firmas y descartó ocho empresas por diferentes circunstancias. Toda esa información la analiza la SIC.
Precisamente fue la forma como se contrata en la actualidad la alimentación de los niños en Bogotá la que ayudó a develar las presuntas irregularidades del pasado.
Se espera que los entes territoriales en todo el país, sacudido por escándalos de posible corrupción con los alimentos de los infantes, asuman un modelo de licitación pública similar el implementado por la Secretaria de Educación del Distrito, de la mano de CCE.
De hecho, la semana pasada, el PAE de Bogotá fue reconocido en Holanda por la Alianza Internacional para las Contrataciones Abiertas como modelo de transparencia por su voluntad de innovar y ser pionero en las compras públicas.
Por su parte, la secretaria de Educación, María Victoria Angulo, que lidera ese modelo, dijo que esto que está pasando “es una alerta para tener los ojos abiertos en esa y en todas las direcciones porque el mercado de la alimentación apenas comienza a trasegar por el camino de la transparencia”.
EL TIEMPO