Las banderas y desafíos que anunció Gregorio Eljach para la Procuraduría tras ganar en el Senado

En una elección que estaba cantada desde hace un par de semanas, con 95 votos a favor (de 103) el pleno del Senado eligió el miércoles a Gregorio Eljach procurador general de la Nación en reemplazo de Margarita Cabello, quien termina su periodo en enero de 2025.

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La aplanadora en el Legislativo se dio luego de una hábil jugada del presidente Gustavo Petro, quien sabiendo que Luis Felipe Henao y Germán Varón Cotrino habían sido elegidos por el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia, respectivamente, en la Casa de Nariño, el 18 de septiembre, le ofreció a Eljach ser su ternado.

Con esos tres nombres, la carrera por liderar el órgano de control empezó con reuniones con diversos sectores políticos, que poco a poco fueron decantando su voto hacia Eljach. Muestra de ello fueron los tempranos apoyos de partidos tradicionales como el Conservador y el Liberal, así como de la bancada de gobierno, el Pacto Histórico. El resultado de esos acuerdos se reflejó en la votación, en la que Henao sacó tres votos y Varón Cotrino se llevó dos. En blanco se marcaron tres.

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Ya electo, en su intervención ante la plenaria, Eljach –que ganó en el recinto que ha sido su casa por 12 años, pues viene de ser el secretario general del Senado–, empezó por agradecerle al presidente Petro “por su gesto democrático” de postular su nombre. Luego pasó a resaltar que su compromiso es con la institucionalidad, lo cual “involucra volcar a la Procuraduría en la lucha contra la corrupción”. También indicó que su elección es el resultado de grandes diferencias, por lo que invitó a que fuerzas políticas y sociales reflexionen para lograr acuerdos en temas claves.

Uno de los aspectos relevantes ante los que el electo procurador deberá marcar una postura será el poder disciplinario de la Procuraduría sobre los electos por voto popular. En ese sentido, dijo que está convencido de que existen caminos jurídicos para armonizar los mandatos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) con las normas colombianas. La Corte Constitucional ya ha avanzado en ese camino, protegiendo con su sentencia C-030 tanto los derechos de los investigados como la necesidad del país de ejercer control real sobre los funcionarios públicos.

La jornada que lo dejó como ganador duró alrededor de tres horas. Se instaló sobre las 9:50 de la mañana, y el primero de los candidatos en llegar fue Henao, le siguió Varón y después arribó Eljach. En ese mismo orden tomaron la palabra para intervenir ante sus electores, a quienes la Procuraduría se encarga de disciplinar cuando cometen faltas.

Los tres coincidieron en que si votaban por ellos, iban a estar del lado de la institucionalidad y ciñéndose a la carta política. Henao dijo que se necesitan entidades que hagan valorar los pesos y contrapesos, y que “la Procuraduría debe tener un papel fundamental en el respeto de la Constitución, trabajando de la mano del Congreso y la justicia”. Además, agregó que quien quedara elegido tenía que garantizar no ser el último procurador.

Por su parte, Varón afirmó que la institucionalidad debe estar orientada contra la corrupción, instó a mantener las funciones disciplinarias del órgano y dijo que entre entidades estatales “debe haber una colaboración armónica, una autonomía e independencia”.

Analistas consultados por EL TIEMPO se suscribieron a que la procuraduría de Eljach debe tener solidez para alertar preventivamente los problemas del país. Además, dar garantías de independencia política, más teniendo en cuenta que el que lo ternó fue el jefe del Estado, quien ha atacado la función del Ministerio Público de disciplinar a electos por voto, refiriéndose a que un ente istrativo no puede arrebatar los derechos políticos, algo que dicta un fallo de la Corte IDH.

El exprocurador general Carlos Gustavo Arrieta dijo que paralelo al debate sobre las funciones para disciplinar, “el mayor problema jurídico que tiene el país es el hecho de que esté siendo objeto de un ataque o constreñimiento por la facultad de sus poderes”, por lo que aseveró que Eljach debe hacer una defensa por la naturaleza de su cargo. “Para hacer eso se requiere un valor muy especial, porque implica total autonomía”, señaló.

Para Arrieta, la defensa de sus facultades no solo debe centrarse en el aspecto disciplinario, sino también en su “facultad político-preventiva, que implica tomar posiciones sobre ciertas controversias nacionales, en lo que atañe con la defensa de la institucionalidad”. Y enfatizó que debe hacerse con más fuerza con ataques sobre otras instituciones.

De otro lado, el exconsejero de Estado Carlos Zambrano declaró que el principal reto tiene que ver con fortalecer la gestión de la entidad, “para efectos de justificar una vez más su necesidad de existencia, porque hay campos en los cuales tanto la Constitución como la ley prevén su participación, pero la Procuraduría poco hace al respecto”. Lo anterior, sostiene, “con mayor razón ahora que soplan fuertes vientos en el Gobierno Nacional en el sentido de querer terminar con ella”.

Además de defender la existencia de la entidad, el exprocurador delegado Juan Carlos Novoa resaltó que el nuevo jefe del Ministerio Público deberá “luchar contra la corrupción con independencia y con inmediatez, y tener un papel activo y determinante en las políticas del Ejecutivo”.

Otra de las tareas que tiene pendiente la Procuraduría es adelantar su concurso de méritos atendiendo a la orden que dio el Consejo de Estado de suplir 2.776 vacantes en niveles de asesor, ejecutivo, profesional, istrativo y operativo. Como cierre, Gregorio Eljach culminó con que buscará diálogo y concertación entre distintos sectores.

Carlos López - Redacción Justicia - @CarlosL49 - [email protected]