La Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de Antioquia concluyó, al analizar una apelación presentada por el mayor Juan Carlos Meneses, considerado el mayor testigo del caso de 'Los 12 apóstoles', que éste sí puede pedir la libertad provisional en el marco de la
Jurisdicción Especial de Paz si cumple con los trámites istrativos que se requieren.
Aunque el tribunal dejó en firme la decisión del juzgado que negó la solicitud de Meneses, precisó que el mayor no puede pedir la sustitución de la medida de aseguramiento privativa de la libertad que pesa en su contra, pero sí la libertad transitoria, condicionada y anticipada prevista en la ley del 2016.
"El procesado solicita la revocatoria de la medida de aseguramiento de detención preventiva que le fuera impuesta en el trámite de su proceso penal, tal figura es inaplicable en garantía del principio de simetría que gobierna la Jurisdicción Especial de Paz y que traduce en el tratamiento equitativo, equilibrado y simultáneo que debe dársele a los de las Farc y a los Agentes del Estado", se lee en el fallo.
En todo caso, señala que por ahora Meneses no puede acceder a la libertad provisional porque debe llevar a cabo, primero, el procedimiento istrativo ante la secretaría ejecutiva de la JEP que es la suscripción del acta de compromiso para el sometimiento ante la jurisdicción especial.
El mayor retirado de la Policía se entregó en enero del 2014 a las autoridades en Cúcuta luego de que fuera emitida una orden de captura en su contra por el homicidio del conductor de bus Camilo Barrientos en Yarumal (Antioquia) el 25 de febrero de 1994.
El entonces comandante de la Policía en Yarumal habría participado en el homicidio junto con otros de la Policía y, de acuerdo con la misma declaración de Meneses, con la colaboración de Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe.
Según la acusación de la Fiscalía contra Meneses, él y el agente Alexánder de Jesús Amaya Vargas recibieron a Barrientos y otros ciudadanos en el comando de la Policía y les aseguraron que los protegerían, para “después ellos mismos proceder a eliminarlo y finalmente acudir a este para tomarle fotografías y después presumir de su perversa capacidad de asesinar”.
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