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Niño Guerrero: él es el jefe del Tren de Aragua que operaba en cárcel con bar y piscina
Su prontuario criminal empezó hace 23 años. Interpol lo busca con circular roja.
Venezuela ofrece recompensa por El Niño Guerrero Foto: Cortesía
Han sido pocas las personas que han entrado a la cárcel de Tocorón a 140 kilómetros del suroeste de Caracas, en Venezuela, pero todas las versiones coinciden en que dentro del penal la vida se siente como en un hotel de lujo.
Esto si se deja de un lado a los hombres armados que se movilizan en motos de alto cilindraje dentro del centro penitenciario, que hasta hace algunos días era la base de operaciones de "Niño Guerrero": el máximo cabecilla del temido Tren de Aragua.
Su paradero es incierto. En la frontera venezolana, tropas del Ejército y de la Policía intentan evitar su salida del país; mientras que una circular roja de la Interpol ya fue puesta en circulación para que las autoridades de 194 naciones enciendan sus alertas ante la posible llegada del peligroso delincuente.
Reconstruir su prontuario es remontarse a los 23 años de vida criminal que le han dado a Héctor Guerrero Flores la experiencia para convertirse en el máximo jefe de la organización trasnacional que desde hace varios años ha ganado fuerza en la operación de delitos en varios países de Latinoamérica, incluyendo a Colombia.
Héctor Guerreo, alias 'Niño Guerrero', presunto cabecilla del Tren de Aragua Foto:Archivo particular Ronna Risquez
Su camino como delincuente comenzó en un barrio del estado de Aragua, en donde Guerrero fue acusado de disparar contra un policía que falleció debido a los impactos de bala.
Sin embargo, en cuestión de meses, su hoja de vida criminal ya estaba marcada con los delitos de tráfico de drogas, homicidio y robo.
En 2010 pisó por primera vez las celdas de un penal. Justamente el mismo del que se fugó el pasado 20 de septiembre.
Pero esta no fue la primera vez que el temido cabecilla sale por su cuenta de un penal que, supuestamente, tiene uno de los bloques de seguridad más robustos de Venezuela. Guerrero ya se había fugado de Tocorón en 2012 cuando salió caminando por la puerta principal sin que nadie levantara sospechas.
Solo fue hasta 2013 cuando las autoridades venezolanas lograron recapturarlo mientras que movía por llanuras de ese país en un vehículo con placas falsas y una identidad que no era la suya.
Fue devuelto a Tocorón e hizo de ese lugar un centro de operaciones para coordinar a más de 4.000 delincuentes que zozobran a poblaciones de varios países de Latinoamérica como Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Chile, Ecuador y Panamá.
La cárcel contaba con restaurantes, piscinas, discotecas , parques infantiles y demás atracciones. Foto:EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ
La discoteca Tokio, el restaurante La Sazón del Hampa y el zoológico con jaguares, pumas y avestruces
Las fotos que se conocen del "Niño Guerrero" son contadas dentro de las pruebas que han reunido las autoridades para dar con su paradero. De hecho, los registros obtenidos de años atrás ya no serían tan verídicos para establecer cómo luce el delincuente en la actualidad.
Se dice que al interior del penal había una regla: cuando Guerrero salía de su piso privado, ninguno de los otros reos podía tener un celular en su mano.
Alrededor, hombres en motocicletas de alto cilindraje y armados con un arsenal de guerra protegían la integridad del máximo cabecilla. Lo acompañaban a las piscinas, bares, discotecas, tiendas o hasta el zoológico con jaguares, pumas y avestruces que había dentro de prisión venezolana.
Discoteca en la cárcel Foto:X: @gregory_nucleo
Se traba de una ciudadela para delincuentes que pagaban una cuota de extorsión para poder gozar de los privilegios que ofrecía la cárcel dominada por el jefe del Tren de Aragua.
Sin embargo, quienes no se sometieran a esta cuota de extorsión, que podía alcanzar los 15 dólares semanales, estaban destinados a recibir tiros en sus manos, tobillos o, en el peor de los casos, a quedar decapitados.
Tocorón se había convertido en el centro de operaciones para coordinar extorsiones, secuestros, robos, sicariatos y hasta trata de blancas en siete países de América Latina.
Era una torre de control que movía la temida red trasnacional, de la que ahora se desconoce el paradero de su máximo cabecilla.
En el lugar vivían unas 300 familias que construyeron sus propias viviendas. Las de mejor estado erán del Tren de Aragua. Foto:EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ
El plan de fuga de Guerrero
Para las autoridades venezolanas aún es difícil establecer cómo los cientos de reclusos que se fugaron del penal lograron vencer a 11.000 militares y policías que entraron al fuerte con el objetivo de trasladar a Guerrero a otra cárcel.
El Gobierno aseguró que solo había 1500 reclusos, aunque organizaciones estiman unos 5mil. Los presos fueron trasladados a otros penales. Foto:EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ
Túneles de escape habrían sido clave para que los delincuentes huyeran del lugar y se cargaran consigo las armas que tenían dentro de la prisión. Se habla de salidas hacia el Lago de Valencia y una laguna entre los estados de Aragua y Carabobo.
También se dice que algunos de los reos podrían estar escondidos en las montañas aledañas al penal.
En lo que compete al "Niño Guerrero", las autoridades colombianas ya han encendido las alarmas para evitar a toda costa el ingreso del peligroso delincuente al país, en el que su organización trasnacional ya ha ganado bastante fuerza.
Sandra Patricia Hernández, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, señaló en rueda de prensa que las autoridades ya trabajan en conjunto con la Interpol para establecer si el hombre se encuentra en territorio colombiano.
Por su cercanía, Colombia es de las hipótesis que más cobran fuerza. Hasta el momento, solamente en Chile se ha descartado la presencia del criminal.