Así avanza Colombia en términos de equidad, inclusión y diversidad

Entre 2020 y 2021 1,4 millones de personas salieron de condición de pobreza monetaria, lo que significa que, durante el año pasado, el 39,3% de los colombianos se encontraba en condición de pobreza monetaria, esto es 3,2 puntos porcentuales menos frente a 2020, el año en que llegó al país la pandemia, cuando fue 42,5%.

A pesar de los estragos causados por la llegada del Covid-19 en 2020, el año pasado estuvo enmarcado por la reactivación económica en el país, que se ha visto reflejada en las cifras de crecimiento económico (el PIB creció 10.6% en todo el año), así como en los niveles de empleo, donde se lograron recuperar cerca de 1.5 millones de los 2.3 millones de empleos perdidos durante la pandemia.

No obstante, de acuerdo con la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), la recuperación del empleo se ha concentrado en el segmento por cuenta propia, que se caracteriza por ser de menor calidad e ingresos más bajos, además de dejar atrás a mujeres y jóvenes, los más afectados por la crisis laboral.

Cabe resaltar que la ciudad con menor porcentaje de pobreza monetaria extrema en 2021 fue Ibagué, con 4,9%; seguida de Medellín y su área metropolitana, con 5,1%. La ciudad con mayor incidencia de pobreza monetaria extrema en 2021 fue Quibdó, con 30,4%; seguida de Riohacha con 27,5%.

Uno de los principales retos es alcanzar la igualdad laboral. La brecha de género en 2022 se mantiene con una diferencia de 6,2 puntos porcentuales en materia de desempleo de las mujeres comparadas con los hombres.

De acuerdo con la encuesta de pulso social del Dane, los hombres a febrero de 2022 tenían una tasa de desempleo de 10,3% mientras que en las mujeres esa cifra fue del 16,5%.

Teniendo en cuenta lo anterior, en Colombia, cerca de 9 millones de mujeres hacen parte del mercado laboral, en su gran mayoría trabajando en los sectores de comercio, hoteles, restaurantes y servicios personales, sociales y comunales.

Desde el sector privado, la caja de compensación Compensar, por medio de su Agencia de Empleo y Fomento Empresarial, ha realizado el acompañamiento a 27.151 mujeres para lograr vincularlas en diferentes campos laborales.

“La dificultad y el encarecimiento de los servicios de guardería, la falta de redes de apoyo y contar con jardines cerca al hogar o a los lugares de trabajo hacen que las mujeres decidan renunciar a su trabajo, a sus estudios o trabajar de manera informal. Hoy debemos hacer un llamado a las empresas para ser conscientes de esta situación y brindar oportunidades para que cada vez las mujeres tengan más a sus ofertas laborales”, indicó Jaime Angarita, psicólogo orientador laboral de Compensar.

El Consejo de Empresas Americanas (CEA), trabaja con empresas afiliadas para disminuir las brechas en materia de inclusión. Para esto, cuenta con el apoyo de la Alta Consejería para la Discapacidad, Ministerio de trabajo, entre otras entidades gubernamentales, y ONGs.

Según, Korn Ferry, consultora organizacional y afiliada al CEA, el talento es un pilar primordial, ya que cada vez la fuerza de trabajo es más diversa, y eso es lo que hoy diferencia a las organizaciones. Gracias a un estudio hecho por la consultora, junto a otras entidades, cuando las empresas son diversas, se obtiene:

- Un 70% de mayor crecimiento, es decir, se capturan nuevos mercados.

- Un 33% más de rentabilidad

- Un 87% de impacto en el desempeño del negocio

- Un 19% más de ingresos en innovación.

De acuerdo con la entidad, la manera cómo se hacen negocios hoy, es distinta y tener empresas diversas permite un impacto directo en la reputación, la marca, mejora la competitividad y la atracción de talento.

Recientemente, el Gobierno aprobó la política de estado para la equidad de las mujeres, a través de un documento Conpes, que es ahora la hoja de ruta a 2030 y que contará con seis ejes temáticos, 25 líneas de acción y 211 acciones lideradas por 39 entidades.

De hecho, por primera vez se proyectan recursos por $47,9 billones para la Política de Equidad de Género para las mujeres. De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), de esos recursos, $15,2 billones corresponden a las proyecciones para la financiación de las 211 acciones que hacen parte del Plan de Acción. A lo cual se suman recursos adicionales por alrededor de $32 billones, provenientes de otros programas que tienen especial impacto en las mujeres.

La política pública plantea una apuesta para mejorar las condiciones de vida y las oportunidades de las mujeres en Colombia desde seis ejes de acción, los cuales son: autonomía económica de las mujeres en condiciones de equidad; avance hacia la paridad y una mayor participación en la toma de decisiones; salud de las mujeres; prevención y atención integral de las violencias contra las mujeres; impulso de su liderazgo en la construcción de paz, y, finalmente, el fortalecimiento institucional para el logro de estos objetivos.

En el marco de cada eje, existe un apartado específico con las acciones que responden a las situaciones y necesidades de las mujeres rurales, pues gran parte de esta hoja de ruta se centra en ellas como agentes de transformación y desarrollo.

Por su parte, la directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alejandra Botero Barco, explicó que en Colombia y, según cifras del censo, “las mujeres representamos el 51,2% de la población nacional, es decir 22,6 millones, de las cuales 5,7 millones habitan en la ruralidad. Por consiguiente, este Conpes centra parte de sus acciones en las mujeres que viven en la Colombia rural”.

Así mismo, la consejera Gheidy Gallo Santos, agregó que la principal apuesta “gira en torno del eje de autonomía económica como puerta habilitadora hacia los demás derechos de las mujeres. El empoderamiento económico es un antídoto para las violencias basadas en género, facilita y posibilita el liderazgo social de las mujeres para que sean agentes constructores de paz en sus territorios, promueve su participación en escenarios políticos y económicos”.

Los programas de Gobierno y las políticas internas del sector privado en pro de cerrar la brecha de género, aportan al cumplimiento de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente el número cinco que se refiere a la equidad de género.