El plan maestro para disminuir la contaminación de los canales y ríos

A través de un equipo de cámaras de circuito cerrado de televisión, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá recorre las tuberías de agua pluvial de la ciudad para identificar las conexiones erradas que llevan aguas residuales a los cuerpos de agua, como ríos, humedales y canales de la ciudad. Si durante el monitoreo se detecta agua con características del sistema de alcantarillado sanitario, es decir con residuos sólidos y de color distinto, significa que podría existir una conexión errada que deberá ser eliminada.

Como parte de una batalla contra la contaminación, la EAAB avanza en la puesta en marcha del Plan de Identificación y Corrección de Conexiones Erradas, con el cual busca detectar y eliminar las conexiones de la red sanitaria que llegan a la red de alcantarillado pluvial, las cuales llevan una alta carga de materia orgánica a los cuerpos de agua. La inversión para este plan supera los 110.000 millones de pesos.

A la fecha, ya son más de 7.905 puntos de Bogotá donde se han separado las aguas lluvias de las aguas residuales, con el fin de que estas sean direccionadas a los intersectores que comunican con las plantas de tratamiento y así disminuir la descarga de contaminantes en las cuencas, para reducir el nivel de residuos, evitar el taponamiento en las redes, mitigar el riesgo de inundaciones y mejorar la infraestructura de drenaje y evacuación de aguas residuales.

Entre las localidades con mayores conexiones erradas identificadas y erradicadas están San Cristóbal, Bosa, Kennedy, Engativá y Suba.

Durante la anterior istración Distrital, 1.761 conexiones erradas fueron eliminadas. Sin embargo, en esta Alcaldía el aumento en la erradicación de dichas conexiones erróneas ha sido de un 300 por ciento, al cuadruplicar la meta llegando a más de 7.905, demostrando su apuesta por el cuidado de los cuerpos de agua en la ciudad.

“Luego de la intervención hacemos el lavado de tuberías y debemos seguir con el monitoreo para asegurarnos que con la nueva red sí estemos separando los dos servicios. Al final, con la oportuna intervención buscamos mejorar la calidad del agua que llega al río Bogotá”, concluyó Santa López.

La forma en la que se identifica alguna conexión errada en una vivienda, o alguna industria o establecimiento es a través de tres pasos:

1. Aplicar tinte o anilina: en cada uno de los puntos sanitarios (lavaplatos, lavamanos, sanitarios y duchas, entre otros).

2. Revisar en la caja de inspección externa si salió el agua con la anilina.

3. Verificar en el pozo pluvial más cercano la salida de agua con la anilina.

En los últimos cuatro años la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) ha sembrado más de 55.000 árboles en lo que ha llamado ‘Bosques Azules’ (ver nota anexa), debido a que en esas zonas hay una protección del agua integral.

La empresa señala que, luego de hacer el diagnóstico de las 36.000 hectáreas que tiene a su cargo encontraron que el 10 por ciento necesitan ser restauradas.

“Esa es una gran apuesta y está enmarcado en la política de acción climática Bogotá 2050. Lo que queremos que la gente sepa es que la empresa del Acueducto no solo tiene infraestructura gris, sino que también desarrolla infraestructura verde, llevamos años trabajando en la conservación de seso suelos, tan es así que el 90 por ciento ha estado cuidado y protegido en las zonas abastecedoras principalmente”, explica Octavio Augusto Reyes, gerente Corporativo Ambiental de la EAAB.

La empresa además indica que ya está adelantando el proceso para la contratación de la restauración de 15 hectáreas más, lo que significa también la siembra de 43.000 árboles que se sumarían a los ‘Bosques Azules’, contribuyendo así a la mitigación de las afectaciones del cambio climático, además de garantizar la protección del agua.

Este año, en el Día del Árbol, el 29 de abril, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) sembró el árbol número 55.000, en el marco de la estrategia de ‘Bosques Azules’, con la que busca la recuperación y protección de las cuencas hídricas de la ciudad, reverdeciendo los alrededores de sus principales ríos.

La protección del agua, sumado al garantizar las condiciones asociadas a los microclimas, son dos de los objetivos de las siembras con las que se logra ofrecer alimento y albergue para las especies propias de los ecosistemas distritales, lo que aumenta la oferta ambiental para las comunidades. La inversión en las tareas de siembra, para este cuatrienio, ha sido superior a los 13.000 millones de pesos, que también incluyen actividades de mantenimiento y conservación.

Octavio Augusto Reyes, gerente Corporativo Ambiental de la EAAB, señala que esta apuesta, “está asociada a la conservación de coberturas vegetales, la protección del agua y la mitigación del cambio climático que son necesarias en Bogotá”. Entre las muchas especies plantadas están el tradicional Yarumo, el Duraznillo, Espino, Eugenia, Feijoa, Jazmín de la china, Laurel de cera y de cera menuda, Mangle de tierra fría, Mano de oso, Mortiño y Nogal.