Se debe facilitar la entrada oportuna de proyectos de generación y transmisión: Andesco

Tanto el sector eléctrico como el de gas requieren inversiones en confiabilidad para cubrir la demanda sin demora. En el caso del sector eléctrico en 3-4 años y en el de gas en unos 3. Sin embargo, estas inversiones toman tiempo en planear, financiar, desarrollar y ejecutar.

Así lo explica Fernando Barrera Rey, consultor internacional, quien afirma que un campo de gas puede requerir entre 6 y 7 años y una planta térmica unos 3 o 4 años. En el mejor de los casos –agrega– una terminal de importación se puede hacer en 2 o 3 años (en Alemania tardaron un poco más de un año) y una renovable tardaría el mismo tiempo.

En eso concuerda Tomás González Estrada, director del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE), al señalar que en energía los ciclos de los proyectos son largos y que dependiendo del sector pueden durar fácilmente una década o más en desarrollarse.

“Las decisiones para sacarlos adelante no dan espera ante los déficits que estamos viendo en energía eléctrica y gas que se avecinan en los próximos años. Estamos muy apretados. Un ejemplo es la subasta reciente en que no conseguimos la energía eléctrica que necesitamos para el 2027-28”, precisa el exministro de Minas y Energía.

Por su parte, Kathrine Simancas Akle, directora de las cámaras de Energía y Gas en Andesco, indica que desde este gremio han participado activamente en iniciativas para aumentar la oferta de energía, entendiendo la importancia de añadir capacidad de generación de energía eléctrica y producción de gas natural para asegurar precios eficientes y garantizar el abastecimiento.

Así mismo, revela que la subasta de asignación de Obligaciones de Energía Firme (OEF), del Cargo por Confiabilidad (CxC), realizada en febrero de este año para el periodo 2027-2028, reveló un déficit de 14 GWh-día en comparación con la demanda proyectada por la UPME, lo que subraya la necesidad de definir lineamientos de política y mecanismos regulatorios que permitan incrementar la oferta energética.

Por esta razón, dice que el Ministro de Minas y Energía anunció que: “Estamos preparando varias subastas. Una será de reconfiguración para cubrir el déficit que hace falta de la última subasta de cargo por confiabilidad”. Sin embargo, advierte que aún no se tienen pautas, ni cronogramas al respecto, lo cual alerta sobre el riesgo de déficit de energía en el mediano plazo.

“Además, aunque en la subasta de febrero se adjudicaron 4489 MW adicionales, con un 98.9% de fuentes fotovoltaicas, es fundamental diversificar las tecnologías para asegurar la confiabilidad del sistema, por lo que se requiere un alto nivel de articulación y compromiso de las entidades gubernamentales y del sector eléctrico para acompañar los proyectos adjudicados y evitar la alta tasa de proyectos FNCER no materializados, garantizando así un suministro de energía estable y eficiente para los s”, subraya la directiva.

De la misma manera, afirma que desde Andesco consideran muy importante facilitar la entrada oportuna de proyectos tanto de generación como de transmisión para asegurar su conexión a la red mediante gestiones ágiles y el levantamiento de barreras, con el apoyo de las entidades en aspectos como licencias ambientales, consultas previas y seguridad.

Sobre las acciones clave que se están adelantando para brindar un servicio de energía estable y confiable en el país, para Tomás González las inversiones se están tratando de hacer, pero asegura que lo que pasa es que esto no depende solo de las empresas. “El Gobierno tiene que poner los permisos y la regulación, y las comunidades—junto con las empresas— la construcción de confianza para poder hacer los proyectos. Estos últimos son los que más dificultades han causado: que el Gobierno se la juegue decididamente por los proyectos, pues si no hacemos un frente común va a ser imposible”, alerta el Director del CREE.

A su turno, Fernando Barrera considera que todavía son muy pocas. Además, cree que las subastas de confiabilidad no cubrieron la demanda objetivo y se hicieron con plantas solares sin contratos que, visto lo visto, han corrido con mayor suerte en su desarrollo que las eólicas por ser más baratas de desarrollar y estar más cerca de la demanda.

Para él, Colombia es un país de muy bajo consumo energético per cápita y que no se conocen casos de desarrollo sin mayor consumo energético, por lo que estima necesario un crecimiento de la demanda de energía eficiente y limpia.

“La demanda viene creciendo a un mayor ritmo del que se esperaba, pero también es cierto que la UPME tras la pandemia se ha vuelto muy conservadora con sus previsiones. El tema es lo que viene; existen muchos usos energéticos que pueden ser electrificados en la transición energética, además de la alta demanda de energía de los hiperescaladores, grandes proveedores de servicios en la nube, que se están localizando en lugares con alta producción renovable y del aumento de temperaturas. Así que no está pasando mucho, pero existe la perspectiva y el deseo que aumenten a mayores tasas que las históricas”, anota Barrera.

Y agrega que: “Ahora vamos a intentar subastas para eólica costa afuera que es una tecnología más costosa y con problemas de desarrollo desconocidos en las cuales Europa que nos lleva una ventaja de 20 años de experiencia, y está comenzando ahora en el Mar del Norte donde el recurso eólico costa afuera es impresionante. En gas no tenemos nada y es donde la necesidad es mayor”, advierte el consultor internacional.

Justamente, con respecto al servicio de Gas Natural, Kathrine Simancas Akle asegura que el Gobierno Nacional ha manifestado que no quieren llevar a cabo las políticas de exploración y explotación de hidrocarburos, lo cual afecta las perspectivas de abastecimiento a largo plazo.

Añade que con el Plan de Abastecimiento de Gas Natural que elabora la UPME ha quedado en claro que tendremos déficit al interior de país para finales del presente año y en todo el país para el 2026. De hecho, se requiere conocer si la demanda podrá disponer de las cantidades de gas que quedarán liberadas con contratos que vencen pronto.

Y que, por otro lado, el informe de recursos y reservas que realiza la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) mostró que para el 2023 hubo una disminución de las reservas probadas a 6,1 años, cuando previamente se tenía en 7,2. En ese sentido, se han visto implementadas algunas acciones, no obstante, coincide en que es fundamental ampliar la oferta de Gas Natural en el país. Se deben contemplar todas las alternativas de fuentes posibles, nacional e importado, tanto onshore como offshore, y asegurar la infraestructura de transporte necesaria.

A todo este panorama se suma otro tema importante y es el nombramiento en propiedad y con dedicación exclusiva de todos los seis cargos de expertos comisionados de la CREG, un hecho que proporciona certeza y respaldo técnico en la definición de reglas sectoriales.

Finalmente, acerca de lo que están haciendo las entidades gubernamentales y el sector eléctrico para articularse y acompañar los distintos proyectos FNCER (Fuentes No Convencionales de Energía Renovable), Barrera Rey dice que los ministerios de Energía y Medio Ambiente se han comenzado a involucrar de manera importante, como lo demuestra el trabajo realizado en la obtención de la licencia ambiental de La Colectora.

“También considero que la iniciativa de comunidades energéticas que acerca la transición energética al es fundamental para que se genere aceptabilidad a las inversiones. En esa línea, deberíamos comenzar a trabajar en iniciativas en microrredes, pero debemos hacerlo de manera inteligente, dando incentivos claros a los participantes. El sector está lleno de malas experiencias involucrando comunidades en los que sobraron las buenas intenciones y los malos resultados”, señala el experto.

Adicionalmente, considera que Colombia, como otros países de la región, necesita de una creciente inversión en infraestructura, por sus necesidades de desarrollo y por la transición energética, tanto en el sector eléctrico como en minería si se quieren aprovechar las oportunidades que los minerales de la transición brindan.

Por su parte, el Director del Centro Regional de Estudios de Energía asevera que están tratando de encontrar soluciones para sacar adelante los proyectos pero, desafortunadamente, siente que hay mucha prevención frente al sector privado.

“Esto ha hecho que problemas que en condiciones normales son difíciles de resolver se hagan mucho más difíciles todavía. Hace poco la Directora del gremio de renovables dijo que casi la mitad de los proyectos FNCER tenían problemas de permisos. Sin proyectos no puede haber suministro de energía ni transición energética”, recalca González.