La Inteligencia Artificial (IA) y la Realidad Aumentada (RA) han hecho que los avances en materia médica sean cada vez más asombrosos en diferentes aspectos que permiten aumentar la precisión diagnóstica y mejorar la toma de decisión terapéuticas para obtener desenlaces clínicos que favorezcan a los pacientes.
Cifras de la plataforma global de datos e inteligencia de negocios Statista prevén que el mercado de atención de la salud basada en IA alcance los 187.000 millones de dólares en 2030, una cifra que evidencia los cambios que se presentarán en la manera como instituciones médicas, fabricantes de equipos, proveedores, farmacéuticas y la industria en general afrontarán sus respectivas labores en los próximos años.
De acuerdo con IBM, “los algoritmos de IA y otras aplicaciones impulsadas por Inteligencia Artificial se utilizan para ayudar a los profesionales médicos en entornos clínicos y en investigaciones en curso. Actualmente, las funciones más comunes de la IA en entornos médicos son el apoyo a la toma de decisiones clínicas y el análisis de imágenes”.
La compañía también señala que la IA “ya está desempeñando un papel destacado en el área de imágenes médicas. La investigación ha indicado que la Inteligencia Artificial impulsada por redes neuronales artificiales puede ser tan eficaz como los radiólogos humanos para detectar signos de cáncer de mama y otras afecciones.
IBM explica que, además de ayudar a los médicos a detectar los primeros signos de la enfermedad, la IA “también puede ayudar a que la cantidad de imágenes médicas que los médicos deben controlar sea más manejable al detectar partes vitales del historial de un paciente y presentarles las imágenes relevantes”.
En este caso, la empresa destaca que las herramientas de Inteligencia Artificial se están utilizando “para analizar tomografías computarizadas, rayos X, resonancias magnéticas y otras imágenes en busca de lesiones u otros hallazgos que un radiólogo humano podría pasar por alto”.
En lo que respecta a la Realidad Aumentada, esta tecnología permite entrenar médicos y personal de salud mediante simulaciones inmersivas y durante las intervenciones quirúrgicas puede superponer imágenes médicas que le permiten al cirujano tener un panorama más preciso del procedimiento.
Otra de sus aplicaciones consiste en el apoyo que ofrece para la colocación de elementos como ‘stents’ o la inserción de catéteres. En ambos casos, la RA permite entregar, en tiempo real, una guía para su adecuada y más cómoda implementación en los pacientes.
Más salud con Inteligencia Artificial
Luis Carlos Alvarado, médico y coordinador del programa de morfofisiología integrada de la Universidad El bosque, afirma que “el diagnóstico y el seguimiento de las enfermedades agudas y crónicas se facilita mediante la IA al generar alertas y notificaciones autonómicas tanto al paciente como al equipo sanitario ante la presencia de desviaciones de los parámetros de control establecidos, mejorando significativamente los tiempos de respuesta del equipo sanitario para implementar una intervención clínica”.
Según este médico, las principales ventajas de la IA y la RA para mejorar los desenlaces en salud consisten en:
La posibilidad de sintetizar gran cantidad de información en pocos segundos, obteniendo los datos con mayor evidencia científica a disposición para la toma de decisiones en salud.
La disponibilidad del recurso de manera continua.
Mejor toma de decisiones en salud ante eventos clínicos complejos donde existen dilemas éticos.
Relación estrecha con los pacientes al disponer de más herramientas para explicar las enfermedades en curso.
“Las áreas de la salud en las que se está implementado IA incluyen la radiología, en donde permite el análisis de imágenes diagnósticas para un diagnóstico imagenológico más exacto; la cirugía robótica, permitiendo aumentar la cobertura sanitaria al realizar procedimiento quirúrgicos mínimamente invasivos con escasa supervisión humana en territorios con escasa disponibilidad de personal calificado; la gestión de datos en historia clínica digital y la organización y de la información, y la educación y la formación médica mediante herramientas que ayudan en las prácticas y la interacción con modelos anatómicos tridimensionales dentro de un espacio controlado y seguro”, afirma Alvarado.
Formación precisa y sin errores
Los casos de uso de la IA aplicada a equipos médicos se cuentan ya por miles. Eso incluye la generación de imágenes para diagnóstico, la cirugía digital, la secuencia genómica, la patología digital y el seguimiento y el control de pacientes.
Así mismo, estas tecnologías tienen hoy un fuerte impacto en la educación y la formación de los actuales y futuros profesionales de la salud.
Lady León, especialista en gerencia de ingeniería hospitalaria de Bioart, manifiesta que la interacción y el apoyo visual en tiempo real implementados en equipos médicos pueden ayudar y revolucionar también el intercambio global de prácticas de expertos con diversas audiencias, ya sea estudiantes o, incluso, entre colegas, y facilita la educación y la capacitación de doctores y especialistas.
“Tuvimos una pandemia que retrasó muchos procesos de enseñanza y de capacitación. Todas estas tecnologías relacionadas con IA y RA han hecho posibles esos entrenamientos y ‘workshops’ para evitar que los profesionales de la salud se retrasen. Eso en lo académico”, manifiesta León.
Por otra parte, las nuevas tecnologías permiten el intercambio de asesoría de apoyo por parte de diferentes especialistas, la ubicación geográfica y el desarrollo de soluciones para procedimientos complejos.
“La IA y la RA permiten tener mayores posibilidades de éxito en los procedimientos reales y en los resultados para el paciente, que al final es lo más importante. Eso conlleva importantes ventajas como un servicio óptimo o la generación de imágenes diagnósticas más precisas, lo que permite que el momento real, como una cirugía, por ejemplo, sea más eficiente gracias a un conocimiento previo y en el momento”, destaca Lady León.
Entonces, la implementación de estas tecnologías en los equipos médicos y los diferentes campos de acción propios de la salud tienen el principal objetivo de darles a los pacientes una mayor seguridad antes, durante y después de sus tratamientos, y hacer más capaces a los especialistas en la atención a las personas que acuden a sus servicios.