La Sergio Arboleda crea instituto para preservar sus principios fundacionales

Con el ánimo de que el humanismo cristiano, pilar fundacional de la Sergio Arboleda, se articule con todas las áreas, la universidad presentará en los próximos días el Instituto de Ciencias Morales y Artes Liberales.

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Con el nuevo organismo se buscar enlazar este pilar para proyectarlo y fomentarlo en todas las actividades académicas de la Universidad, tales como la investigación científica, la divulgación cultural, las mallas curriculares de pregrado y de posgrado, los programas de formación continuada, la consultoría externa y los planes de formación profesoral.

“Es decir, se busca promover la formación, el acompañamiento, la orientación y la asistencia permanente de todos los de la comunidad académica en el enfoque humanista distintivo de la Universidad, y desarrollar investigación científica y divulgación cultural en Ciencias Morales y Artes Liberales”, explica Camilo Noguera Pardo, director del Instituto.

Noguera Pardo, quien también fue la cabeza de UsaHUMANITAS y del Centro para el Desarrollo Humano Integral (CEPADHI), que trazaron el camino que llevó a crear este nuevo Instituto, cuenta que si bien muchas de las actividades que se propone unificar eran desarrolladas por varias dependencias, estas no estaban centralizadas, tal y como ahora se pretende hacer con el instituto “para fomentar, aún más, la formación integral que resulta del o temprano e ininterrumpido con las humanidades, consigna esencial de la Sergio Arboleda”.

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En este sentido, el Instituto de Ciencias Morales y Artes liberales tendrá como funciones asociadas: velar por el respeto, la divulgación y la dignidad de las humanidades dentro y fuera de la universidad; conceptuar sobre la inclusión curricular de las humanidades en todos los programas académicos; generar estrategias de promoción de las humanidades en las tres funciones misionales de la universidad (formación, investigación y extensión); proponer y desarrollar proyectos de educación continua, consultoría e investigación; proponer proyectos bibliográficos, editoriales y de generación de contenidos textuales y multimedia, y liderar actividades de promoción cultural en favor de las humanidades.

Para el director, en la constante renovación que deben hacer las instituciones para conseguir la vigencia de su calidad, la Sergio Arboleda funda este instituto, “con la convicción de proteger, como un cristal, el humanismo cristiano que la inspiró y desarrollarlo y entrelazarlo con las necesidades formativas que implica la educación y con las necesidades del país. Para esto, el instituto desplegará una serie de acciones internas y externas que se informarán a la comunidad sergista”.

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Dentro de las acciones a las que se refiere, hay cuatro concretas con las que comenzará el Instituto. La primera es hacer un examen de los currículos de pregrado y de posgrado, respecto de los créditos en humanidades, para lo cual se buscará incluir más créditos en esta área (latín, griego, filosofía, literatura, historia, música), que sean transversales a todos los programas académicos de la universidad. La segunda busca diseñar un plan de formación profesoral, que consista en un recorrido por la historia de la universidad, el humanismo cristiano y el fomento e importancia de las humanidades en la formación integral y su planificación pedagógica y didáctica. La tercera acción está enfocada en hacer alianzas estratégicas con institutos, centros culturales, colegios y universidades, en aras de crear experiencias de aprendizaje y ofrecer a futuros estudiantes una plantilla de profesores internacionales. La última es desarrollar un ambicioso proyecto de publicaciones que profundice en humanidades, desde una pluralidad de enfoques.

“Si resumiéramos todo esto en un caso práctico —dice Noguera Pardo—, se busca que la experiencia de los alumnos y docentes de esta casa de estudios esté llena de lecturas literarias, filosóficas, prácticas de latín y griego, pero también de conversatorios con los docentes, concursos de ensayos, obras de teatro y, en suma, el a un portafolio cultural amplio que esté en constante renovación, y el privilegio de recibir clases, no solo de los profesores de la Universidad, sino, además, de profesores de algunas de las mejores universidades del mundo con las que el instituto está adelantando alianzas estratégicas”.

Noguera Pardo, quien habla con orgullo y con todo el conocimiento que le da estar vinculado a esta universidad desde hace más de 15 años, primero como estudiante de derecho y filosofía, y luego como docente y como director de distintos proyectos, cuenta con una extensa experiencia docente y altos conocimientos en diferentes áreas, adquiridos a través de diversos estudios realizados en universidades del mundo. Entre otras titulaciones, es posdoctor en Derecho y Nuevas tecnologías de la Universidad Reggio Emilia (Italia); en Bioética, Salud Pública y Sustentabilidad Global de American University of Sovereign Nations (EE. UU.), y en Bioética de la Universidad El Bosque (Colombia); doctor en Bioética de la Universidad El Bosque y magíster y especialista en Docencia e Investigación Universitaria de la Universidad Sergio Arboleda.

Aunque el Instituto es parte de la Universidad y sus beneficiarios más inmediatos serán los docentes y alumnos de la Sergio, el instituto aspira poder ofrecer un servicio a la ciudadanía, por medio de una oferta cultural y académica abierta a todo aquel que pueda interesar.

“La Sergio Arboleda es más que una institución educativa. Es una manera de vivir y, por consiguiente, es un proyecto humano que hace toda una apuesta antropológica, social y cultural; un proyecto con una identidad conservadora y cristiana, fundado por dos hombres ilustres (Álvaro Gómez Hurtado y Rodrigo Noguera Laborde), cuyos legados son suficientes testimonios de erudición y de probidad; proyecto, en fin, que insiste en ofrecer una formación integral anclada en la cultura humanística, como esplendor intelectual, y en los valores cristianos, como horizonte moral”, concluye Noguera Pardo.