El camino hacia la transición energética ya es una realidad global de la que ningún país debería poder apartarse si su objetivo es contribuir a reducir los efectos del cambio climático y el suministro de un servicio de energía sostenible.
Así, desde hace varios años, lo han venido entendiendo y adoptando diferentes gobiernos, organizaciones e industrias alrededor del mundo y Colombia no ha sido la excepción.
Un claro ejemplo de eso es EPM que, tanto en su casa matriz como en las filiales del grupo empresarial, ha destinado recursos significativos en innovación y uso de tecnologías de punta con el fin de impulsar la transformación energética para mejorar los servicios al ciudadano en los frentes de energías renovables, movilidad sostenible e hidrógeno.
Para lograrlo, EPM vienen fortaleciendo su canasta energética, “la generación hidroeléctrica es y seguirá siendo clave, al igual que los ciclos combinados de gas natural; dos tecnologías que permiten producir electricidad a bajo costo, con un impacto ambiental menor y bajas emisiones, que garantizan la confiabilidad del suministro y respaldan la incorporación masiva de fuentes de generación limpia, como son los parques eólicos y las granjas solares como Tepuy, el primero de los proyectos solares fotovoltaicos que EPM desarrolla en La Dorada (Caldas), el cual con sus casi 200.000 es solares generará 83 MW de energía limpia y renovable”.
Lo anterior, también hace parte de los retos que se tienen como país en esa línea, consignados –por ejemplo– en el Plan Energético Nacional 2050 y otros, además de los compromisos adquiridos en el ámbito mundial, como la Conferencia sobre el Cambio Climático de París (COP21) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Adicionalmente, EPM cuenta con su ‘Estrategia Climática al año 2030’, por medio de la cual “busca tener negocios resilientes y carbono eficientes, considerando la variable climática en los análisis y decisiones del grupo EPM para contribuir a su sostenibilidad y competitividad, minimizando su vulnerabilidad ante los riesgos climáticos y garantizando su continuidad, con operaciones bajas en emisiones de gases efecto invernadero (GEI), en cada una de las regiones donde ofrece sus servicios”.
Al respecto, recientemente, Darío Amar Flórez, vicepresidente ejecutivo de Nuevos Negocios, Innovación y Tecnología de EPM, ofreció una conferencia a proveedores y contratistas de la empresa, en la cual se refirió en los avances, los retos y las acciones que debe seguir el Grupo en materia de transición energética.
Actores de esa transición
Teniendo en cuenta que la compañía impacta a cerca de 9 millones de hogares –lo que se puede traducir a unos 36 millones de s desde México hasta Chile– que pueden disfrutar de servicios de calidad y de un portafolio de nuevas soluciones en movilidad y almacenamiento, donde el directivo hizo referencia al desafío en el mundo de los servicios públicos y que es eso precisamente lo que ha llevado a la organización a desarrollos relevantes como el primer parque eólico del país (Jepirachi), las cuatro unidades que ya hoy están en operación en Hidroituango y Tepuy, un parque solar.
Pero, así mismo, llamó la atención sobre el hecho de que en ese proceso es determinante el concurso y la participación de diferentes actores. Por un lado están las empresas generadoras de energía, comprometidas con la producción limpia, a partir de fuentes renovables, pero que a la vez mantengan el equilibrio entre ser competitivas y que descarbonicen o contaminen menos o nada el planeta.
En esa ecuación también entran las compañías y las personas que les apuesten a la implementación de estas alternativas energéticas en sus oficinas y hogares (por ejemplo con los es solares). Esta triada la completan los gobiernos, pues son quienes deben facilitar la importación de los es, al igual que las subastas y las reglas de mercado.
Y es que esto no solo está pasando en Colombia, sino que las empresas más grandes del mundo, entre las que están las petroleras y las mineras, están transformando sus portafolios y moviendo los negocios hacia una producción con bajas emisiones contaminantes, las fuentes de energía renovables, la descarbonización, el hidrógeno y la movilidad sostenible, es decir, avanzan hacia la transición energética. Los competidores del futuro van a ser no solo las petroleras sino los fabricantes de vehículos.
“Los servicios públicos del futuro van a tener estos componentes: en el mundo se va a aprovechar la tecnología para llevarlos al mercado de una forma más eficiente, más competitiva y que contaminen menos. También se avanza hacia los vehículos eléctricos, por lo que ahora debemos aprender de movilidad eléctrica, cargadores eléctricos, generación distribuida, transformadores, postes, etcétera. El objetivo de EPM es seguir atendiendo las necesidades de sus clientes y mejorarles la oferta de valor con información y servicios digitales.
A esto ya se están sumando las ‘comunidades energéticas’, que por medio de tecnología de punta en renovables permiten instalar y compartir la inversión y los gastos de operación como los es solares, como sucede en Medellín, en el barrio El Salvador, donde 24 familias disfrutan de este servicio, con el respaldo de la red de EPM, lo que se convierte en una apuesta muy probable de lo que vaya a pasar en los estratos bajos y medios en Colombia.”, explicó Amar Flórez.
Y agregó que EPM tiene una decidida apuesta por continuar creciendo en este mercado, y por eso lanzó una empresa dedicada a renovables y que tiene la misión de construir 1.000 megavatios en los próximos años, lo que les permitirá comenzar con algunos proyectos en Centroamérica, pero a su vez también evaluar algunos proyectos en Colombia.
“EPM tiene más de 4 mil megavatios de generación, una canasta energética muy verde, con un proyecto solar en construcción que se llama Tepuy, gracias a todo eso, les ofrecemos a nuestros clientes una producción muy verde”, resaltó el ejecutivo.
A lo anterior, se une la estrategia que hay alrededor del hidrógeno, que permite producirlo, almacenarlo y utilizarlo cuando los precios de la energía estén muy altos, aparte de poder ser uno de los primeros servicios públicos con importantes posibilidades de exportación, y en ese sentido EPM tiene el objetivo de participar en el mercado a nivel mundial, exportando amoníaco e hidrógeno hacia los países que tienen una apuesta muy decidida en volverse verdes.
Así, dentro de su modelo evolutivo y en el horizonte 2030, EPM plantea prestar servicios públicos de futuro como aplicar el hidrógeno verde en la movilidad sostenible.
MÁS CONTENIDO*. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO con el auspicio de EPM.