¿Por qué la educación es una herramienta de progreso social?

El 24 de enero se conmemoró el Día Internacional de la Educación, establecido desde 2018 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); una jornada para reflexionar sobre los desafíos cambiantes que enfrenta la educación, tanto a nivel local como global, abordando temas como cobertura, calidad, deserción, automatización, inclusión, financiamiento y desconexión entre la oferta y demanda laboral.

En Colombia, según el Ministerio de Educación, cinco de cada diez estudiantes que logran ingresar a la educación superior se retiran y/o no terminan sus estudios, lo que equivale a un nivel de deserción del 8,02%, y en carreras técnicas y tecnológicas la cifra aumenta a un 13,39%. Por otro lado, de acuerdo con el Departamento istrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de desocupación de las mujeres que completan la educación universitaria es del 10,7% y la de los hombres del 8,8%; en educación media incrementa a 15,7% en mujeres y a 10% en hombres, respectivamente.

Consciente del rol de la educación como herramienta de transformación y progreso social, Compensar ha venido fortaleciendo su modelo formativo en tres frentes de acción: empresarial, individual y social, que en conjunto contemplan una oferta de programas formales e informales enfocados también en pilares de transformación social, bienestar integral y desarrollo humano, impactando a lo largo del 2024 a más de 272.800 mil personas. 

“Creemos en el valor de la educación y la posibilidad de seguir aprendiendo durante toda la vida, por eso robustecemos nuestra plataforma de bienestar integral con una oferta educativa innovadora y de calidad, diseñada para acompañar cada etapa del ciclo de vida de las personas, desde niños hasta personas mayores”, afirmó Ana Beatriz Cárdenas, gerente de Educación de Compensar.

Por un lado, el año pasado cerca de 47.600 personas de todas las edades usaron su tiempo libre de forma productiva en distintas áreas de aprendizaje de la Escuela de Capacitación de Compensar: cocina, manualidades, belleza, música, artística, sistemas, ciencia, tecnología, bienestar y armonía y desempeño escolar y profesional.

Sumado a ello, mediante su programa Enlaces, que está por completar 30 años de historia, Compensar promovió la inclusión social, el talento y la calidad de vida de más de 500 personas con discapacidad cognitiva y sus familias.

“A través de este programa trabajamos para enlazar a niños, jóvenes y adultos con discapacidad cognitiva afiliados a la Caja con un mundo lleno de oportunidades, aprendizajes y experiencias que les ayudan a crear lazos de confianza y sensibilidad hacia los demás y con ellos mismos, lo que impacta no solo en su bienestar, sino que también beneficia sus entornos familiares y sociales. Además, estimulamos la inclusión laboral de esta población, capacitando y empoderando a los participantes en la creación de sus propios emprendimientos”, explicó Cárdenas.

De igual manera, por medio de su programa Desarrollo Empresarial Integral, durante 2024 alrededor de 113.900 trabajadores impulsaron su crecimiento personal, profesional y familiar, desarrollando nuevas competencias y ejercitando habilidades como liderazgo, pensamiento crítico, empatía, etc. Y mediante la nueva línea empresarial de Diversidad e Inclusión más de 7.000 trabajadores reconocieron la diferencia como un factor de unión con miras a la innovación social y organizacional. Además, más de 37.200 personas fortalecieron sus conocimientos técnicos con los espacios de capacitación gratuitos del programa Propulsor Compensar, dirigido a empresas afiliadas.

Asimismo, alrededor de 8.500 estudiantes en promedio año se benefician del sistema de educación por ciclos propedéuticos de su Fundación Universitaria, así como de un modelo que fomenta la cooperación entre el mundo académico y el empresarial, lo que se traduce en un nivel de empleabilidad por encima de la media nacional. Además, próximamente inaugurará su nuevo campus sobre la Av. 68 en Bogotá, una sede de más de 27.000 metros cuadrados, con 15 pisos, 53 aulas y 53 laboratorios, pensada para contribuir no solo a fortalecer la educación superior sino también la educación para el trabajo, el desarrollo humano, la formación vocacional, entre otros.

A través de su programa de Atención Integral a la Primera Infancia que opera en 17 Jardines sociales en Bogotá, cuatro municipales, dos Centros de Desarrollo Infantil (CDI) en Soacha, un CDI en Girardot, así como de su programa de Acompañamiento Familiar en Soacha, más de 28.800 niños y niñas exploraron nuevos saberes y experiencias significativas favorables para su desarrollo y calidad de vida; y mediante el programa Jornada Escolar Complementaria, atendió alrededor de 29.300 niños, niñas y jóvenes de instituciones oficiales en Bogotá y Cundinamarca, con programas de aprendizaje enfocados en ciencia, tecnología, deportes, artes, oralidad, lectura y escritura.

“La educación es, sin duda, un eje crucial para la transformación social, por eso nuestro modelo formativo está presente a lo largo de todo el ciclo de vida de nuestros s, con una visión integral inspirada en la gente, en sus necesidades y expectativas, fundamentada en el servicio y mejoramiento continuo, para así aportar al bienestar integral, la productividad empresarial y la construcción de tejido social”, concluyó Ana Beatriz Cárdenas, gerente de Educación de Compensar.

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