El impacto de las empresas en la sociedad dejó de enfocarse solamente en su economía y el comercio de sus productos o servicios. A través de la Responsabilidad Social Empresarial que desarrollan algunas compañías nace la posibilidad de generar un valor agregado, que ha alcanzado a transformar positivamente y ofrecer bienestar a quienes necesitan nuevas oportunidades.
En la región Caribe colombiana se ha hecho cada vez más fuerte el compromiso de las empresas con sus comunidades en aspectos como educación, emprendimiento y desarrollo socioeconómico. Así las cosas, se adelantan proyectos que le han dado un giro al presente y al futuro de centenares de personas beneficiadas con diferentes programas de RSE.
Cultura y emprendimiento
Consolidar unidades productivas alrededor de la cultura de emprendedores rurales y capacitarlos para fomentar y apoyar el crecimiento económico local es la misión de la
Fundación Gases del Caribe, mediante su línea de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial.
Diana Santiago, directora de la fundación, explica que “a través de este programa generan y promueven modelos de intervención con un fin: mejorar los ingresos y las condiciones de vida atendidas por la empresa Gases del Caribe”.
Este modelo, detalla Santiago, ha sido probado y exitoso en proyectos de intervención integral en Chorrera, departamento del Atlántico, y está siendo replicado en nuevos proyectos como el de los artesanos alfareros en el municipio de Ponedera (Atlántico), y se enfoca en mejorar sus capacidades, la productividad, competitividad y la inserción en el mercado de los distintos productos de cada localidad.
“En total son más de 500 familias beneficiadas anualmente por medio de los proyectos de emprendimiento. Arte y Tejido, conformado por más de 150 artesanos de Chorrera,
corregimiento de Juan de Acosta en el Atlántico; Rosquitas de Chorrera, con 22 asociados del mismo corregimiento, Alfareros de Ponedera, conformado por más de ocho familias del municipio y Hagamos Región que tiene más de 70 emprendedores
inscritos en Tasajera, corregimiento de Pueblo Viejo, en el Magdalena”, agrega la directora.
Estos proyectos en Chorrera se han realizado a lo largo de los últimos 16 años, acompañando de manera integral a la población, apoyando los procesos productivos y mejorando la calidad de vida de más de 150 familias artesanas de este sector.
“Para Gases del Caribe es esencial trabajar para contribuir al desarrollo social de nuestra región y de nuestro país, apostándole a proyectos sostenibles que generen empleo y fortalezcan la educación en nuestras comunidades. Siempre estaremos
apoyando los programas que generan desarrollo, incremento de la economía y empleabilidad; por medio de nuestra Fundación”, manifestó Santiago.
Una nueva oportunidad
Durante un poco más de tres años, Junior Javier Arzuza Navarro estuvo privado de la libertad. Sin embargo, eso no fue impedimento para acceder a una nueva oportunidad que le permite ahora ser dueño de su propia panadería.
Este joven formó parte del programa ‘Libérate’ de la Fundación Finsocial, cuyo objetivo es apoyar la gestión para el fortalecimiento de los procesos de reconciliación, reinserción y resocialización para personas privadas de la libertad en los centros de reclusión del departamento del Atlántico y el Distrito de Barranquilla.
180 personas recluidas en las cárceles La Modelo, El Bosque y en el Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario de Sabanalarga han sido beneficiadas
por esta iniciativa, de acuerdo con datos entregados por la directora de la fundación, Maria Claudia García.
Como parte del programa, “nosotros identificamos y caracterizamos a la población privada de la libertad que desarrolla proyectos productivos al interior de los centros de reclusión y a su vez socializamos y los registramos en nuestros programas de formación enfocadas en el desarrollo del ser y autoconocimiento para fortalecer su autoestima”, agrega García.
Como resultado, la directora resalta que el 63 por ciento de los participantes del programa ‘Libérate’ que reportaron al inicio tener un emprendimiento activo dentro de la cárcel, lograron potenciar sus negocios con los conocimientos adquiridos al final de las tres fases.
Asimismo, el 37 por ciento de los participantes del programa que no contaban con un emprendimiento, ni se encontraban activos laboralmente dentro de la cárcel, lograron vincularse en sectores productivos como madera, panadería, artesanías y aluminio.
En un 100 por ciento, los internos que formaron parte de esta iniciativa culminaron las tres fases de aprendizaje con éxito. “En la Penitenciaría de El Bosque, el programa permitió el desarrollo de una nueva actividad productiva: cuidado personal y belleza. Hoy gracias al programa, la comunidad LGBTIQ brinda servicios de manicure, pedicure y peluquería”, puntualiza García.
Educación para el futuro
Para promover la formación de futuras generaciones, la empresa minera Cerrejón ha entregado, en los últimos 20 años, más de 11.000 auxilios y becas para apoyar el estudio universitario de sus empleados e hijos de de las comunidades en La Guajira.
Estos beneficios se han construido de la mano con los sindicatos y las comunidades y, más allá se ha ofrecido un apoyo a la educación de jóvenes a través de auxilios escolares, patrocinios y ayudas económicas para garantizar la formación de calidad e incluyente y mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias en esa zona del país.
“Cerrejón siempre ha estado apoyando a la formación educativa de sus empleados, sus hijos y del departamento. A pesar de estar pasando unos años retadores por la emergencia por covid-19, los tres meses de huelga durante 2020, la situación del mercado mundial y los bloqueos, en Cerrejón hemos mantenido nuestro compromiso con la educación universitaria como un legado para que estas futuras generaciones
puedan aportar al desarrollo de La Guajira y el país’’, afirma Juanita Bejarano, vicepresidenta de Recursos Humanos y Servicios de Cerrejón.
Dicho beneficio no tiene límite en el número de hijos y cubren en promedio más del 90 por ciento del costo de las matrículas universitarias en diferentes instituciones de todo el territorio nacional, lo cual se suma a becas y otros auxilios académicos en carreras como Medicina, Ingeniería, Derecho, istración de Empresas y Ciencias Sociales y
Humanas.
Por otro lado, Cerrejón ha entregado a de las comunidades guajiras, más de 600 auxilios y becas universitarias, dentro de la puesta en marcha de programas corporativos como las Becas Excelencia, que eligieron hasta el 2012 a los 10 mejores
estudiantes del departamento y el programa de auxilios para las comunidades reasentadas de Roche, Patilla, Chancleta, Tamaquito y Las Casitas.