Todos unidos por el medioambiente

De acuerdo con un informe dado a conocer recientemente por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Ipcc), las acciones e iniciativas que se han puesto en marcha frente a la actual coyuntura ambiental del planeta son insuficientes para alcanzar metas de sostenibilidad que garanticen la salud del planeta en el mediano y largo plazo.

Para cumplir los objetivos necesarios para mitigar estos efectos, es crucial reducir las emisiones de dióxido de carbono a nivel global en un 45% para el 2030, y así alcanzar una tasa de emisiones netas de cara al 2050.

Por ellos expertos coinciden en la importancia de unir esfuerzos entre el sector público, privado, empresarial y la comunidad para lograr dichos objetivos.

Con la convicción de transformar su entorno por uno más sostenible, hace 10 años Don Armando Soler salió de una importante empresa de la sabana de Bogotá y creó Servicios Generales A.S.T S.A.S. una empresa dedicada a la recolección de residuos reutilizables. Hoy esta empresa le presta servicios a grandes compañías como Fontanar Centro Comercial donde tienen tres de sus empleados dedicados exclusivamente a esta labor de reciclaje.

De esta forma, Servicios Generales se convirtió en una empresa colombiana generadora de empleo con sentido social que se dedica a la recolección de desechos orgánicos y reutilizables en Chía, Cajicá, Gachancipá y alrededores; y que emplea a seis personas del sector y tienen cuatro personas externas que a través de la recolección aportan día a día al cuidado del medio ambiente.

“Queremos ser los aliados estratégicos de las compañías de la zona. Queremos volver a los niveles que teníamos antes de la pandemia. Nuestro objetivo es seguir creciendo”, declaró Libny Sarmiento Cubillos, nuera de Armando Soler, hoy a de la compañía.

Y es que, en el 2021, Fontanar Centro Comercial recicló 194 toneladas de residuos, entre estos cartón, plástico, icopor, aluminio, PET, Tetra Pak, chatarra, que es llevado del Centro Comercial a los puntos de posterior reciclaje. Además, Fontanar y Servicios Generales, empezaron un proyecto de compostaje con el material que sale de los recortes de la poda de los jardines y zonas verdes del centro comercial y los desechos orgánicos de los restaurantes para hacer abono orgánico.

“En Fontanar buscamos la sostenibilidad en todas nuestras prácticas. Por esto, la correcta disposición del material es primordial, tenemos un sistema de recuperación de basura en la que todos nuestros colaboradores, invitados y aliados comerciales aportan para su mayor aprovechamiento. En lo que va de este año hemos recuperando alrededor de 72 toneladas de material; y gracias al trabajo que hacen nuestras áreas de servicio, sabemos que se está disponiendo de la mejor manera” recalcó Andrea Sierra.

Las TIC también permiten generar un impacto en los más pequeños. Muestra de ello es Mi Caballito de Mar, desarrollada por la Corporación Campoalegre, es una serie animada que cuenta las aventuras de Perla, una niña colombiana, y su amigo Tito el caballito de mar, quienes enfrentan peligros y situaciones que tienen que ver con lo que enfrentan los animales del ecosistema marino, según explicó Lulú Vieira, una de las creadoras del proyecto.

"El no cuidado del mar es una problemática que nos afecta a todos por más de que no estemos cerca de él. Ha llegado a través de imágenes de tortugas atrapadas, peces ahogados en plástico e islas de plástico que se toman grandes pedazos del océano. Es un tema en el que podemos incentivar a los niños y niñas a tomar acciones pequeñas", comentó Vieira.

En la serie participó un biólogo marino para definir la guía temática de los trece capítulos de la primera temporada. Eso sí, para la creadora, "a través de las tecnologías de la información podemos llegar a los niños de diversas maneras. Podemos crear una comunidad de guardianes del mar. Son muchas herramientas las que nos permiten que la serie sea más multiplataforma y tenga otras dinámicas".

El pasado 26 de mayo se firmó el Acuerdo Regional de la Biodiversidad y el Desarrollo de la Sabana de Bogotá y Áreas Conexas, con el objetivo de aunar esfuerzos técnicos, logísticos, financieros e iniciativas entre instituciones, empresas y organizaciones; encaminados a garantizar la conectividad entre lo urbano y lo rural, conservar el patrimonio natural y promover una ciudad-región más competitiva y resiliente.

En este proyecto se vincularon la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca - CAR, Parques Nacionales Naturales, el Instituto Humboldt, la Secretaria Distrital de Ambiente, el Ministerio de Ambiente, el Ideam, la Seccional Bogotá-Cundinamarca-Boyacá de la ANDI y el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la misma Asociación.

“Estamos convencidos de que las empresas son los mayores agentes de cambio en el mundo, pues es desde allí que se pueden tomar más ágilmente decisiones que implican transformación de los procesos productivos y adopción de nuevas y mejores prácticas en ese mismo sentido.

No obstante, es a través de las alianzas público-privadas que se puede avanzar más acertadamente para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, lo cual es un imperativo hoy en día. Por eso, desde la ANDI nos interesa especialmente liderar y ser partícipes de este tipo de iniciativas, como muchas otras que se han puesto en marcha a través de distintos frentes, incluyendo el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de nuestra Asociación, que opera desde hace cinco años”, señaló Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.

Juliana Bejarano, gerente de la Seccional Bogotá-Cundinamarca-Boyacá de la ANDI, señaló que con la firma de este Acuerdo se materializa un esquema de gobernanza a través del cual esperan que se añadan cada vez más empresas.

“Uno de los mayores retos que nos dejó la pandemia fue trazar un camino para volver a crecer y contribuir al sostenimiento de nuestro capital ambiental. Por eso nos propusimos fortalecer acciones en el pilar de Sostenibilidad y lo hemos logrado. De hecho, este fue sin duda fue el año de la Biodiversidad. Los empresarios nos han demostrado su compromiso con el Programa ANDI Biodiversidad y Desarrollo para la Sabana de Bogotá, en el marco del cual, en menos de siete meses hemos llevado a cabo tres jornadas de siembra con 20 empresas ANDI y 280 voluntarios. Hemos sembrado 1.692 árboles de 10 especies diferentes nativas de nuestra sabana, en áreas estratégicas para nuestro recurso hídrico como son los Páramo de Chingaza y Guerrero, en los municipios de la Calera y Tausa”, señaló Bejarano.