Resistente en el fragor de la batalla y respondón ante cualquier contratiempo, sobrevivió otra vez Argentina, enérgica y con tesón aferrado a Qatar 2022 y al sueño imperecedero de conquistar la Copa.
Salió vencedor de un duelo enquistado, con trampa, enredado en el tramo final el equipo de Lionel Scaloni que reaccionó a pesar del mazazo que sufrió con el tiempo cumplido, cuando Wout Weghorst, un secundario del combinado de Louis Van Gaal se vistió de héroe para rescatar, provisionalmente, de la eliminación a Países Bajos.
Las cuentas pendientes, la historia y los ánimos de revancha avivaron la combustión en un duelo que crecía en tensión a cada minuto. Cada acción encontraba una respuesta y cada respuesta otra contestación.
Un desafío tras otro sobre el césped, sin tiempo para el reposo y sin momentos de quietud. Incontrolable. Insistió Argentina en no despertar de su sueño. Aplacó la expansión del revolcón competitivo en Qatar 2022 que justo antes provocó Croacia ante Brasil. Frenó la albiceleste una mayor agitación en el torneo, la caída de más favoritas.
Nació el amor
Y uno de los 'responsables' de lo que ha desatado Argentina en este Mundial es el potero Emiliano Martínez, conocido como 'Dibu'. Se ha convertido en el salvador del equipo, en el hombre que le ha dado el paso a la semifinal en la tanda de penaltis contra Países Bajos.
Su esposa, Mandinha, contó detalles de cómo es el jugador, cómo se conocieron y cómo nació ese amor.
Yo pensaba que era agrandado, porque no te cuesta nada decir ‘hola’
"Mis padres tenían un restaurante en Londres, que era conocido por los jugadores del Arsenal y él empezó a venir cuando tenía 17 o 18 años. En esa época yo estaba en la universidad y venía a trabajar al negocio para ayudar a mis papás", contó al canal argentino 'Telefé'.
Y agregó: "Entonces, los fines de semana estaba Emi. Fue muchas veces y yo estaba trabajando. Era muy tímido. Y yo también. Conocía a un amigo de él y lo vi varias veces por la calle y como él es sudamericano pensé que me podía saludar”.
"Mi departamento quedaba al lado del de Emi. Yo caminaba para ir a trabajar y pasaba caminando delante de él, y le pregunté a su amigo: ‘¿Por qué cada vez que me ve baja la cabeza?’ Yo pensaba que era agrandado, porque no te cuesta nada decir ‘hola’. Empezó así, porque yo hablé con su amigo y al final Emi me mandó un mensaje para decir: ‘No soy agrandado, tengo vergüenza, pero si querés vamos a tomar un café’. Y bueno, tomamos un café, después salimos a cenar varias veces”, contó.
“La primera vez que entró en mi casa me acuerdo que era tan alto que yo pensé: ‘No puedo estar con él, es super alto, yo soy chiquitita’. Él siempre fue muy dulce. Es muy lindo. Siempre pensé que era el más lindo del mundo. Pero siempre fue tan dulce conmigo. No es una persona que te regala cosas caras. Te da una flor, me escribía cartas. Tengo sus cartas guardadas”, recordó.
Por último, Mandinha contó cómo fue la llegada del primer hijo de la pareja.
“Tuve a Santi en un hospital público en Londres, me hicieron esperar 30 horas. Fueron 30 horas de trabajo de parto y después me dejaron esperando, y el corazón de Santi se paró. Después fue cesárea de emergencia”, dijo.
"Fue un año muy difícil para mí. No sé si fue porque fue el primero y ahora entiendo más porque yo era una persona que trabajaba, tenía libertad, viajaba mucho y después de tener un bebé te sentís un poco presa. Con Ava, ahora que la tuve, aprendí que no fue por eso. Con Ava tuve un buen parto y estaba feliz", concluyó.
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