La cuenta atrás comenzó para las empresas norcoreanas en
China, que afectadas por las sanciones internacionales, cuentan con
menos de tres semanas para cerrar, ya sean restaurantes con espectáculos musicales o empresas de importación y exportación.China, que representa el 90 por ciento del comercio exterior de Corea del Norte, está en el frente de las sanciones adoptadas en septiembre en Naciones Unidas después del último ensayo nuclear del régimen de Kim Jong-Un.
El Consejo de Seguridad dio entonces cuatro meses a los países para cerrar las empresas con capital norcoreano. En China, esto se traduce por una fecha límite fijada el 9 de enero.
Las empresas afectadas fueron informadas de que habría inspecciones tras esta fecha para verificar que concluyeron sus actividades, indicó un funcionario
del ministerio chino de Comercio.
Una mala noticia para las cuatro oficinas de importación y exportación instaladas en una callejuela de Pekín, a la sombra de la embajada de Corea del Norte donde ondea una bandera con la proclama "
Larga vida al querido dirigente supremo Kim Jong-Un".
Habrá inspecciones para asegurar que antes del 9 de enero hayan cerrado
En una de ellas, llamada "Victoria eterna", el hombre que abre la puerta ante una pared con ollas a presión explica que la empresa compra en China productos de primera necesidad.
No se muerde la lengua al hablar del presidente estadounidense
Donald Trump, acusado de haber iniciado las sanciones contra su país. "Por culpa de este canalla, nuestro país sufre mucho. Solo lo despreciamos", asegura, sin poder decir qué ocurrirá con la empresa tras el 9 de enero. "
No importan sus amenazas, nosotros contamos con nuestras propias fuerzas. Nos beneficiamos de nuestra economía de autosuficiencia".
Empresas fantasma
Otras empresas de Corea del Norte tienen ya un aspecto fantasmal. La sociedad Beijing Wanjing Science and Technology por ejemplo, parece haber cambiado de dirección con frecuencia estos últimos años, pero permaneciendo en la misma torre de oficinas pekinesa, ocupada igualmente por el gigante informático estadounidense Hewlett Packard.
Según el registro comercial, la empresa está especializada en la creación de programas informáticos. Pero una excontable asegura que no sabe cuál era exactamente su actividad.
Un vecino de la última dirección de la empresa afirma que la sociedad empacó hace unos seis meses, con los cuatro o cinco jóvenes hombres que ocupaban estas oficinas donde nunca entraban clientes.
AFP