¿Quién es Yoon Suk Yeol, el acorralado presidente de Corea del Sur que desató una crisis?

Al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, le tomó dos años convertirse en el mandatario con el mayor índice de desaprobación en la historia del país asiático (74 %, según la empresa de sondeos Gallup Korea).

(Vea también: Corea del Sur: ¿por qué el presidente dio marcha atrás a la ley marcial y qué significa?)

Ahora, con la breve y apresurada decisión de imponer la ley marcial al acusar a la oposición de "actividades antiestatales", el pueblo y las instituciones le demostraron que su permanencia en el cargo pende de un hilo.

"Nuestra democracia será pisoteada si dejamos que el señor Yoon permanezca en el poder", dijo a la agencia AFP Park Su-hyung mientras caminaba por las calles de Seúl para mostrar su descontento contra el jefe de Estado.

La crisis se desató este 3 de diciembre cuando Yoon anunció que disponía de la ley marcial para "garantizar la ley y el orden" en un país que él mismo describió “al borde del colapso”.

Durante unas seis horas, en Corea del Sur se prohibió cualquier actividad política, se negó la libertad de los medios, se alertó que podían arrestar a cualquier persona sin orden judicial y se dispuso que todas las unidades militares estuvieran en alerta. 

Pero Yoon había mostrado anteriormente que no simpatizaba con las instituciones. En un discurso el año pasado, el líder surcoreano arremetió contra supuestos comunistas diciendo que se habían "disfrazado de activistas por la democracia, defensores de los derechos humanos o activistas progresistas". También, durante su campaña electoral, elogió al autoritario general Chun Doo-hwan (presidente de 1980-1988) y dijo que había manejado bien los asuntos del gobierno, exceptuando su represión de los activistas prodemocracia.

Este martes tildó a la Asamblea Nacional de “refugio para criminales” y “un antro de dictadura legislativa que busca paralizar los sistemas judicial y istrativo y derrocar nuestro orden democrático liberal", según dijo durante su discurso en televisión nacional cuando presentó la ley marcial.

Abogado de profesión, Yoon Suk Yeol asumió como vigésimo presidente de la República de Corea el 10 de mayo de 2022. Antes se desempeñó como fiscal general (2019-2021) y su carrera estuvo marcada por casos contra importantes políticos liberales y conservadores, así como a líderes de grandes empresas nacionales como Hyundai o Samsung.

Ante todo, fue reconocido por liderar la investigación especial en 2016 contra la única presidenta surcoreana que ha sido destituida en democracia, Park Geun-hye.

Aunque no tenía experiencia en política, Yoon era considerado un símbolo de resistencia para los conservadores, especialmente para aquellos que veían en el expresidente Moon Jae-in (2017-2022) una figura demasiado cercana a Corea del Norte o a China.

El representante del Partido del Poder Popular (PPP) ganó las elecciones en 2022 con la propuesta de una plataforma de reforma económica para Corea del Sur y abogó por mantener lazos estrechos con Estados Unidos y con su histórico rival, Japón. Venció por solo 247.000 votos al líder del opositor Partido Democrático (PD) Lee Jae-myung, pero su popularidad se desvaneció rápidamente.

Para los surcoreanos, Yoon es alguien incapaz de solventar los problemas económicos que encara la ciudadanía como la desigualdad. Según datos de la OCDE, la brecha salarial entre hombres y mujeres alcanza en Corea del Sur un porcentaje de 31,4 %, siendo la más alta en el mundo.

Mientras se amontonan las sospechas de corrupción desde su oficina y sobre algunos actos de la primera dama.

La esposa de Yoon, Kim Keon-hee, es cuestionada por manipular activos bursátiles hace más de diez años, aceptar un bolso de lujo para un supuesto trato de favor e interferir en las nominaciones de candidatos del PPP de cara a las elecciones de abril. También a un funcionario muy cercano al presidente, el máximo responsable del órgano auditor de las cuentas estatales, Choe Jae-hae, se le culpa por no facilitar documentos sobre el polémico y millonario traslado de la Oficina Presidencial en 2022.

En otro frente, Yoon ha tenido dificultades para imponer su programa de gobierno ante un Parlamento de 300 que desde abril de este año es controlado por el partido opositor PD. El PPP de Yoon quedó con 108 escaños frente a 192 de la oposición.

En esa pugna, por ejemplo, el Parlamento aprobó la semana pasada unos presupuestos generales para 2025 con múltiples recortes al fondo de reserva del gobierno y los destinados a suplir las actividades de la oficina de Yoon, la fiscalía, la policía y la agencia de auditoría estatal.

Además, la Asamblea ratificó mociones para destituir a tres altos fiscales, incluido el jefe de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl, que lleva una investigación penal contra el opositor Lee, considerado favorito para las próximas elecciones presidenciales de 2027, de acuerdo con las encuestas de opinión.

Así, la ley marcial fue vista como la decisión de un presidente acorralado por la opinión pública y el Legislativo. Aunque esas crisis internas no la justifican.

La medida se mantuvo solo por seis horas pues los legisladores, que consiguieron entrar al Parlamento bloqueado por las fuerzas de seguridad y rodeado por miles de manifestantes, votaron y finalmente pudieron revocarla.

En un gran movimiento, la principal agrupación de sindicatos de Corea del Sur (con 1,2 millones de afiliados) llamó a una "huelga general indefinida" hasta que dimita el presidente Yoon. Consideran que la medida es “irracional y antidemocrática" y advirtieron que "ha declarado el fin de su poder".

De acuerdo con Manuel Camilo González, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Javeriana, “el hecho de que tanto los ciudadanos como el mismo Congreso se hayan apresurado a atajar las pretensiones de concentrar mayor poder por parte del presidente Yoon demuestra que hay una preferencia normativa en Corea del Sur contra los abusos de poder”, explicó.

La consecuencia más inmediata para Yoon es la de encarar a final de semana en el Parlamento una votación para destituirlo después de que la oposición presentó este miércoles una moción para apartarlo del cargo.

Lo acusan de haber "violado grave y ampliamente la Constitución" y de "evadir investigaciones inminentes (...) sobre presuntos actos ilegales que lo involucran a él y a su familia". También hay una denuncia judicial por "insurrección" contra algunos de sus ministros y altos mandos militares y policiales, con condenas como cadena perpetua o incluso la pena de muerte.

Si se aprueba la moción de censura, Yoon será suspendido mientras la Corte Constitucional emite un fallo en un plazo de 180 días. Entre tanto, el primer ministro asumiría la presidencia surcoreana.

Para González, “si se llega a destituir a Yoon, o si renuncia, este sería una suerte de ejemplo en términos institucionales para otros países que han sufrido intentos de autogolpe”. A nivel global, según Freedom House, que promueve la libertad política, la democracia ha estado en retroceso durante los últimos 18 años.

Juliana Castellanos Guevara - Redacción Internacional - EL TIEMPO