En un caso que conmocionó a la sociedad estadounidense, las autoridades federales acusaron a tres hermanos de formar parte de una compleja red de tráfico sexual, utilizando su influencia y posición en el mundo de las propiedades inmobiliarias de lujo para perpetrar abusos durante más de una década.
Los hermanos Alon y Oren Alexander, gemelos de 37 años, junto a su hermano mayor Tal, de 38 años, enfrentan cargos de tráfico sexual, habiendo supuestamente empleado "engaño, fraude y coerción" para atraer a sus víctimas.
Según la Fiscalía Federal para el Distrito Sur de Nueva York, los hermanos ofrecían alojamiento de lujo como parte de su estrategia para cometer estos delitos.
Desde 2010 hasta 2021, los hermanos Alexander habrían drogado y abusado de decenas de mujeres, utilizando drogas como cocaína, hongos y GHB (ácido gamma-hidroxibutírico). "Su riqueza y posiciones destacadas en el sector inmobiliario crearon y facilitaron oportunidades para perpetrar estos crímenes", declaró la fiscalía en un comunicado.
Los tres hermanos, dos de ellos, Oren y Tal, fundadores de la agencia inmobiliaria Oficial con presencia en Miami y Nueva York, y Alon involucrado en la empresa de seguridad privada de la familia, gozaban de un perfil alto en el sector. Incluso fueron objeto de un artículo en The New York Times hace dos años, donde se destacaba la venta de un penthouse en Manhattan por 234 millones de dólares.
Los Alexander usaban eventos sociales y fiestas para atraer a las mujeres, según los documentos judiciales. Además, se valían de "redes sociales, aplicaciones de citas y promotores de eventos que reclutaban mujeres para estos eventos", ampliando su red de influencia y abuso.
En respuesta a las acusaciones, Susan Necheles, abogada de Oren, declaró que su cliente es inocente y que confía en que "las pruebas demostrarán que ni él ni sus hermanos cometieron ningún delito".
Actualmente, los hermanos enfrentan múltiples cargos por tráfico sexual y participación en una conspiración de tráfico sexual, con la posibilidad de recibir una sentencia de cadena perpetua. Tal, el mayor, tiene un cargo adicional por tráfico sexual, lo que agrava su situación legal frente a la justicia.
AFP
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de AFP, y contó con la revisión de un periodista y un editor.