Muchas personas utilizan el tiempo libre para descansar de las presiones de la vida cotidiana, pero no es el caso de Alma Rex-Ezonfade, quien
se tomó un año sabático luego de ahorrar US$50.000 y, pese a las dificultades que encontró en el camino,
consiguió disfrutar más de la vida y lanzar un exitoso emprendimiento.
Todas las
historias de superación, por más distintas que sean entre sí, coinciden en un punto de partida: el trabajo duro. Para tomarse un año sabático a la edad de los 30 años,
la joven comenzó a ahorrar desde sus 29 años, según reveló en una publicación del medio
Business Insider.
Con un sueldo que llegaba a US$146.000 por año, Rex-Ezonfade realizó un cálculo mediante el que determinó que necesitaría aproximadamente US$3.200 mensuales para gastos como el alquiler, los pagos del coche, la compra de alimentos, la gasolina, la factura del teléfono y los servicios públicos.
De esa manera, calculó que precisaba ahorrar al menos US$51.300 para su año sabático, por lo que puso la mayor parte de sus ingresos como creadora de contenido para su fondo, viviendo con su salario como gerente de éxito del cliente en Astreya.
Los problemas del año sabático y su éxito
Cuando cumplió los 30 años y logró tomarse el año sabático, no resultó como esperaba, ya que comenzó a sentirse presa de su tiempo libre. "Tuve que acostumbrarme a la idea de no trabajar y dejar de sentir que no era útil porque no estaba siendo productiva. Tuve que pasar a que mi validación procediera de mi propia felicidad y de ver mi valor más allá de mi rendimiento laboral", escribió.
No obstante, con el tiempo aprendió poco a poco a disfrutar de otras actividades y dejar de lado la sensación de inutilidad. "Empecé a colorear, dibujar y hacer cerámica. Empecé a leer de nuevo y volví a escribir. Pasé más tiempo conmigo mismo y con mi familia", resaltó.
En medio de su tiempo libre, empezó a trabajar en su proyecto de marca de ropa, y encontró allí su pasión. Cuando sus fondos comenzaron a agotarse, lanzó su emprendimiento y vivió de sus ahorros hasta conseguir el éxito. Hoy, luego de una emocionante experiencia, está decidida a volver a tomar otro año sabático en el futuro.
"Definitivamente volvería a tomarme un año sabático. Mis seres queridos han señalado que soy menos gruñona, grito menos y soy menos controladora. Mi plan es trabajar en un puesto corporativo por otros tres años para obtener más experiencia y conocimiento, tomarme otro año libre a los 35 y repetir ese ciclo hasta jubilarme", concluyó Rex-Ezonfade.