La Isla Redonda, ubicada en el corazón del Caribe, en territorio de Antigua y Barbuda, representa uno de los casos de recuperación ecológica más notables de la ciencia. En un esfuerzo conjunto, la sociedad civil, organizaciones gubernamentales y ONGs internacionales lograron transformar este paraíso antes infestado de ratas y otros invasores en un destino turístico y ecológico de ensueño.
El Grupo de Concienciación Ambiental (EAG por su sigla en inglés) es una ONG con sede en St. John's, Antigua y Barbuda, que se fundó en 1988 gracias a la preocupación de los residentes por el medio ambiente y los recursos naturales del país. Su misión es empoderar a la sociedad para apreciar y utilizar de manera sostenible los recursos naturales de Antigua y Barbuda.
El EAG se ha destacado como la máxima autoridad en la gestión de especies invasoras y la restauración de islas, implementando con éxito proyectos como el Proyecto de Tortugas Marinas de Antigua y el Programa de Conservación de Islas Offshore (OI por su sigla en inglés).
Si bien este lugar recibe poco turismo, ha ido en aumento poco a poco. Pasó de ser un sitio totalmente en ruinas a ser más conocido por su vegetación y vida silvestre. Es visitada por un pequeño número de turistas cada año. Según la Oficina de Turismo de Antigua y Barbuda, en 2022 la Isla Redonda recibió un total de 1.200 personas.
La transformación de la Isla Redonda
La Isla Redonda, un paraíso natural ubicado en las aguas caribeñas, estaba enfrentando una seria crisis ecológica. La invasión de ratas y cabras, introducidas por humanos en el pasado, había devastado su delicado ecosistema, llevando a la extinción de especies endémicas y la degradación de la flora y fauna nativa. Incluso las cabras ferales luchaban por sobrevivir en este entorno desolado.
El sueño de restaurar Redonda a su esplendor ecológico comenzó a tomar forma en 2010, impulsado por el trabajo del OI. El Gobierno de Antigua y Barbuda (GOAB) reconoció el alto valor ecológico de la isla y la designó como protegida bajo el Plan de Zonificación de Gestión Sostenible de Recursos de Islas (SIRMZP por su sigla en inglés).
En colaboración con el EAG, el GOAB y la organización internacional Fauna & Flora International (FFI por su sigla en inglés), se buscó el respaldo de las partes interesadas locales para apoyar la restauración de Redonda. La restauración comenzó con la reubicación de las cabras en 2016, un acto de humanidad que permitió a estas cabras de cuernos largos encontrar refugio en el continente de Antigua bajo el cuidado del Ministerio de Agricultura.
Luego, en 2017, un equipo de voluntarios locales e internacionales erradicó aproximadamente 7.000 ratas de Redonda en un período de dos meses, utilizando diversas estrategias. La isla finalmente fue declarada libre de ratas en junio de 2018. Desde entonces, se realiza un monitoreo constante de bioseguridad para evitar la reintroducción de Especies Invasoras Foráneas.
El renacimiento de Redonda
La Isla Redonda ha vivido una asombrosa transformación. Con la eliminación de las especies invasoras y la restauración de su entorno, floreció. Se han registrado más de 88 especies de plantas en la isla, un impresionante aumento desde las escasas 17 especies que se observaron en 2011.
La población de al menos dos de las tres especies de lagartijas ha aumentado más de tres veces en solo 24 meses después de la eliminación de las especies invasoras. También regresaron poco a poco especies de aves terrestres e invertebrados que no se veían en décadas.
La abundancia de árboles de la especie Ficus ha aumentado, proporcionando más áreas de anidación para aves como el Fragata Magnífica y el Alcatraz Patirrojo. La isla ha dado la bienvenida a una nueva generación de aves marinas, incluyendo Fragatas, Alcatraces y Tijeretas, en un ambiente libre de depredadores. Además, se han descubierto corales en crecimiento y se han observado tortugas carey en las aguas circundantes de Redonda.
El futuro de Redonda
La isla ahora se encuentra en proceso de ser designada como área protegida, y se planea realizar investigaciones adicionales sobre la ecología de las tortugas y las aves marinas, así como sobre el impacto de la restauración en el entorno marino. Redonda se ha convertido en un modelo para la restauración de islas en todo el mundo y ofrece valiosas lecciones para proyectos de conservación de la biodiversidad y la construcción de resiliencia climática en la región del Caribe.