En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Análisis
Exclusivo suscriptores
Los demócratas rodean a Kamala Harris como la posible sucesora de Joe Biden en Estados Unidos: ¿qué sigue ahora?
Aunque Joe Biden respaldó una candidatura de Kamala Harris, en la práctica hay varios pasos antes de su confirmación absoluta. Análisis.
Este domingo, el presidente Joe Biden sorprendió al mundo tras anunciar su retiro de la actual carrera por la Casa Blanca en Estados Unidos.
Casi de inmediato todos los ojos se tornaron hacia Kamala Harris, su vicepresidente, y la posibilidad de que sea ella quien represente al Partido Demócrata en los comicios de noviembre.
Biden mismo, e instantes después de publicar un comunicado en la red social X en el que trasmitió su decisión, le ofreció a ella todo su respaldo.
“Compañeros demócratas, he decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato. Mi primera decisión como candidata del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la nominada”, dijo el presidente.
Harris, como se esperaba, agradeció el gesto y prometió “ganarse” la confianza del partido para emerger como seleccionada.
Kamal Harris. Foto:Getty Images
Y aunque su candidatura es la más viable a solo tres meses y medio de las elecciones presidenciales, no está aún garantizada.
Prueba de ella fueron las reacciones que siguieron al anunció de Biden. Muchas figuras del partido, entre ellas Bill y Hillary Clinton y los líderes en Cámara y Senado se volcaron en un instante hacia Harris como la heredera natural de la nominación.
Pero otros bien pesados, como el expresidente Barack Obama y la expresidenta de la Cámara Nancy Pelosi, dejaron la puerta abierta para el surgimiento de rivales.
“Navegaremos por aguas desconocidas en los próximos días. Pero tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido podrán crear un proceso del que surja un candidato destacado”, dijo Obama.
Navegaremos por aguas desconocidas en los próximos días. Pero tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido podrán crear un proceso del que surja un candidato destacado
La incertidumbre radica en que Biden, pese a ganar la ronda de elecciones primarias, no puede simplemente designar a un sucesor a dedo.
Su victoria en los comicios preliminares se traduce en delegados (más de 4.000) que luego acuden a la convención nacional (que arranca este 19 de agosto) para votar por el ganador. Pero al Biden retirarse de la carrera, esos delegados quedan libre de elegir a quien mejor les parezca.
Algo que en Estados Unidos se conoce como una “convención abierta” y que no se había presentado desde 1968 cuando el presidente Lyndon B. Johnson anunció que no buscaría la reelección.
Sin embargo, la mayoría de los analistas cree que llegar a la Convención sin un candidato ya acordado sería un suicidio político, pues se prestaría para una brutal puja interna de la cual saldrían aún más debilitados de lo que ya están.
Eso explicaría este torrente inicial hacia Harris. “Al expresar su firme respaldo no solo están honrando la voluntad de Biden sino tratando de evitar que tome fuerza otro nombre”, dice un operario del Partido Demócrata cercano a los discusiones.
Pero, paralelamente, forzar un voto por la vicepresidenta sin que el partido haya podido procesar la salida del mandatario podría ser visto como una imposición que también generaría fisuras.
Harris, además, genera cierta resistencia en algunos sectores demócratas y muchos tampoco creen que pueda derrotar a Donald Trump, el candidato de los republicanos.
Un razonamiento que explicaría la pausa que al parecer están pidiendo Obama y Pelosi. Toda una encrucijada que comenzará a resolverse a partir de este lunes.
Donald Trump y Joe Biden. Foto:Getty Images
¿Qué sigue ahora para que Kamala Harris sea nominada?
Dicho eso, y desde un punto de vista pragmático, el único camino viable que le resta a los demócratas es respaldar la candidatura de Harris.
Bien sea desde este primero de agosto a través de un voto virtual de delegados que había sido programado para anticipar la nominación de Biden o durante la Convención prevista para el 19 del mismo mes.
Y las razones abundan. En términos prácticos, es prácticamente imposible construir una nueva campaña en los 106 días que faltan para las elecciones y muchos menos madurar a un nuevo candidato en ese plazo.
Además, Harris “heredaría” la plataforma de campaña que ya tiene Biden y de la cual ella misma hace parte. Un aspecto muy relevante sobre toda desde la perspectiva de la financiación. Cambiar de candidato no solo implicaría la atomización de los fondos mientras se selecciona a uno nuevo sino construir un nuevo esquema para quien resulte electo.
Al mismo tiempo, descabezar a Harris, la primera mujer y de origen afroestadounidense en ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos caería muy mal en otros sectores cuando de lo quieren es llegar lo más unificados posibles.
Por supuesto, la candidatura de Harris viene con sus propios retos. Lo más probable, y ya lo anticiparon, es que los republicanos enfilen baterías contra su récord en inmigración, la primera tarea que le encomendó Biden cuando llegaron a la Casa Blanca y en la que no le fue muy bien.
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama y el actual presidente Joe Biden. Foto:EFE
Así mismo, arranca con todos problemas que ya cargaba la istración – es decir no puede tomar distancia frente a ellos- como el alto costo de vida y la caótica salida de Afganistán.
De hecho, en enfrentamientos hipotéticos realizados por firmas encuestadoras, a Harris no le va mejor que a Biden cuando se le mide contra Trump.
Por supuesto, son mediciones hechas antes de conocerse la noticia y que podrían comenzar a cambiar.
De lo que si no hay duda es que la carrera electoral acaba de dar un nuevo giro de 180 grados.
Al salir Biden -y su edad- de la ecuación, la campaña vuelve a un ritmo más natural donde compiten dos visiones de país.
Y curiosamente, ahora quienes tendrá que defenderse frente a cuestiones de competencia mental son los republicanos, pues Trump se convierte en el candidato más viejo en toda la historia que es nominado por algún de los dos partido.
Además, como lo define el diario británico The Guardian: los estadounidenses, sin duda, tendrán en cuenta el acto desinteresado de Biden, que antepuso los intereses del país a los suyos propios, con el narcisismo que suele caracterizar a Trump.
Nadie sabe si les alcanzará, oero entre muchos demócratas, que ya se daban por perdidos, la esperanza ha vuelto a renacer.