En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Noticia
Exclusivo suscriptores
¿Se puede desinflar la figura de Kamala Harris tras la convención demócrata? La prueba de fuego que definirá las elecciones en EE. UU.
Con la oficialización de su candidatura, la vicepresidenta medirá fuerzas con Donald Trump. Sondeos siguen siendo muy ajustados y manejo del discurso será fundamental.
Kamala Harris durante la Convención Nacional Demócrata. Foto: AFP
A poco más de dos meses para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ni la más arriesgada de las pitonisas se atreve a predecir el resultado de la apretada contienda. Sin embargo, si algo quedó claro esta semana es que los demócratas, con Kamala Harris a la cabeza, navegan con viento a favor.
Exactamente un mes después de la inesperada renuncia del presidente Joe Biden a la nominación, el partido hizo historia al ungir a Harris como la primera mujer de origen afroestadounidense que competirá por la Casa Blanca.
Y lo hizo con todos los bombos y platillos. A lo largo de cuatro días, durante la Convención Nacional que tuvo lugar en Chicago, expresidentes, celebridades y “vacas sagradas” del partido azul hicieron frente común entorno a una figura que no solo les ha devuelto la esperanza, sino que está generando un efecto de euforia al cambiar el mismo espíritu de la contienda en la que se enfrentará al expresidente republicano Donald Trump.
De ser un partido deprimido y jugando a la defensiva, los demócratas se han transformado -en un abrir y cerrar de ojos- en los representantes del cambio.
Una voltereta muy singular pues sin bien son los actuales ocupantes de la Oficina Oval se comportan como oposición y alternativa al regreso de Trump, que ahora pintan como un octogenario resentido y desconectado de la clase media.
Mensaje que Harris se encargó de reiterar en un discurso de aceptación plagado de referencias al patriotismo y a la unidad.
“En toda mi carrera solo he tenido un cliente: el pueblo. En nombre de todos cuya historia sólo podría escribirse en la nación más grande de la Tierra, acepto su nominación para ser presidente de Estados Unidos. Nuestro país, con esta elección, tiene una oportunidad preciosa y fugaz de superar la amargura, el cinismo y las batallas divisivas del pasado. Una oportunidad para trazar un nuevo camino a seguir. Votemos por ello y escribamos juntos el próximo gran capítulo de la historia más extraordinaria jamás contada”, dijo la vicepresidenta en un conciso discurso de 35 minutos con el que oficializó su candidatura y que contrastó con la distópica visión que viene vendiendo Trump.
Simpatizantes de la campaña de Kamala Harris. Foto:Getty Images via AFP
En toda mi carrera solo he tenido un cliente: el pueblo. En nombre de todos cuya historia sólo podría escribirse en la nación más grande de la Tierra, acepto su nominación para ser presidente de Estados Unidos. Nuestro país, con esta elección, tiene una oportunidad preciosa y fugaz de superar la amargura, el cinismo y las batallas divisivas del pasado. Una oportunidad para trazar un nuevo camino a seguir. Votemos por ello y escribamos juntos el próximo gran capítulo de la historia más extraordinaria jamás contada
Sin abandonar causas clásicas del partido demócrata, Harris también dejó claro que su apuesta es al centro del espectro político, prometiendo mano dura en política exterior, fortalecimiento del aparato militar y control de las fronteras.
De acuerdo con David Leonhardt, columnista político del New York Times, una estrategia que le estaría funcionando y que explica su ascenso en las encuestas.
Harris -dice esta analista- ha borrado el déficit que tenía Biden por dos razones.
En primer lugar su misma identidad como mujer, afro, descendiente de inmigrantes y joven -comparada con Trump- la ha vuelto muy popular entre la base del partido y los progresistas, que no se identificaba con el presidente, pero que ahora están energizados con la figura de la vice.
“Los demócratas más leales pasaron de la agonía que despertaba la inestable candidatura de Biden al entusiasmo en un par de horas. Algo que se ve reflejado en su creciente apoyo entre jóvenes, votantes urbanos y minorías”, dice Leonhardt.
Esa nueva ilusión -y de allí su segundo razonamiento- se ha traducido en un “permiso” para moverse hacia el centro, donde están los independientes y más moderados, sin tener que pagar las consecuencias con la base.
Algo muy similar a lo que hizo Barack Obama durante su candidatura del 2008 cuando algunos en esa gran mitad estadounidense todavía dudaban de un desconocido senador de apellido extraño.
Donde más clara se ve esa delgada línea que está trazando Harris es en la crisis de Oriente Próximo en la que promete apoyo total para Israel, pero se muestra empática con el drama de la población en Gaza y respalda un estado palestino.
Kamala Harris junto a su esposo, Douglas Emhoff, y su fórmula Tim Walz. Foto:AFP
Una apretada carrera por la Casa Blanca entre Harris y Trump
Aunque el ascenso de Harris ha sido meteórico, la carrera por la Casa Blanca sigue siendo muy estrecha. De hecho, nadie la da todavía como favorita.
En todas las encuestas nacionales que recopilan empresas como 538, Race to the White House y Real Clear Politics, los demócratas pasan de un déficit de hasta cinco puntos cuando estaba Biden en la contienda a una ventaja de entre dos y tres puntos ahora con Harris, pero que están dentro del margen de error.
Y en los 7 estados indecisos (swing states) que van a definir las elecciones, las diferencias son aún menores.
Harris le saca una ligera ventaja a Trump en Wisconsin, Míchigan, Pensilvania y Carolina del Norte, pero el republicano sigue adelante en Arizona, Nevada y Georgia.
Si las elecciones fueran hoy y las encuestas acertaran, la vicepresidenta ganaría las elecciones. Pero, ni son hoy y los sondeos se han equivocado antes. Especialmente con Trump, que siempre ha obtenido uno o dos puntos más de lo que predecían los expertos.
Solo para recordar, Hillary Clinton llegó a las elecciones del 2016 con una clara ventaja frente al expresidente, pero terminó perdiendo esos comicios por puñados de votos en Wisconsin, Míchigan y Pensilvania.
Al mismo tiempo, no es claro aún el impacto que tendrá el retiro de Robert Kennedy de la carrera y su apoyo a Trump (anunciado este viernes).
Muchos creen, de hecho, que la luna de miel que hoy existe frente a Harris comenzará a disiparse ahora que las elecciones entran en su recta final y los demócratas, finalizada ya la Convención, perderán el control de la narrativa que han mantenido a lo largo de las últimas semanas.
Se espera, por supuesto, un diluvio de ataques tanto de Trump como de los republicanos, que la presentan como una liberal de extrema y responsable por la crisis fronteriza, entre otras cosas.
Donald Trump y Kamala Harris. Foto:Archivo.
El debate que marcará el pulso entre los candidatos
Los ojos, por ahora, están puestos desde ya en el próximo gran momento de esta campaña: el debate entre Harris y Trump previsto para este 10 de septiembre y organizado por la cadena ABC.
En cierta medida, una prueba de fuego para ambos. El republicano, que no quiso hacer debates durante las elecciones primarias de su partido, ahora está urgido de un espacio para contrarrestar el avance de la vicepresidenta.
Pero, aunque ya tuvo uno con Biden -el que precipitó su renuncia- tanto el momento como su rival son muy diferentes. Trump, sostiene su ex secretaria de prensa Melanie Grisham, “ya no es el mismo del 2016 y 2020”.
Fue tan mala la presentación de Biden en el encuentro con Trump que cualquier cosa que diga será mejor. Pero, las expectativas son más altas por lo bien que le ha ido últimamente. Y si algo sabemos de Harris es que este tipo de escenarios no son siempre su fuerte
De hecho, son frecuentes sus gafes verbales e incoherencias, como cuando terminó hablando de su miedo por los tiburones durante un evento de campaña en el que cuestionaba las baterías eléctricas.
Adicionalmente, cada vez recurre más a las mentiras o verdades a medias, que si bien tienen poco impacto entre su base, podrían salirle costo ante una audiencia nacional.
Harris, por su parte, viene evadiendo entrevistas con periodistas y su último debate fue hace cuatro años frente al entonces vicepresidente Mike Pence.
“Fue tan mala la presentación de Biden en el encuentro con Trump que cualquier cosa que diga será mejor. Pero, las expectativas son más altas por lo bien que le ha ido últimamente. Y si algo sabemos de Harris es que este tipo de escenarios no son siempre su fuerte”, dijo Aaron Kall, experto en debates de la Universidad de Míchigan, durante una entrevista con PBS.
Habrá que ver. Lo que sí es claro, al menos en la radiografía que emerge a dos meses de las elecciones, es que Harris, contra todos los pronósticos, es la que va con un importante impulso.