La autoridad electoral sa alzó el tono este sábado tras el ataque informático contra el candidato centrista a la presidencia,
Emmanuel Macron, advirtiendo la víspera de los comicios que
cualquiera que difunda los documentos pirateados se expone a sanciones "penales". Este pirateo informático que sacudió la recta final de la campaña de cara al balotaje del domingo fue denunciado por el equipo del aspirante proeuropeo como un intento de "desestabilización democrática, similar al que se vio durante la campaña presidencial en Estados Unidos".
Durante el último mes, medios como el diario español ‘El Mundo’ o ‘The New York Times’ aseguraron que los atacantes digitales de Macron “parecen ser los mismos agentes rusos responsables de ‘hackear’ la campaña demócrata” de Hillary Clinton, el año pasado, asegura el neoyorquino.
Por su parte, el presidente saliente,
François Hollande, aseguró que el pirateo no quedará "sin respuesta" y que "se van a abrir diligencias".
Los documentos inundaron las redes sociales poco antes de la medianoche del viernes, hora del cierre oficial de la campaña electoral. Los documentos, entre los cuales figuran correos electrónicos y notas de contabilidad, son todos "legales", pero a estos se añadió "muchos documentos falsos para sembrar dudas y desinformar", advirtió el equipo del aspirante centrista.
La Comisión Nacional de Control de la Campaña Electoral Presidencial (CNCCEP), que se reunió el sábado, pidió a los medios de comunicación y a los ciudadanos "ser responsables" y no difundir el contenido de los documentos para "no alterar la integridad de la elección".
"La difusión o la reproducción de estos datos, obtenidos de manera fraudulenta, y a los que probablemente se añadieron informaciones falsas, es susceptible de recibir una tipificación penal por varios motivos y que los autores sean considerados responsables" de ello, señaló en un comunicado.
La abstención podría alcanzar 30 por ciento del electorado, una cifra muy superior a la de anteriores elecciones presidenciales.
Ataques repetidos
Desde que salieron a la luz en las redes sociales, estos documentos fueron difundidos ampliamente por cuentas de extrema derecha.
Nicolas Vanderbiest, un investigador belga especializado en redes sociales, estudió el modo en que fueron propagados por la red el viernes por la noche y apuntó contra un activista estadounidense próximo a la extrema derecha, al que le siguieron cuentas francófonas pro-Frente Nacional.
"¿Nos enteraremos de cosas con los #Macronleaks que los periodistas de investigación escondieron deliberadamente?", escribió en su cuenta Twitter Florian Philippot, mano derecha de
Le Pen. Según
WikiLeaks, entre los documentos hay "decenas de miles de correos electrónicos, fotos y archivos adjuntos, fechados hasta el 24 de abril".
Este sitio fundado por Julian Assange, que copió en su cuenta Twitter el vínculo que lleva a los documentos, aseguró no estar detrás de este ataque informático.
El movimiento de Macron, ¡En Marcha!, ya había sido blanco en marzo de intentos de ataques informáticos, atribuidos a un grupo ruso, según la empresa japonesa de seguridad informática Trend Micro.
Por su parte, el equipo de campaña de Le Pen recurrió el viernes a la comisión de control de la campaña electoral tras haber constatado "irregularidades".
"Varios electores recibieron en sus casas, a título de propaganda electoral, las papeletas de votación de los dos candidatos a la elección presidencial, y la de nuestra candidata estaba sistemáticamente destrozada, mientras que la de nuestro rival, Macron, estaba intacta", denunció el director de campaña de la líder ultraderechista, David Rachline.
AFP