Este lunes a las diez de la mañana (3 a. m. hora colombiana) se venció el plazo para que
Carles Puigdemont, presidente catalán, respondiera al gobierno central de España si había proclamado la independencia de Cataluña
. El dirigente no contestó al requerimiento, pero sí pidió una negociación y que cese la “represión”.El presidente de España,
Mariano Rajoy, le dirigió una carta en la que lamenta que no haya contestado al requerimiento. “Espero que en las horas que quedan hasta que se cumpla el segundo plazo del citado requerimiento responda con la claridad que todos los ciudadanos exigen y el derecho requiere”, le dijo
. Se refiere al jueves 19 de octubre a las diez de la mañana.Si lo hace y “vuelve a la legalidad”, no se aplicará el artículo 155 de la Constitución, que permite al gobierno central asumir las competencias de una comunidad autónoma.
Aunque Puigdemont no respondió a la pregunta, envió una carta en la que expresa voluntad de “buscar con toda intensidad la vía del diálogo” sobre el “problema que le plantea la mayoría del pueblo catalán que quiere emprender su camino como país independiente”, y hace dos pedidos.
El primero es que se “revierta la represión contra Cataluña”: imputaciones judiciales a independentistas y del jefe de la policía catalana, congelación de cuentas, censura a internet y medios de comunicación, además de violencia policial. También pide una reunión para “explorar los primeros acuerdos”.
Al respecto, la Justicia ya está en marcha. La juez instructora del caso del comisario mayor de los Mossos D’Esquadra (policía catalana), Josep Lluís Trapero, tomó medidas cautelares. Trapero entregó el pasaporte, debe presentarse en un juzgado cada 15 días y no puede salir de España.
Desconfianza
Rajoy duda de la voluntad de diálogo de Puigdemont, pues este se niega a “hablar con una parte importante de la sociedad catalana a través de sus representantes”. Pese a tener menos escaños en el Parlamento catalán, esta “representa a un mayor número de ciudadanos en votos”.
Rajoy, sin embargo, no rechaza el diálogo. Le advierte que debe ser en el Congreso. “Le invito de nuevo a comparecer ante el Parlamento y trasladar sus demandas a los legítimos representantes de la soberanía nacional”, le dice.
La vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo que “el diálogo no se exige, se practica”, y advirtió que cumplir la ley es el “mínimo exigible” para hablar.
Aunque Puigemont aún puede echar para atrás la declaración de independencia proclamada el 10 de octubre y que suspendió de inmediato para buscar el diálogo, lo más probable es que no lo haga. Así, proseguiría el camino del artículo 155 y el gobierno tendría que explicar al Senado las medidas que desea tomar.
Sobre el artículo, Rajoy dice que “no implica la suspensión del autogobierno sino la restauración de la legalidad en la autonomía”.
El balón está en el campo de Puigdemont, y lo que haga o deje de hacer, hasta el jueves a las 10 de la mañana (3 a. m. hora colombiana).
JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO
Madrid