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La destrucción de una presa en Ucrania vuelve a enfrentar a Kiev y Moscú
Según Moscú, la rotura afecta a 14 localidades donde viven unas 22.000 personas.
Una imagen satelital muestra una visión más cercana de la presa de Nova Kakhovka y la planta hidroeléctrica antes de su colapso. Foto: EFE
La rotura este martes de una importante presa a orillas del río Dniéper, línea divisoria entre los ejércitos ruso y ucraniano en el frente sur de la guerra y de cuyo colapso se acusan los dos países mutuamente, provocó evacuaciones de más de dos mil residentes de ambos lados y daños ecológicos aún por cuantificar.
La presa, situada en la ciudad de Nueva Kajovka, en la región de Jersón y ocupada por las fuerzas rusas desde febrero de 2022, empezó a colapsar sobre las 2 a. m. (hora local), cuando los rusos la volaron “desde dentro”, según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
En total, 80 localidades se encuentran en la zona de peligro a lo largo del río Dniéper, cuya orilla izquierda ocupan las tropas rusas, y las fuerzas ucranianas, la ribera derecha.
La Fiscalía General de Ucrania sostuvo que alrededor de 40.000 ciudadanos deben ser evacuados, unos 17.000 en la parte controlada por Ucrania y alrededor de 25.000 en la de Rusia.
El Kremlin, sin embargo, negó rotundamente estar detrás de la destrucción de la presa y aseguró que se trata de un “sabotaje deliberado” de Kiev.
El Comité de Instrucción, dependiente de la Presidencia rusa, abrió posteriormente un caso penal por “atentado terrorista”.
Las autoridades rusas afirmaron que 11 de las 28 esclusas de la central hidroeléctrica fueron destruidas por “una serie de ataques numerosos” por parte de las fuerzas ucranianas con lanzaderas de misiles múltiples Alder.
Horas más tarde, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, dijo que Kiev “voló” la presa para evitar acciones ofensivas de Rusia, que pidió la convocatoria de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, al igual que Ucrania. Una reunión que se dio en la tarde del martes.
Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, las tres potencias occidentales de ese Consejo de Seguridad, evitaron atribuir a Ucrania o a Rusia la responsabilidad de la voladura de la presa, aunque insistieron en que sin la invasión lanzada por Moscú este desastre nunca se habría producido. Ese fue el mensaje que los tres países dejaron durante la reunión del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
En ese encuentro, Rusia, por su parte, insistió en que Ucrania es responsable de la destrucción de la presa y dijo que quiere que Naciones Unidas investigue lo ocurrido.
Área parcialmente inundada en las afueras de Jersón tras los daños sufridos en la presa hidroeléctrica de Kakhovka. Foto:AFP
“En la noche del 6 de junio, el régimen de Kiev cometió un impensable crimen al hacer explotar la presa de la planta hidroeléctrica de Kajovka, resultando en una descarga incontrolada de agua en el río Dniéper”, denunció el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia.
La teoría de Ucrania es que Rusia hizo volar la presa para, entre otras cosas, “crear obstáculos insuperables en el camino del avance de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, según el asesor de la Presidencia, Mijailo Podolyak.
Durante la reunión de urgencia, Ucrania acusó a Rusia de llevar meses preparando el terreno para la destrucción de la presa y de buscar ahora “culpar a la víctima por sus propios crímenes”.
Este es un acto terrorista contra una infraestructura crítica ucraniana
“Este es un acto terrorista contra una infraestructura crítica ucraniana que busca causar el mayor número de bajas civiles y la mayor destrucción posible”, subrayó el embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya.
Pese a la inmediata condena internacional por parte de la Unión Europea (UE) y de la Otán de la destrucción “por parte de Rusia” de esta infraestructura civil, algunos medios occidentales han comenzado a advertir que imágenes de satélite tomadas entre el 28 de mayo y el 5 de junio muestran que la presa sufrió daños en los días previos.
Foto divulgada por la empresa estatal Ukrhydroenergo muestra la presa hidroeléctrica de Kakhovka que fue dañada en Nova Kakhovka. Foto:AFP
La rotura afecta a 14 localidades donde viven unas 22.000 personas, según el presidente del Gobierno impuesto por Moscú en la región, Andréi Alekseenko.
Hasta la noche del martes, más de 1.300 personas habían sido evacuadas de las áreas inundadas en la región de Jersón, indicó el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, que explicó que se han inundado 13 localidades en la margen derecha del río.
Ucrania teme, además, por las consecuencias ecológicas. Según la Presidencia, al menos 150 toneladas de aceite de motor fueron vertidas en el río Dniéper y existe el riesgo de fugas de otras 300.
Este martes se descartó también el riesgo en la central nuclear de Zaporiyia, que recibe agua de la presa para su refrigeración.