Las pistas con las que intentan dar con el paradero de Ana María Henao, la colombiana desaparecida en España

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Su exesposo David Knezevich es el principal sospechoso de su desaparición, por lo que fue arrestado el pasado sábado 4 de mayo cuando llegó a Miami desde Serbia, de donde es oriundo. 

Con su captura, y otra serie de pistas como chats e imágenes de video del apartamento en el que residía Henao, la policía espera encontrar datos que le ayuden a saber qué ocurrió con la ciudadana colombiana, mientras su familia no pierde las esperanzas de encontrarla con vida.

El rastro de Ana María se perdió el pasado 2 de febrero después de que habló por teléfono con una amiga. Ese viernes por la noche, Ana María le comentó a su compañera que estaba cansada y que no tenía ningún plan en particular. 

En ese momento, se encontraba en el apartamento que había alquilado desde principios del año en Madrid, exactamente en Salamanca, un barrio residencial de gente de altos recursos económicos. 

Conversaron de las casas que ella había visitado, pues se iba a mudar en marzo, cuando se acababa su contrato de arrendamiento, e hicieron planes para un viaje que emprenderían juntas a Barcelona el lunes siguiente. Esa fue la última conversación que Ana María sostuvo.

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La investigación se centra ahora en su exesposo, con quien se había casado trece años atrás. La pareja vivía en la Florida (Estados Unidos), a donde ella se había mudado desde Colombia, y habían montado varias empresas —de tecnología y de finca raíz—, que eran muy productivas. 

Según los detalles que se conocen hasta ahora, Knezevich tiene 35 años y es un empresario reconocido en el sector tecnológico con una carrera de al menos 17 años. Se graduó de Ciencias de la Computación en la Universidad de Ciencias Educativas de Belgrado, la capital serbia, y trabajó para compañías como Telx. Se le conoce también por ser fundador y CEO de la compañía EOX Technology Solutions.

La pareja había roto desde el verano pasado y el divorcio se había complicado porque no se ponían de acuerdo en la repartición del patrimonio. Mientras ella creía que debían dividirse por mitades, él pretendía que Henao se quedara con un porcentaje inferior. Específicamente, solicitaba el 75 por ciento del patrimonio para él.

La situación se agravó hasta tal punto que el estado anímico de la colombiana se afectó y necesitó ayuda profesional tras entrar en una honda depresión. Después, decidió tomar distancia y mudarse a Madrid, una ciudad que le encantaba y donde ya tenía amigas. En la capital española estaba mucho más animada y, según su familia, tenía la expectativa de quedarse a largo plazo.
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Documentos del FBI aseguran que Henao tenía miedo de su expareja y que creía que el la vigilaba.

Lo que se supo de Ana María después de la conversación telefónica es que desde su celular salieron dos mensajes al día siguiente: uno en inglés y otro en español, aunque ambos con el mismo texto: “Conocí a una persona muy chévere. Tiene una casa de recreo a unas dos horas de Madrid. Ahora nos vamos y pasaré unos días ahí. Casi no hay señal. Te marco cuando vuelva”. 

Las amigas que los recibieron sospecharon de inmediato. Por una parte, Ana María no se expresaba de esa manera. Y, por otra, no estaba buscando ninguna relación. Al contrario, quería estar tranquila y sola por un tiempo.

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Su amiga de España la estuvo llamando, pero ella nunca contestó. El domingo 4 de febrero, el teléfono de Ana María ya no daba señales, por lo que su amiga ó a la policía y a la familia de la colombiana, que reside en la Florida. 

Lo siguiente fue la intervención de las autoridades. Los bomberos entraron a la vivienda de la mujer en Salamanca, pero no la encontraron. No había signos de violencia ni estaba forzada la puerta. Una vecina contó que antes de irse a dormir, a la una y media de la mañana, había visto la luz encendida en el apartamento de Ana María.

El hermano de la colombo-estadounidense se ó dos veces con David. Al principio este no contestó y después le aseguró que no sabía qué había podido sucederle. En la segunda ocasión, la familia le pidió ayuda económica para viajar a Madrid o para contratar servicios legales que pudieran dar con el paradero de Ana María, pero Knezevich contestó que ese no era su asunto.

Hay varios detalles extraños. El día de la desaparición de Ana María, las cámaras de seguridad del edificio donde vivía aparecieron parcialmente pintadas y grabaron a una persona que llevaba un casco de moto puesto y un aerosol en la mano. Todo indica que quería cubrir los lentes pero no lo hizo bien, por lo que las cámaras igual lograron captar la escena.

“El hombre, que se parece a David Knezevich, mira directamente a la cámara”, señala el documento de recopilación de pruebas que presentó la semana pasada el FBI en el tribunal del distrito sur de Florida. 

Una hora más tarde, las imágenes de esas mismas cámaras muestran una figura, que también tiene rasgos similares a los de Knezevich, saliendo del edificio situado en la calle Francisco Silvela con una maleta. Una de sus características más notorias es que el sujeto que sale del edificio mide cerca de dos metros.

La Policía Nacional de España, que ha colaborado con el FBI, ubicó el local donde fue adquirido el espray, muy cerca de la residencia de Ana María. 

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El documento de la corte de Florida da cuenta de que la Policía española obtuvo la copia de la cámara de seguridad de dicha tienda. En las imágenes aparece "un individuo que parecía ser Knezevich" comprando la misma marca de pintura y dos rollos de cinta adhesiva al mediodía de ese 2 de febrero.

Las autoridades que le siguen el rastro a Knezevich determinaron también que el serbio viajó de Miami a Turquía el 5 de enero y luego se desplazó a su país de origen. El 30 de ese mes, alquiló un carro en Serbia, que luego devolvió el 5 de febrero. 

El encargado del local explicó que el hombre le había devuelto el automóvil con las ventanas oscurecidas, cambios en el marco de la placa y un recorrido de 7.000 kilómetros, una cantidad muy considerable (entre Madrid y Serbia hay unos 2.600).

Por otra parte, un vecino que residía cerca al edificio de Ana María había denunciado el robo de la placa de su carro. Esa misma placa fue registrada por esos días en dos peajes: uno de ellos situado en las afueras de Madrid.

Otro asunto inquietante es que David le pidió a una colombiana conocida que le tradujera algunos mensajes en “colombiano”. Aparte de aquel en que cuenta que se va a una casa de recreo, había otro donde aseguraba que estaba encantada con ese hombre, con quien se cruzó caminando al salir de una terapia. “Él se acercó a mí. Increíble conexión, como no la había tenido nunca”, contaba. 

Knezevich le había dicho a su amiga que se trataba de una ayuda relacionada con un guion. "Tengo un amigo escritor y en su último libro hay un personaje colombiano. ¿Serías capaces de traducir sus frases a un perfecto colombiano?", le pidió el serbio.
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Pero cando esta se enteró de la desaparición de Ana María, se dio cuenta de que los mensajes que ella había ayudado a traducir eran precisamente los textos que David le había solicitado. Fue entonces cuando se puso en o con las autoridades para revelarlo.
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Hay más elementos que llevaron a la detención del serbio, que también tiene nacionalidad norteamericana. Una empleada de una de las empresas del matrimonio denunció que el hombre la obligó a hacerse pasar por su esposa para abrir una cuenta bancaria. Cuando ella le explicó que se sentía incómoda suplantando a la mujer desaparecida, Knezevich le contestó que era necesario hacerlo para pagar a los trabajadores.

Por otra parte, el 4 de febrero, dos días después de la desaparición de la colombiana, una voz femenina que se identificó como Ana María llamó a cancelar tres seguros de carros a nombre de las empresas que tenían en común. “En la llamada se oyen niños de fondo y la víctima no tenía hijos”, afirma el documento oficial.

Todas estas huellas llevaron a la detención de Knezevich en Miami el pasado 4 de mayo. Ese sábado, el hombre decidió regresar de Serbia a su residencia en Estados Unidos para hacerse cargo de sus negocios, pero fue arrestado en el aeropuerto internacional de Miami cuando llegaba en un vuelo procedente de Belgrado, si bien no opuso resistencia a la captura.

Su abogado siempre ha mantenido que Knezevich es inocente. Pero el serbio se enfrenta a cargos de secuestro y, en caso tal de comprobarse un asesinato, enfrentaría cargos por homicidio premeditado. El viernes, un tribunal de Florida negó su libertad bajo fianza y ordenó que permanezca en prisión preventiva por el riesgo de fuga. Esto debido a que su largo historial de viajes y su gran capacidad económica podrían facilitar su escape. 

En esa audiencia, el FBI reveló que las autoridades pudieron determinar que Knezevich se encontraba en Madrid al momento de la desaparición de la colombiana. Las autoridades también indicaron que dentro del apartamento de Henao se encontraron manchas de sangre que ya se sometieron a estudios de ADN.

La próxima audiencia contra el ciudadano serbio será la de lectura de cargos, que está prevista para el próximo 20 de mayo.

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Mientras tanto, según el diario digital español Voz Pópuli, las autoridades en España intentan determinar qué ocurrió con la maleta que llevaba el que parece ser Knezevich a su salida del edificio donde vivía Henao, pues una de las teorías es que el hombre habría sacado allí el cuerpo de la colombiana en la noche del 2 de febrero.

Así, las autoridades revisan las cámaras de la ruta por la que pasó Knezevich para determinar si el hombre se llevó la maleta hasta Serbia o si se deshizo de ella en el camino en algún punto entre Madrid y Zaragoza.

Los familiares de Ana María Henao se pronunciaron esta semana pidiendo justicia, al tiempo que expresaron su agradecimiento a las autoridades estadounidenses y españolas por los pasos dados en la investigación, entre los que se incluye la detención de Knezevich como sospechoso.

"Solo quiero justicia para mi hermana", dijo Felipe Henao, hermano menor de Ana María. Preguntado sobre lo que sospecha que puede haberle pasado a su hermana, Felipe evitó hacer conjeturas y señaló que prefiere que los investigadores realicen su trabajo y "atiendan a los hechos".

"Todavía estamos en shock por lo que está pasando. Me levanto cada mañana y me digo 'esto no puede ser real'", reveló con la voz entrecortada el hermano.
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Felipe recordó que gracias a Ana María él pudo migrar a Estados Unidos y que estuvo alojado en su casa durante sus primeros años en este país. ​"Mi hermana es una persona excepcional, que llena de luz cada habitación en la que entra".

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También añadió que Ana María planeaba crear una organización a favor de mujeres en situación de vulnerabilidad y que ambos mantuvieron una conversación telefónica por última vez el pasado 24 de enero, durante la cual Ana María se mostró "emocionada por su futuro".
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Aunque evitó hacer referencias a quien fue su cuñado, sí dejó claro que la familia desea con todas sus fuerzas que Ana María aparezca. “Yo espero que podamos saber de mi hermana pronto”, dijo, y pidió que “si alguien tiene alguna información” se ponga en o con ellos.

JUANITA SAMPER OSPINA - EL TIEMPO - MADRID