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Las 'cartas' que jugó Liz Truss para frenar descontento por política económica
Retiró el grueso de su plan fiscal y designó a Jeremy Hunt como ministro de Economía.
La primera ministra británica, Liz Truss, recurrió el viernes a un doble movimiento despeserado para tratar de restaurar la confianza en su gobierno a la deriva: cesó a su íntimo aliado y ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, y renunció a uno de los pilares de su plan fiscal.
Tras apenas 38 días al frente del Ejecutivo británico, Truss parece acorralada por los mercados y por sus propios compañeros del Partido Conservador. La masiva bajada de impuestos que presentó Kwarteng el 23 de septiembre desató una tormenta que hasta ahora ha sido imposible de parar.
Por eso, pese a que la propia Truss basó en el plan fiscal toda su campaña de las primarias conservadoras para suceder a Boris Johnson, se vio obligada a convertir a su amigo Kwarteng en el chivo expiatorio y a “servir su cabeza” para aplacar a los inversores que desconfían del rumbo financiero del país.
Kwarteng dejó claro que había sido cesado, y no que hubiese dimitido por voluntad propia, pero pareció tomarlo con deportividad en una carta dirigida a la propia jefa del Gobierno.
Kwasi Kwarteng, exministro de finanzas de Reino Unido fue destituido por malas reacciones a su plan fiscal, Foto:EFE
“Hemos sido colegas y amigos durante muchos años. Durante ese tiempo he visto tu dedicación y determinación. Creo que tu visión es la adecuada. Ha sido un honor servir como tu primer ‘canciller’”, escribió quien ya es el segundo ministro de Economía más breve de la historia del Reino Unido.
La destitución de su ‘canciller del Exchequer’ tiene una trascendencia difícil de exagerar. Kwarteng es el compañero de viaje de Truss, con quien coescribió su manifiesto ‘Britannia Unchained’ en 2012 para reclamar una descarga ultraliberal en el Reino Unido y, además, se trataba de su lugarteniente en el Ejecutivo.
Para reemplazarlo, la primera ministra ha buscado un perfil esencialmente opuesto. El nuevo titular de la cartera, Jeremy Hunt, encarna de muchas formas el ‘establishment’ contra el que Truss asegura luchar y envía cierto mensaje de normalización y experiencia a los mercados.
Tras haber aspirado infructuosamente dos veces a liderar el Partido Conservador, en 2019 y 2022, Hunt asume las riendas con el compromiso de conseguir la estabilidad financiera al tiempo que promueve el crecimiento, verdadera obsesión de su jefa.
Durante casi una década Hunt estuvo al frente ininterrumpidamente de los ministerios de Cultura, Sanidad y Exteriores, aunque su presencia en el gabinete se truncó tras su derrota ante Boris Johnson en la carrera por el liderazgo ‘tory’ en 2019.
Tras el cese de Kwarteng, había mucha atención sobre los anuncios que podía realizar Truss en la rueda de prensa que convocó a primera hora de la tarde de ayer.
Liz Truss en la rueda de prensa posterior a la destitución del ministro de finanzas. Foto:EFE
Conseguiremos el crecimiento fuerte y sostenido que puede transformar la prosperidad de nuestro país para las próximas generaciones
La primera ministra reconoció que los mercados le han doblado la mano y que no le quedaba más remedio que rectificar su plan fiscal. “Está claro que partes del ‘minipresupuesto’ (que presentó Kwarteng el 23 de septiembre) fueron más lejos y más rápido que lo que los mercados esperaban”, dijo Truss en una corrección de 180 grados sobre lo que había prometido desde que asumió como primera ministra, el 6 de septiembre.
Por ello, decidió mantener la subida del impuesto de sociedades del 19 % al 25 % que el anterior Ejecutivo de Boris Johnson había anunciado, pese a haberse comprometido a anular el alza.
Ha sido un honor servir como tu primer canciller
La subida permitirá recaudar 18.000 millones de libras adicionales (20.700 millones de euros), que utilizarán para enjugar la deuda a medio plazo. Pero Truss sorprendió por la brevedad de su intervención ante la prensa.
“Tenemos que actuar ahora para asegurar a los mercados que tenemos responsabilidad fiscal”, señaló, y añadió que hará “lo que sea necesario” para conseguir que la deuda caiga en el medio plazo.