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Bruselas y Londres intentan un reacomodo geopolítico tras el ‘brexit’
Replantean sus relaciones mutuas y su papel mundial tras el divorcio total entre ambas partes.
El primer ministro británico, Boris Johnson (I), es recibido por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen (D) en la sede de la UE en Bruselas. Foto: Olivier Hoslet. AFP
El retumbar de campanas del famoso Big Ben, el reloj de la torre del Palacio de Westminster, centro del poder británico, despidió el año viejo, pero además marcó el fin de una era histórica británica, por la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea (UE), en medio de las amenazas de la primera ministra de Escocia de buscar la independencia de Londres y volver al bloque.
No hubo fiestas, pero tampoco protestas. Todo un anticlímax. Tan solo se vieron en los alrededores del emblemático reloj, que había estado silenciado por más de un año de trabajos de reparaciones.
Así se cerraba el dramático año de negociaciones de los parámetros del futuro de la relación británica con sus socios europeos, con quien logró firmar un acuerdo comercial en la víspera de Navidad, y su posterior ratificación en ley del Reino Unido por el Parlamento en una sesión extraordinaria realizada en Westminster el miércoles pasado.
“Este es un momento histórico”, anunció, al filo de la media noche, el primer ministro británico, Boris Johnson, desde su despacho del 10 de Downing Street. "Tenemos nuestra libertad en nuestras manos y depende de nosotros aprovecharla al máximo", proclamó Johnson, en un intento por disipar temores sobre los posibles efectos nefastos de la salida británica del bloque europeo, al cual pertenecía desde hace 48 años.
A unos 125,5 kilómetros del centro londinense, el puerto de Dover y en la entrada del Eurotúnel, cruces desde Inglaterra a Francia, era la protagonista ayer la realidad esa nueva era de la que hablaba el gobernante británico, en referencia al llamado 'brexit', como se conoce la ruptura británica, iniciada en junio del 2016, cuando un Reino Unido divido aprobó un referéndum de salida, promovido por anti europeístas, incluyendo al propio Johnson.
En Dover, no parecía tampoco haber muchas novedades, contadas tractomulas hacían una fila lenta y espasmódica, en la que funcionarios aduaneros revisaban documentos de exportación, papeles del vehículo y documentos personales de sus tripulantes.
En esas horas iniciales, no se vieron ni el caos ni los bloqueos de vías que había vaticinado los detractores del acuerdo, que incluye controles aduaneros, limites al libre transito de personas y productos entre ambos lados del Canal de la Mancha, que antes eran inexistentes. Esta tranquilidad se explica porque el gobierno de Johnson decidió no imponer estrictas de control fronterizo en los próximos seis meses.
“Tenemos nuestra libertad en nuestras manos y depende de nosotros aprovecharla al máximo”, proclamó Johnson, en un intento por disipar temores sobre los posibles efectos nefastos de la salida británica del bloque europeo, al cual pertenecía desde hace 47 años.
¿Qué viene para ambas partes? Por el lado del bloque europeo, analistas aseguran que el 'brexit' puede ser una oportunidad.
En el plano económico, la aprobación del enorme acuerdo europeo sobre el plan de recuperación pospandemia, que crea una deuda común, habría sido sin duda mucho más difícil con el Reino Unido como miembro.
“Con los británicos ni siquiera habríamos podido discutir” sobre el multimillonario plan de reactivación, estimó el historiador Robert Frank, autor de un libro dedicado a las relaciones angloeuropeas. Como lo reconocen medios europeos, este podría ser un escenario ideal de recuperación económica para la UE, afectada por la pandemia de covid-19, con el fondo de recuperación de 7.000 millones de euros.
Además, también podría ser un escenario de cooperación multilateral para la UE.
Pierre Vimont, exrepresentante de Francia ante la UE, opinó que Londres querrá seguir teniendo una “relación especial con Francia y Alemania, y esa pareja franco-alemana no quiere romper esa relación”. Al parecer, la esperanza del Reino Unido es “volver a entrar por la ventana a las discusiones diplomáticas europeas”, bromeó.
Por el lado de Londres, para los defensores de la salida británica del bloque europeo, encabezados por el propio Johnson, el país ha logrado la recuperación de la independencia, de la soberanía y de del control de las decisiones, que hasta ahora debían estar supeditadas al mandato comunitario representado en la Unión Europea.
A la luz de texto del acuerdo de 2 mil páginas firmado a último minuto, se auguran nuevos controles de inmigración, el mantenimiento de la alineación regulatoria, el estado de las industrias de servicios, pesca, a bases de datos, cooperación en defensa y, quizás sobre todo, el lugar ambiguo de Irlanda del Norte dentro del trato entre Londres y Bruselas.
Contrariamente, los pro europeos británicos ven en el 1 de enero de 2021 como la fecha que marca “un trágico error nacional”, como lo calificó en su editorial el periódico londinense The Guardian.
En eso coinciden analistas como Stephen Bellas, experto en el tema del 'brexit' y profesor del London South Bank University, para quien su país no debió independizarse de la UE.
“Hemos quedamos a la deriva”, dijo Bellas a EL TIEMPO, el referir que sin el respaldo europeo los británicos están desprotegidos en un mundo económico controlado por los poderosos de asiáticos, liderados por China por un lado, Estados Unidos y la Unión Europea por el otro.
Los funcionarios controlan la carga desde Escocia cuando los camioneros desembarcan de un ferri en el puerto de Larne en el condado de Antrim, Irlanda del Norte, el 1 de enero de 2021. Foto:Paul Faith. AFP
Sturgeon amenaza
La otra preocupación tiene que ver con las amenazas a la propia existencia del Reino Unido. Según The Guardian, muchos de los partidarios del 'brexit' más fanáticos esperaban que la salida del Reino Unido desencadenara la ruptura de la Unión Europea. Pero en la práctica lo que ha ocurrido es que los 27 países de la UE han cerrado fila frente a las demandas británicas.
Al interior del Reino Unido, los expertos creen que todo el tema alrededor del 'brexit' dejo al descubierto las divisiones intestinas. Al 'brexit' se opusieron mayorías en Escocia, Irlanda del Norte, Londres y otras ciudades, así como la mayoría de los jóvenes y la mayoría de los graduados, recordó Bellas, al explicar que hay altas posibilidades de que Escocia llame a referéndum de independencia de la Corona británica, para lograr su adhesión la UE, de ganar la reelección la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, quien fue enfática en asegurar que “Escocia volverá pronto, Europa. Mantenga la luz encendida”.
Del otro lado está Irlanda del Norte, que es la única nación del Reino Unido, que tiene frontera física con Europa. El divorcio con el bloque europeo podría costarle a la economía regional unos 80.000 millones de euros [72.000 millones de libras esterlinas], por controles y declaraciones, burocracia y papeleo, costos y retrasos", dijo el ministro Relaciones Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, al asegurar que no hay nada que festejar este inicio de año.
En el lado europeo, se vivió un ambiente de alivio, luego de los largos cuatro años y medio de negociaciones tras la petición de salida británica de la Unión Europea, que redireccionará sus esfuerzos a la recuperación económica de la región afectada por la pandemia de covid-19, con el fondo de recuperación de 7 mil millones de euros, que será distribuido entre préstamos y ayudas a los países y regiones europeas más afectadas con el mal, según expertos del bloque comunitario.
Por su lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, usó su mensaje de Nochevieja para cuestionar los alcances del 'brexit', calificándolo de producto de "mentiras y falsas promesas" y de manera sutil se auto declaró defensor de los intereses europeos. De hecho, envió al ministro francés de Asuntos Europeos, Clement Beaune, al puerto de Calais, para inspeccionar las operaciones de control fronterizo de los vehículos que llegaban del Reino Unido.
Allí Beaune aseguró que “Francia estará atento a la implementación de un acuerdo comercial posterior al 'brexit' alcanzado la semana pasada entre Gran Bretaña y la Unión Europea”.
"Este acuerdo debe ser respetado muy estrictamente y también debe contribuir a desarrollar nuestra cooperación con Gran Bretaña en todos los sectores, incluida la pesca", recalcó.
En el camino, el divorcio lo sentirán los ciudadanos, tanto los británicos que deseen vivir en Europa o los europeos podrán residenciarse en el Reino Unido, deben solicitar visado. Lo que hizo que el propio padre del primer ministro británico, Stanley Johnson, de 80 años, quien había votado a favor que el Reino Unido se mantuviera en la UE, haya solicitado la ciudadanía sa, que le daría derechos y libertades en Europa ahora inaccesible para la mayoría de los británicos.