En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Exclusivo suscriptores
¿Qué pasaría si en Santiago de Chile lloviera tanto como llueve en Bogotá?
En Santiago se genera emergencia cuando llueve una tercera parte de las precipitaciones de Bogotá.
Ciudad de Hualqui, en el centro de Chile, tras las fuertes lluvias que causaron el desbordamiento del río Biobío. Foto: AFP
“Santiaguinos sorprendidos con la lluvia” es el titular televisivo que refleja una realidad que, aunque saca algunas burlas en las ciudades del sur de Chile, muestra lo poco acostumbrada que está la población a este fenómeno que, en los últimos días, ha dejado una ola de destrucción en localidades periféricas a causa del sistema frontal que llega en pleno invierno.
Las intensas lluvias ocasionaron la crecida del río Mapocho, que atraviesa la ciudad, y del río Maipo, que se desbordaron en algunas zonas, trayendo a la memoria el temporal de 1982. Ambos afluentes registraron importantes niveles de turbiedad como consecuencia de los aluviones y derrumbes que dejó la emergencia climática y que amenazó el suministro de agua potable para 34 barrios de la región metropolitana. Además de producir el corte de la ruta 68 que comunica Santiago con ciudades como Viña del Mar y Valparaíso.
Un panorama que se registró cuando, según datos de la Dirección General de Aguas, habían llovido 150 milímetros hasta el momento, una cifra diametralmente inferior al nivel de lluvias que soportan otras ciudades latinoamericanas por esta época, incluida Bogotá.
“Llueve en invierno acá en la zona central de Chile pero, no de la forma en que cayó en esta oportunidad. No estamos acostumbrados. Esto se debió a un sistema frontal que en el fondo son nubes que llegan desde el océano, pero en esta ocasión se extendió miles de kilómetros hacia el oeste y, por lo tanto, su paso fue en varios días”, señala a EL TIEMPO Arnaldo Zúñiga, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).
Lluvias en Chile. Foto:AFP
Según la DMC, Santiago podría registrar su año más lluvioso de los últimos 7 años en un contexto de mega sequía que ha hecho que la capital chilena se aleje de los valores pluviométricos normales, en los que debería recibir anualmente 312 milímetros de lluvia, una tercera parte de lo que normalmente llueve en Bogotá, en donde, cada año, caen 1.000 milímetros de agua aproximadamente, dependiendo del fenómeno de variabilidad climática, en el que incluso se pueden alcanzar los 1.200 a 1.500 mm cuando ocurre el Fenómeno de La Niña.
Llueve en invierno acá en la zona central de Chile pero, no de la forma en que cayó en esta oportunidad. No estamos acostumbrados
“Las lluvias en la ciudad de Bogotá están asociadas al doble paso de la Zona de Confluencia Intertropical (ZCIT) de norte a sur y de sur a norte por Colombia y de la vaguada ecuatorial, estos son sistemas que conllevan densa nubosidad que favorecen precipitaciones”, explica la meteoróloga Mery Fernández a EL TIEMPO.
En el caso de Chile el aumento de lluvias en esta oportunidad estuvo ligado a que una masa de aire más cálida de lo habitual hizo que cayeran precipitaciones en una época del año en la que habitualmente cae nieve.
“Eso es lo que se llama isoterma cero alta. Los cero grados se elevaron mucho y llovió en el sector alto de la cordillera y se potenció con lo que se denomina un río atmosférico. Eso hizo que fuera tan intenso y toda esa agua lógicamente bajó y como los ríos tienen memoria y trataron de mecanizar su curso natural histórico”, señala Zúñiga.
Lluvia en bogota por la av. Dorado entre las cra. 50 y la av. cali. Foto:Milton Diaz / EL Tiempo
Fallas de ordenamiento territorial y prevención
Pero, más allá de los fenómenos meteorológicos, hay razones que explican el nivel de caos que queda en la capital chilena cuando llegan las lluvias. Y es que a pesar de permanecer, por varios años, en los primeros lugares del ranking del medio británico The Economist de las mejores ciudades del mundo para vivir, en Latinoamérica, en el que uno de los aspectos evaluados es la infraestructura, las fallas en la planificación y el ordenamiento territorial son una deuda pendiente en Santiago.
Para Michel De L'Herbe, consultor en gestión de emergencias en Chile, a estas fallas se suma un sistema de emergencias fragmentado y al que le falta actualizarse. “Es un sistema que requiere modernización y donde existen resistencias al cambio. Donde, por ejemplo, el eslabón más relevante que tiene que ver con la comunidad organizada y entrenada, que esté coordinada con gobiernos locales fortalecidos es un elemento que no se ha trabajado debidamente”, asegura a EL TIEMPO.
De L'Herbe asegura que es complejo cuando, en materia estructural, se habla de infraestructura porque, en el caso de Santiago es más antigua, y de alto costo poder modificarla, por lo cual se debe apelar a fortalecer la preparación comunitaria y los gobiernos locales.
La situación en Chile tras las recientes lluvias pesadas ha generado deslizamientos que en algunos casos se han llevado consigo viviendas pic.twitter.com/pCMNgrHGVD
“Entregar facultades, recursos económicos, pero también comprender que hay que anticipar y eso implica, entre otras cosas, planificar bien las ciudades. Esto probablemente es un elemento que no solamente demanda la urgencia en Chile, sino que también especialmente en nuestra región de América Latina, obviamente también Centroamérica y el Caribe”, destaca el experto.
En Bogotá, el Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y cambio climático (IDIGER) es la entidad encargada de activar los planes de emergencia y contingencia y de socializar las recomendaciones asociadas al impacto por lluvias entre las que se destaca la limpieza de canales, canaletas y bajadas, además del monitoreo de rocas inestables y del movimiento en las laderas.
“La cercanía de los llanos orientales a Bogotá también incide en el ingreso continuo de nubes que ocasionan lloviznas sobre los cerros orientales bogotanos, es así que los habitantes de los barrios sobre los cerros conviven con frecuentes lloviznas mientras que el occidente goza de un clima un poco más seco”, explica Fernández.
Durante la última década el cambio climático se ha expresado a través de eventos extremos como sequías, olas de calor, y, en el caso de Chile, habitualmente en el invierno están llegando lluvias torrenciales que demandan una capacidad rápida de adaptación.
“Cuando precipita en forma normal, todos los sistemas de evacuación de agua soportan bien las cargas, pero cuando sobrepasamos en diez veces la cantidad de agua que cae normalmente en 24 o en 48 horas, el sistema no lo soporta. No solamente un sistema de diseño, sino también la geografía, la morfología de nuestro país, en el que tenemos muchos ríos, muchas quebradas, muchas cuencas, que alimentan los ríos”, explica el meteorólogo Zúñiga.
Cuando sobrepasamos en diez veces la cantidad de agua que cae normalmente en 24 o en 48 horas, el sistema no lo soporta
Sin embargo, los casi 14 años de sequía que afronta Chile han hecho que algunas comunidades se instalen en las laderas de los ríos, confiados en que no serán alcanzadas por su cauce, incumpliendo las regulaciones de no instalar infraestructuras en estas zonas vulnerables a las inundaciones.
Aunque, según los expertos, el nivel de lluvias que afecta a Santiago y a Bogotá responden a fenómenos geográficos y climáticos distintos, los eventos extremos, cada vez más frecuentes, que son producto del calentamiento global, podrían dar una noción para responder qué sucedería si en la capital chilena lloviera de forma tan torrencial como en la colombiana.