Una familia de Morón, provincia de Buenos Aires, Argentina, enfrentó un dramático episodio el pasado sábado en la calle Grito de Alcorta 1800, cuando se disponían a celebrar el noveno cumpleaños de su hijo Lorenzo. El festejo se vio abruptamente interrumpido por un violento asalto en el que perdieron no solo las pertenencias y el automóvil, sino también la tranquilidad y seguridad.
El incidente ocurrió aproximadamente a las 19:30, justo cuando la familia llegaba al salón de eventos. Una cámara de seguridad captó el momento en que, mientras descargaban el carro, dos asaltantes en motocicleta los abordaron. Uno de los delincuentes, armado, amenazó a la familia y se llevó el vehículo cargado con la comida, las decoraciones y documentos vitales para unas vacaciones planificadas.
Natalia, la madre de Lorenzo, compartió en una entrevista con LN+ la difícil situación: “Mi hijo no pudo festejar su cumpleaños. Se llevaron todas las cosas que estaban en el auto. Nosotros habíamos traído la bebida el día anterior, por suerte el dueño del salón, los padres de los compañeritos del colegio y los mismos chicos lo contuvieron a Lorenzo”.
Por su parte, Mariano, el padre, describió el ataque con detalle: “Estábamos yendo al salón del cumple de mi hijo, estacioné el auto para bajar las cosas, toqué el timbre para que nos abran y en ese interín pasaron dos chicos en moto, uno se bajó armado, me encañonó, me sacó las llaves del auto, la billetera, plata, el auto todo cargado y se llevaron todo”.
El video de seguridad muestra a Natalia intentando recuperar su cartera al abrir la puerta del carro, justo cuando los ladrones arrancaban el vehículo con la puerta aún abierta.
La desesperación de la situación fue evidente y, según Natalia, es reflejo de una serie de robos previos: “Es difícil vivir así, desde 2021 sufrí tres robos de auto. Uno en Morón, el otro en San Justo, y la policía no da abasto. Ayer en las diferentes comisarías en las cuales tuvimos que hacer las denuncias, había mucha gente por lo mismo, robos y más robos. Siento bronca, impotencia y a los hechos me remito, los delitos no están bajando”.
El robo no solo implicó la pérdida material, sino también un impacto emocional significativo, especialmente para Lorenzo. “A Lorenzo le explicamos que no siempre es así, que tuvimos la mala suerte que nos tocó a nosotros. Está con miedo, duerme conmigo. En cuanto a las vacaciones, no sé si nos podremos ir debido a que no sé si finalizarán los trámites de los documentos y de las tarjetas bancarias”, comentó Natalia sobre el efecto del robo en su hijo.
Mariano expresó su frustración con la situación de seguridad en su localidad: “Reclamos sobran, porque pagamos impuestos para que nos cuiden, y eso no sucede. Vivimos pagando seguros altísimos, sobrevaluados porque vivimos en zona de riesgo, seguros de la casa, tenemos cámaras de seguridad, alarmas, pinches, ya no sabemos qué más hacer”.
Este incidente resalta una creciente preocupación por los robos en la zona, como señaló Natalia al mencionar que las comisarías locales estaban llenas de personas reportando incidentes similares.
La familia ahora enfrenta no solo la pérdida de sus bienes, sino también la incertidumbre sobre sus vacaciones planificadas, dependiendo de cuánto se demore la reposición de documentos y tarjetas bancarias.
María Cabrera
La Nación (Argentina) / GDA
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.