Asia, el continente más sensible a las mafias / Una vuelta al mundo

Un informe sobre el crimen organizado en el planeta, las tensiones una próxima reunión entre Estados Unidos y México y la falta de representación de las mujeres durante la Asamblea General de Naciones Unidas son algunas de las noticias más importantes de esta última semana.

Aquí se las contamos.

El índice que maneja la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional indica que los continentes más afectados por las mafias en relación con su capacidad para resistir o contrarrestar las actividades de este tipo son en su orden Asia, África y América. Pero cuando se cuenta país por país, el listado negativo lo lidera Birmania, seguido por Colombia, México y Paraguay. El crimen más extendido en el mundo es la trata de personas.

De los 190 oradores participantes en la pasada Asamblea General de la ONU, solo 20 fueron mujeres, tres menos que el año pasado, lo que confirma los problemas que hay para cumplir uno de los objetivos del milenio: el que ellas tengan mayor participación en órganos en los que se toman decisiones. De hecho, la misma Secretaría General evidencia el problema: nunca una mujer ha sido titular en dicho cargo.

El diálogo de alto nivel entre México y Estados Unidos que se inició el viernes ha resultado bastante complejo para las partes, especialmente la mexicana, que ha tenido que salir a aclarar que el presidente Andrés Manuel López Obrador no minimiza la crisis de violencia que sacude a varios estados, y que su istración hace lo que puede para frenar el tráfico de fentanilo, que se cobra la vida de miles de estadounidenses. Esto porque arrecian las críticas de los republicanos.

Hoy puede ser un día crucial para la definición de la campaña presidencial en Ecuador, cuando se cumpla el debate para la segunda vuelta entre la heredera del presidente Rafael Correa, Luisa González, y el empresario Daniel Noboa. Aunque González tuvo una mayor votación en primera vuelta, los sondeos ubican a Noboa ocho puntos por encima en la intención de voto, aunque la diferencia viene acortándose.

EDUARD SOTO

EDITOR MESA CENTRAL

EL TIEMPO