El reto de Biden en EE. UU. y otras proyecciones del mundo en el 2021

La llegada de los demócratas a la Casa Blanca en EE. UU. será uno de los puntos de inflexión en el arranque del 2021. Los ojos del mundo estarán puestos el 20 de enero en la ceremonia de posesión del presidente electo, Joe Biden, y la vicepresidenta electa, Kamala Harris.

La dupla que ganó las elecciones del 3 de noviembre a Donald Trump y Mike Pence buscará no solo “reunificar” y “sanar” al país, sino retornar el rol proactivo en el mundo liberal y que EE. UU. lideró desde 1945.

Con su promesa de regresar al multilateralismo para recuperar el liderazgo de EE. UU. en el mundo, la nueva istración manejará temas estratégicos que requieren de esfuerzos colaborativos como la pandemia, el cambio climático, la proliferación nuclear, las crisis humanitarias y la seguridad.

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Biden prometió un acercamiento con aliados tradicionales de Europa, para contrarrestar el avance geopolítico de Rusia, teniendo una posición más dura frente a Moscú. De otro lado, tendrá que lidiar con la abierta confrontación con China que dejó el gobierno Trump.

De igual manera, ya anunció que retornará a los acuerdos de cambio climático de París y los tratados de límites al desarrollo nuclear de Irán, así como al control de misiles nucleares con Rusia.

En cuanto a sus relaciones con América Latina, se prevé que la istración Biden muestre un mayor protagonismo apoyando las democracias y frenando las dictaduras de la región.

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Bajo este panorama, el demócrata se ha mostrado abierto en dialogar con países como Cuba y Venezuela.

Los asesores de Biden calificaron la situación en Venezuela como el mayor desafío diplomático que enfrentará en el hemisferio occidental. Incluso, según le dijeron altas fuentes a la agencia Bloomberg, Biden espera adelantar algún tipo de negociación con el régimen para tratar de cambiar la estrategia que Trump ha tenido sobre este país.

En cuanto a Colombia, el demócrata dijo en una entrevista con EL TIEMPO que el país será una de las prioridades para Washington. La lucha contra los cultivos ilícitos seguirá siendo un tema crucial en la agenda demócrata. También se espera que Biden suba la presión para que se implemente el acuerdo de paz.

En un contexto en el que EE. UU. se encuentra más polarizado que nunca, Biden y Harris tendrán no solo que lidiar con la crisis económica y sanitaria que desató la pandemia del coronavirus, sino también con el fantasma de Trump, que promete mantenerse vigente en la agenda política estadounidense, insistir en que el supuesto fraude electoral y, muy probablemente, apuntarles a las elecciones del 2024.

Biden –que escogió un gabinete diverso– dijo que tan pronto asuma el poder priorizará la lucha contra la covid-19. De hecho, ya anunció algunas de las medidas, como pedirles a los estadounidenses que usen tapabocas por 100 días y solicitar más ayuda al Congreso para aliviar la economía.

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Biden y Harris también buscarán tomar medidas contra la injusticia social y el racismo sistémico que llevó a masivas protestas en EE. UU. por casos de violencia policial, como el de George Floyd, un afroestadounidese que murió a manos de la policía.

Los ecuatorianos votarán el 7 de febrero para elegir el reemplazo del actual mandatario, Lenín Moreno, que no buscará la reelección.

Entre los nombres que suenan para ser sus sucesores están el del economista Andrés Arauz, candidato de la alianza de izquierda Unión de la Esperanza (Unes) y delfín del exmandatario Rafael Correa, así como el del empresario de centro-derecha Guillermo Lasso, quien lidera, por ahora, la intención de voto con un 26,1 por ciento, según un sondeo de Cedatos.

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Perú, inmerso en una crisis política tras la renuncia o destitución de tres presidentes en cuatro años entre denuncias de corrupción, tiene el 11 de abril una cita fundamental en las urnas.

Sin embargo, el hecho de que entre las candidaturas estén Keiko Fujimori y el expresidente Ollanta Humala, ambos investigados por casos de corrupción, desmotiva a un país que parece acostumbrarse a forzar la salida de sus mandatarios. El presidente transitorio, Francisco Sagasti, dice que no participará en comicios.

El inicio del 2021 será turbulento para Venezuela. Luego de ganar unas cuestionadas legislativas, el chavismo espera retomar el control (desde el 5 de enero) del que hasta ahora ha sido el baluarte de la oposición: la Asamblea Nacional.

El líder opositor Juan Guaidó y sus aliados pidieron más presión sobre Nicolás Maduro y solicitaron que se mantenga el reconocimiento de Guaidó y del Parlamento elegido en el 2015.

Los chilenos tienen otra cita en las urnas en el 11 de abril, día en el que deben votar para elegir los 155 que integrarán la Convención Constitucional que redactarán nueva la Carta Magna que reemplazará a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

Además, enfrentarán presidenciales y parlamentarias del 21 de noviembre, unos comicios percibidos como el inicio del cambio que desde hace más de un año fue el clamor de cientos de chilenos en las calles.

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De otro lado, en Nicaragua, Daniel Ortega, que en enero completa 14 años seguidos de su segunda etapa como presidente de Nicaragua, tendrá en los comicios del 7 de noviembre un seguro, gracias a sus férreos parlamentarios, para seguir en el poder.

La Asamblea Nacional, controlada por sandinistas, aprobó una ley que vetará las candidaturas de quienes encabecen o financien un golpe de Estado, alteren el orden constitucional y/o aplaudan la imposición de sanciones internacionales contra el Estado y sus ciudadanos.

Después de arduos meses de negociaciones para lograr un acuerdo que regulara la relación comercial después del brexit, el divorcio británico de la Unión Europea (UE), que se materializó el pasado 31 de enero después del referendo del 2016, el Reino Unido saldrá del mercado único y la unión aduanera este 1.° de enero.

Lo hará tras el periodo de transición acordado hasta el 31 de diciembre. Con el nuevo acuerdo comercial, pactado in extremis el jueves pasado, la Unión Europea ofrece a su exsocio un inédito sin aranceles ni cuotas para su inmenso mercado de 450 millones de consumidores.

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El papa Francisco viajará a Irak del 5 al 8 de marzo, su primera gira internacional desde el inicio de la pandemia, para una visita histórica a uno de los países que más han sufrido por las guerras.

Con el anuncio del viaje, recibido como una sorpresa, el pontífice desea confirmar su voluntad de diálogo con el mundo islámico. Se espera que el sumo pontífice vaya a la llanura del Nínive, ocupada por el Estado Islámico (EI) entre 2014 y 2017, que proclamó Mosul como la capital de llamado “califato”. Se trata, por lo tanto, de una visita emblemática que “simboliza un gesto de cercanía hacia toda la población de ese país”, destacó Vatican News.

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En Cuba le llaman el Día Cero, pero se trata del 1.° de enero de 2021, cuando entrará en vigor una reforma monetaria y salarial que, según expertos, será dolorosa pero necesaria para la economía de la isla.

A partir esa fecha, la isla unificará su moneda, como parte de un paquete de medidas destinadas a corregir distorsiones de la economía del país. 

(Lea aquí: Cuba unificará su moneda a partir del primero de enero de 2021).

El Día Cero desaparecerá el peso convertible (CUC, igual al dólar) y permanecerá el peso cubano (CUP) a un tipo de cambio único de 24 por dólar. Con la unificación de sus monedas, el país dirá adiós a un sistema que ha funcionado desde hace 26 años.

Tras pasar más de 15 años al frente de la Cancillería alemana, la muy elogiada Angela Merkel será sustituida cuando el país decida quién será su reemplazo en las elecciones de septiembre de 2021.

Merkel, de quien siete de cada diez alemanes aprueba su gestión y ha sido reconocida por su labor durante la pandemia, decidió en 2018 no presentarse a un quinto mandato tras varias derrotas electorales de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), partido conservador. Por ahora, la agrupación política de Merkel se encuentra divida entre una corriente de centro y una vertiente que busca un giro hacia la derecha.

REDACCIÓN INTERNACIONAL

* Con información de agencias

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