Una seria escalada de tensión se dio este sábado en la frontera sirio-israelí tras la infiltración del espacio aéreo israelí de un dron enviado y manejado por Irán desde territorio sirio.
El dispositivo no piloteado fue detectado a tiempo por Israel y derribado sobre el valle del Jordán por un helicóptero de combate Apache, y sus restos están en manos del ejército israelí. Poco después, cuatro aviones F-16 de la Fuerza Aérea israelí destruyeron la estructura desde la cual expertos iraníes habían maniobrado el dron, a pesar de que se encontraba sobre un vehículo en marcha, tierra adentro en Siria, cerca de Palmira.
Los cazas israelíes se toparon con fuego antiaéreo disparado por Siria y uno de sus misiles, al parecer, fue el que derribó a uno de los F-16 que cayó junto a la localidad israelí Mitzpé Adí, en el norte del país. La última vez que Siria derribó un avión israelí fue en 1981.
Los dos pilotos lograron abandonar el avión a tiempo, aunque heridos, uno de ellos de gravedad.
Por su parte, la milicia pro-iraní Hizbala festejó la caída del avión israelí, proclamando que “ha comenzado una nueva etapa” a la par que residentes de algunas aldeas fronterizas fueron vistos repartiendo caramelos en señal de celebración ante lo que tomaron como un gran logro “contra el enemigo”.
Israel viene advirtiendo desde hace mucho tiempo de la instalación de tropas y bases iraníes en Siria y ha aclarado que no permitirá que la República islámica amenace su seguridad desde el territorio vecino. Israel no se limitó a la destrucción puntual del sistema que manejaba el dron sino que atacó también doce blancos sirios e iraníes en territorio sirio, neutralizando así más de la mitad de las posiciones de fuego antiaéreo de Siria.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró anoche: “Nuestra política es absolutamente clara: Israel se defenderá de cualquier ataque e intento de violar nuestra soberanía”. Agregó, además: “Queremos la paz pero continuaremos defendiéndonos y no permitiremos la instalación de Irán en territorio sirio”.
Paralelamente a la fuerte respuesta militar, Israel dejó en claro que no tiene interés en una guerra, exhortando a Rusia a intervenir para impedir un deterioro de la situación. Rusia respondió con un comunicado de la Cancillería de Moscú, en el que exhortó a “todas las partes” a “respetar la soberanía de Siria”. Ello puede interpretarse como un posicionamiento junto al régimen sirio o también como una aclaración de que no solamente Israel debe hacerlo, sino también Irán.
Mientras tanto, Irán aseguró que “Israel miente” y que “no hubo aquí ningún dron iraní”, pero Israel confirmó oficialmente que tiene los restos en su poder. Un alto oficial de la Fuerza Aérea recalcó: “Seguimos todo el curso del vuelo del dron y lo derribamos minuto y medio después de su entrada a nuestro espacio aéreo, en un punto donde no ponía en peligro a ningún ciudadano israelí”.
JANA BERIS
Corresponsal de EL TIEMPO
Jerusalén