SEÑOR DIRECTOR:
El año pasado, en el país murieron más de cien personas alcanzadas por balas perdidas. La semana pasada le tocó el turno al joven cantante Fabio Legarda. Acaban de sepultar al cantor, descanse paz. Los que seguimos vivos debemos preocuparnos con la idea de desenterrar el proyecto de rearmar a los colombianos. Todas las armas de fuego tienen el funesto propósito de herir o matar, pues para eso fueron creadas. La ecuación es elemental: más armas, más balas, más muertos. Por ello resulta odiosa la evasiva: “Estaba en el lugar equivocado”. No, una muerte no es culpa del azar cuando se puede evitar. Es mejor invertir la ecuación: menos armas, menos balas, menos muertos. Las balas perdidas disparadas por buenas personas pueden matar a malas personas, pero también a buenas personas, y matan con salvoconducto o sin él. La bala perdida que impactó al cantante salió de un arma con licencia. Una bala perdida y un gladiolo para quien la encuentre parecería ser la irónica moraleja de esta historia.
Marco Antonio Muñoz Rodríguez
SEÑOR DIRECTOR:
No sabe uno si reír o llorar con la declaración de una mujer miembro de la dictadura de Maduro de que la ayuda estaba envenenada. Todo por esa mezquindad y odio, por esa ambición de poder que está por encima de la humanidad y el sentido social. ¿Cómo son tan indolentes, por Dios, al dejar a su propio pueblo sin una ayuda en medicinas y alimentos, por ejemplo, por los que claman las gentes? Ese es un crimen de lesa humanidad. Las muertes por falta de medicamentos deben caer sobre los hombros de los que sostienen el régimen. Y todo lo demás, la diáspora, la disolución familiar, que es un daño grande. ¿Y los militares? ¿No lo van a entender? La solidaridad los hace cómplices. Todos deben ser solidarios, y el mundo, no dejar un solo día de condenar estos atropellos.
Carmen Rosa Novoa
SEÑOR DIRECTOR:
No entiendo cómo unos personajes permiten la actitud tan baja del señor Maduro contra el pueblo venezolano, que tanto dice que cuida y protege. ¿Será que están de acuerdo con que se produzcan más miseria y muerte en Venezuela? Las personas se están muriendo literalmente de hambre o no tienen las medicinas adecuadas y necesarias para sus enfermedades, y ese gobierno no permite la ayuda que el mundo les está ofreciendo. Dios proteja a Venezuela e ilumine al régimen para aceptar las ayudas y así aliviar la mala situación por la que están pasando.
Alberto Bernal
Bogotá
SEÑOR DIRECTOR:
¿Hasta dónde puede pensarse que el alcalde ha engañado a los ciudadanos y al Concejo distrital al plantear nuevos diseños a obras e impuestos que fueron aprobados con fines específicos? Ni más ni menos, es proponer un nuevo proyecto en la avenida Caracas diferente al que presentó en el Concejo para conseguir los recursos para el metro. Ya es hora de que el Concejo se desmarque un poco de nuestro faraónico alcalde.
Eduardo Ortiz V.