Señor Director:
Sobre su destacado editorial ‘Mocoa avanza’ (2-4-2017), un año después de la tragedia del desbordamiento de los ríos Mulato, Sangoyaco y Mocoa en la capital de Putumayo, aunque el plan es prometedor, la ejecución del mismo parecería estar aún en análisis, más que en ejecución. El desastre en 2017 dejó 335 vidas perdidas, desaparecidas 53, muchos afectados -más de 22.000– y, a pesar de que falten casas por adjudicar para hacer formal y legal la entrega de 1.100 viviendas, se evidencia que, ante futuros desastres naturales, hay prevención, sin depender de cambios de gobierno. Urge tener paciencia, pues obras como el acueducto, la subestación eléctrica nueva y la plaza de mercado para estrenar no permiten improvisar.
Es oportuno indicar avances temporales de la reconstrucción de un territorio vulnerable que jamás puede ser olvidado como parte esencial de nuestro desarrollo.
Diego Casabianca Escallón
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Señor Director:
Mocoa se recupera lentamente. Ojalá los trabajos se aceleren en construcción de vivienda y, en general, de servicios básicos. Pero se trata solo de lo material. Es vital la recuperación social en la medida que se pueda. Se requieren trabajos psicológicos, ayuda económica, empleo y educación. Luego de estas tragedias hay desorientación e incertidumbre y, por eso, se necesita ayuda humana y profesional. En todo caso, que la solidaridad con la gente de Mocoa sea sostenida, que el país siga mirando hacia esta capital donde viven muchos desplazados por la violencia y están en espera de reparación.
Luis Alberto Velandia
Señor Director:
Acertada la columna ‘Mala educación y exceso de tareas’, de Juan Lozano (2-4-2018).
El Gobierno y las directivas de los colegios y universidades deberían prestarle mucha atención al absurdo modelo de educación adoptado por muchos profesores, algunos bien capacitados pero mal enfocados, en el que en vez de estimular el gusto y el agrado de los alumnos por su materia hacen lo contrario al asfixiarlos con excesivas y agobiantes tareas, trabajos y actividades, en muchos casos caprichosamente inútiles. Eso se convierte en tortura para los estudiantes y también para sus padres.
Luis Iván Perdomo Cerquera
Bogotá
Señor Director:
Más que encuestas, lo que más le interesa al ciudadano del común son las soluciones de los problemas sociales y económicos, que son el pan de cada día en los hogares y en la existencia de los 50 millones de habitantes, ya que ahora habrá que incluir en el censo poblacional al millón de venezolanos que están en nuestro territorio. Por ello, que los candidatos se ocupen especial y claramente de dar a conocer sus propuestas en materia social y económica; iniciativas que coadyuven a sacar a Colombia como el país de las marcas de la corrupción, con los mayores índices de desigualdades económicas y sociales y con un alto impuesto al valor agregado (IVA) que afecta los ingresos de todos. En fin, planes para solucionar la grave desigualdad económica y social.
Jorge Giraldo Acevedo