Operaciones militares

El nuevo comisionado de Paz, Otty Patiño, ratificó en EL TIEMPO lo manifestado por mi general Giraldo en el sentido de que “el esfuerzo por la paz no excluye el uso de la fuerza legítima del Estado”. Las operaciones militares se mantienen y es conveniente resaltar los resultados de nuestras FF. MM. y de Policía expresados por mi general Helder Giraldo Bonilla en este prestigioso diario (14/11/2023) y que la gran mayoría de ciudadanos de a pie no conocíamos:

“1.369 capturas de integrantes de los diferentes grupos ilegales, 1.059 depósitos ilegales destruidos, 986 artefactos explosivos neutralizados, 2.258 laboratorios de drogas destruidos, 24.981 kilos de base de coca incautados, 400 toneladas de cocaína incautadas, así como la incautación de insumos líquidos y sólidos”. Además, como igualmente lo manifiesta el alto oficial, tiene en su haber luchas contra el narcotráfico, extracción ilícita de minerales, el secuestro, la extorsión, reclutamiento de menores, contrabando, porte ilegal de armas, etc.

Hace falta considerar en las noticias acerca de los conciertos del parque Simón Bolívar que no ocurren solamente sobre el césped del parque, sino también -por efecto del ruido- en una extensa zona residencial de Bogotá. Los niveles de ruido superan los topes máximos establecidos en la ciudad y atormentan a los habitantes de los barrios Pablo VI, El Quirinal, La Esmeralda... desde los días anteriores, por efecto de los incesantes ensayos de las bandas y los sistemas de amplificación que llegan a extenderse hasta las madrugadas. Y, por supuesto, durante la presentación final, que resulta francamente explosiva en las horas de la tarde y la noche.

La istración del parque, al ser un espacio público dependiente del Distrito, debería dar ejemplo haciendo cumplir las normas de ruido, pero no lo hace. Los medios podrían colaborarle a la ciudadanía concientizando sobre la contaminación sonora, como lo hace con otras, si en el balance que suelen hacer de dichos eventos incluyeran indicadores acerca del respeto que cada concierto tuvo con la gente que vive en Bogotá.

Las noticias positivas de este país, y del mundo, son más bien pocas. Guerras, muerte, hambre, violencia, corrupción, etc. En nuestro país, infortunadamente, hay otras como el secuestro y la extorsión –que parece crecer cada vez más–, además de las masacres. ¿Cuántos secuestrados hay en Colombia? Es una pregunta incierta. Pero se habla de más de 230. Es un drama tremendo. El reciente del padre del futbolista Luis Díaz recibió despliegue, pero los demás no pueden quedarse en el olvido. Se necesita que sepamos quiénes son, y que los reclamemos todos los días sin pausa.

¿Y qué es ese panorama tenebroso de las masacres? Este año van 80, y 270 personas asesinadas. Todo esto quiere decir que no hay paz, que hay luto y dolor, que en el campo no se puede trabajar tranquilo, que el sector rural será muy difícil que se reactive, que muchos preferirán irse con sus capitales. ¿Quién nos defiende?