SEÑOR DIRECTOR:
'Shakiramanía', tituló EL TIEMPO una foto de primera plana con el estadio El Campín preparado para el concierto de la cantante barranquillera Shakira. Pues sí la hay en estos días, y desde hace tiempo, ya que ella está de gira y de moda. Y es un orgullo para los colombianos, pero también un ejemplo de perseverancia y coraje.
Ella ha alcanzado fama mundial y es siempre una representación positiva de Colombia, en medio de la fama que no nos favorece. Pero además, es ejemplo de filantropía. Es decir, de humanidad. Su Fundación Pies Descalzos es un aporte invaluable para los niños menos favorecidos.
Ojalá muchos más que tocan la gloria sigan sus pasos.
Lucila González de M.
SEÑOR DIRECTOR:
La lealtad hacia un gobierno no puede llegar al extremo de intentar matizar el desastre en materia de seguridad que nos deja el saliente ministro de Defensa, al justificar su pobre gestión diciendo que la violencia en nuestro país está sobredimensionada por la sociedad y los medios de comunicación. ¿En qué país viven estos funcionarios? Mientras que en gran parte del país sus habitantes se despiertan para recoger muertos, heridos y escombros, el hoy exministro habla como si acabara de regresar de un viaje por Escandinavia.
Wadid Arana D.
SEÑOR DIRECTOR:
En algunas fechas y con la ‘indiosincrasia’ que caracteriza a los políticos colombianos, se exige la hoja de vida como un requisito del aspirante o los candidatos a ocupar distintos cargos, sean políticos, empresariales o privados. Hoja de vida que debe ser presentada y publicada.
Reflexionando, me pregunté qué requisitos debe contener esta. Sí, estudios, maestrías, especializaciones, el recorrido profesional, aptitudes y aspiraciones. Pero ¿también figuran el estado mental?, ¿testimonios de que no es consumidor de sustancias tóxicas?, ¿relaciones humanas, familiares, sociales y profesionales? ¿Pero sobre todo la ética?, ¿cómo se desempeña a nivel familiar, social, profesional? ¿Este dato sí se requiere como un indispensable o sencillamente, si no pasa la prueba, se descarta y no pasa nada porque “pertenece a la vida privada de cada quien”? Pareciera, por lo que vemos, que es así. ¿Interesante, no?
Ilse Bartels L.
SEÑOR DIRECTOR:
Es de esperar que el nuevo gabinete ministerial entienda a la perfección que todos los seres humanos debemos cultivar diariamente la diplomacia y, en general, las buenas maneras al dirigirnos al contertulio, cualquiera que fuere. Tampoco deben olvidar que el civismo, en el fondo de la cuestión, implica: que todo el talento humano de cualquier organización lo debe practicar para que el clima de la amistad y la cordialidad en las diferencias predomine siempre. Que sea rutina. Renegar de la diplomacia o no cumplirla, así como de las normas de urbanidad, es adentrarnos en climas tóxicos, que le hacen mucho daño a la paz entre los hombres. Cultivar las buenas maneras no puede pasar de moda.
Rogelio Vallejo Obando