El año 2025 se abre en materia económica con una compleja mezcla de oportunidades, desafíos e incertidumbres. En materia de oportunidades, la más importante es, sin duda, la reactivación de la economía. El crecimiento fue cercano al 2 % en 2024 y alcanzará en torno al 3 % durante el presente año. Será necesario consolidar los avances, especialmente en inversión privada, exportaciones no tradicionales, producción agropecuaria y turismo, pero también lograr la reactivación de la industria manufacturera y la construcción de vivienda. Para ello se requiere un plan de reactivación, que ha estado ausente de la agenda del Gobierno, y dar claras señales de confianza en la inversión privada.
Los efectos sobre el empleo pueden también consolidarse. Las últimas tasas de desempleo muestran resultados positivos, pero la creación de empleo ha sido mínima: apenas un 0,3 % en relación con la de julio del 2023, el pico anterior en este campo. La informalidad laboral sigue siendo alta, y existen muchos riesgos de que se incremente tanto por el fuerte aumento del salario mínimo como por algunos elementos de la reforma laboral en debate en el Congreso.
Sería deseable también que se siga reduciendo la inflación, siguiendo la tendencia positiva del 2024. En este campo, sin embargo, las incertidumbres han crecido, tanto por el aumento del salario mínimo como por los ajustes de precios que están atados a ese indicador o a la inflación del año pasado. Casi seguramente, esas incertidumbres implican que la junta directiva del Banco de la República interrumpirá en los próximos meses la rebaja de las tasas de interés.
Será necesario consolidar los avances en inversión privada, exportaciones no tradicionales, producción agropecuaria y turismo, pero también lograr la reactivación de la industria manufacturera y la construcción de vivienda
El mayor desafío es, sin duda, el manejo del déficit fiscal. En este frente, la noticia positiva es el compromiso del nuevo ministro de Hacienda con la estabilidad fiscal. A ello se debe agregar el renovado dinamismo de los recaudos tributarios desde octubre. Los esfuerzos que se deben hacer son inmensos, para cubrir grandes desajustes acumulados y evitar el incumplimiento de los compromisos en materia de deuda pública y de pago de vigencias futuras. Se deben hacer esfuerzos significativos adicionales, incluyendo reducciones de gastos de funcionamiento y un control más riguroso de la evasión y elusión tributarias.
Un desafío específico es el déficit del sistema de salud, agudizado por el bajo incremento reciente de la UPC, pero también con problemas acumulados, con intervenciones erróneas del Gobierno en diversos campos, incluyendo en la Nueva EPS, y acusaciones sin respaldo firme a otras EPS. En este campo es esencial un diálogo franco y abierto con todos los sectores relacionados con el sistema, superando la falta de concertación que ha caracterizado el trámite de la reforma, la cual debe ser objeto de renegociación o la decisión de archivarla.
A todos estos temas se agregan las incertidumbres internacionales. En este campo, las más notables serán las acciones que emprenda la nueva istración Trump. Dos temas son importantes para Colombia: las acciones que adopte para controlar la migración irregular y las propuestas en materia arancelaria. Habrá que ver en uno y otro caso qué implican para nuestro país. A ello se agregan los efectos de la crisis venezolana, que bajo el mandato ilegítimo de su presidente amenaza con una nueva ola de migración hacia nuestro país.
Más allá del tema económico, pero con efectos sin duda en este campo, un problema complejo es el deterioro de la seguridad. Más allá de la reducción de algunos indicadores de delitos, el tema más complejo es el dramático aumento del número de desplazados internos, entre otras razones por el fracaso de la política de ‘paz total’: 176.500 entre enero y noviembre, más del doble que en el mismo período de 2023 y casi el triple de los niveles de 2022, según un informe reciente de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU. Este es, de lejos, el principal problema de seguridad que enfrenta el país.
JOSÉ ANTONIO OCAMPO