Lo sucedido en el Atanasio Girardot en el partido Nacional-Junior es inaceptable, pero no se puede convertir en que los equipos jueguen en estadios vacíos ni nada parecido porque eso sería acabar con el fútbol en Colombia. La pregunta aquí es cómo entraron al estadio tantos cuchillos y hasta un machete. Podría ser negligencia de la policía que tuvo a cargo la seguridad del partido, pero habría que investigar para ser justos.
Hay una solución que he mencionado en una columna anterior y que estuvo en la mira de la Dimayor. Se trata del uso de cámaras inteligentes en las entradas a los estadios.
El proyecto es que se usen cámaras inteligentes que toman la foto del que quiere entrar, accedan a la base de datos de las personas que han sido detectadas como hinchas violentos o delincuentes o a la de la Policía y, si la cara está en una de esas bases, se le niegue la entrada. Obviamente, la negación puede establecerse por semanas, meses o años, según la acción violenta que haya cometido, pero sería muy importante que se estableciera un sistema con esta funcionalidad en las entradas de todos los estadios.
Que costaría mucho dinero podría ser un argumento para que las alcaldías nieguen un proyecto como este, pero la seguridad de los asistentes a fútbol, conciertos y otros que se lleven a cabo en los estadios tiene mucho más valor que el dinero que haya que invertir para darle una solución tecnológica a este problema.
La seguridad de los asistentes a fútbol, conciertos y otros que se lleven a cabo en los estadios tiene mucho más valor que el dinero que haya que invertir
Señor alcalde Galán, usted que es joven, que entiende los beneficios de la tecnología, debería estudiar una solución como la propuesta en esta columna para evitar que se sigan presentando acciones violentas como la que sucedió en Medellín y dejó heridos con cuchilladas a varios asistentes. Este proyecto sería una solución definitiva; obviamente, siendo necesario que se actualice la base de datos cada vez que ocurra un desmán que lo amerite. No es necesario que todos los que vayamos nos fotografiemos. Hay que empezar con la base de datos vacía para irla llenando con las caras de las personas que cometan o hayan cometido actos ilegales.
Hay que diseñar el proceso de implementación de este proyecto, el cual ya existe en otros países, establecer los requerimientos, trazar los pasos por realizar para implementarlos y luego hacer una prueba para demostrar que todo quedó bien. Que no se pierda más tiempo.
GUILLERMO SANTOS CALDERÓN