Mucho de lo que hacemos diariamente lo hacemos ahora virtualmente: el trabajo, la educación, las compras, el entretenimiento y otras actividades. Y es importante entender que esto no solo se le debe a la tecnología, sino que también nosotros formamos parte de esta ecuación.
Para ejemplo, si en el comercio electrónico las respuestas a preguntas de los clientes, como devoluciones o cambios en los precios, se demoran, pues no va a tener mucho éxito, ya que estos sitios se basan fundamentalmente en generar confianza a sus clientes. Ya hay muchos que le dan trazabilidad a lo que se compra para que el cliente sepa si ya lo recogieron, por dónde va y cuánto se demora. Esto es importante, pero si esos datos son errados, pues van a fracasar ante otros que sí dan la información correcta.
El trabajo virtual también requiere cambios muy claves, ya que no es lo mismo hacer reuniones virtuales que tenerlos a todos encerrados en una sala. La persona que cita y dirige la reunión debe saberla llevar a cabo para sacarle el máximo provecho, como interactuar con los que estén en sitios remotos, hacerle seguimiento a lo que se determine en la reunión y otras cosas. Ya muchas empresas han aprendido esto y aprecian cómo sus trabajadores virtuales lo hacen muy bien desde sus casas, generándole mayores beneficios a la compañía. Si no se sabe manejar este ambiente diferente, van a presentarse problemas y los empleados se pueden desestimular.
La educación virtual, que en algunas entidades se alterna con la presencial, requiere unos cambios muy importantes. Se debe escoger la mejor aplicación para poder interactuar con sus estudiantes, compartir las presentaciones y los comentarios de profesor y alumnos, y se debe saber manejar muy bien. Los profesores tienen que entender que no es lo mismo estar frente a los alumnos escribiendo en un tablero que tenerlos al frente de una pantalla, ante lo cual es fundamental enseñar de forma que no se pierda la atención, pues si la clase es aburrida, seguramente se la van a pasar en el celular o haciendo otra cosa en lugar de ponerle atención.
El mundo ha cambiado tecnológicamente, y como vivimos, también. Por esto es preciso que nosotros cambiemos para aprovechar y utilizar mucho mejor estos cambios. La transformación digital no es solo de aparatos y tecnología, sino que incluye a seres humanos, procesos y más.
GUILLERMO SANTOS CALDERÓN
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