Maternidad después de los 35: ¿Se habla de Bruno?

Siempre creí que había tiempo de sobra. Tiempo para encontrar la pareja ideal, consolidar mi vida y empezar una familia. Sin embargo, la realidad de la fertilidad no siempre se alinea con nuestros planes. Las preguntas bienintencionadas pero inoportunas de amigos y familiares sobre, ¿tan pila y soltera? Y después de tener pareja llegan otras como ¿cuándo llegarán los hijos? Todo esto solo añade presión. 

Mientras celebramos a las madres este mes, es crucial recordar a aquellas que luchan en la sombra de la infertilidad o las pérdidas involuntarias. Muchas enfrentamos estos retos en silencio, escondemos nuestro dolor detrás de una sonrisa forzada, mientras la sociedad insiste con preguntas insensibles sobre cuándo seremos madres. Es tiempo de cambiar la conversación y ofrecer comprensión en lugar de curiosidad. 

El tema de la maternidad tardía se esconde detrás de un velo de tabúes y prejuicios. Aunque la ciencia ofrece alternativas como la congelación de óvulos, la FIV y la adopción, estas no sólo son costosas y difíciles, sino que también llevan consigo un gran peso emocional. Hablar abiertamente sobre estos desafíos es esencial para desmitificarlos y para ofrecer apoyo.

En Colombia, la tasa de natalidad ha disminuido por séptimo año consecutivo, afectando la economía y el mercado de la vivienda, lo que refleja un cambio en las prioridades y estilos de vida. Este declive resalta la importancia de políticas que apoyen todas las formas de maternidad.

Me siento agradecida por vivir en una era en la que cada vez más empresas reconocen y apoyan diversas formas de maternidad. Compañías líderes están implementando políticas que facilitan el a tratamientos de fertilidad y adopción, lo que refleja un cambio progresista que celebra todas las formas de ser familia.

Al abrir este diálogo, busco una aceptación más profunda de que cada mujer tiene su propio tiempo y trayectoria. La maternidad, sea a los 20, 30, 40 o más allá, es una parte de la vida tan válida como cualquier logro profesional. Espero que, al compartir esta historia, inspiremos a otras a hablar y explorar sus opciones con confianza y apoyo. No se habla de Bruno, pero deberíamos, porque en cada conversación, en cada historia compartida, encontramos la fuerza para abrazar nuestros caminos únicos hacia la maternidad.
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​*Miembro de Women in Connection