El caleidoscopio decembrino de estrenos independientes e internacionales trae la biografía de Pepe Cáceres, o de cómo el novillero Joselito Eslava de Honda (Tolima) se transforma en un ídolo del toreo representado por su hijo Sebastián Eslava, el viaje a través del siglo XX de la activista social y superviviente del exterminio nazi Simone Veil, el romance terrorífico y de canibalismo en carreteras estadounidenses del director siciliano Luca Guadagnino y la degustación gastronómica en una isla privada que termina siendo un puzle criminal al estilo Agatha Christie.
Pepe Cáceres (Sebastián Eslava y Camilo Molano, Colombia 2022). Protagonizada y codirigida por uno de los hijos menores del célebre torero tolimense, nacido en Honda y trágicamente fallecido en Sogamoso a los cincuenta y dos años horas después de haber sido corneado. Cuando Sebastián tenía apenas dos años murió su padre, quiso entonces rendirle un homenaje a quien no conoció y volverse figura de la tauromaquia desde Sevilla (España); aunque fracasó en su intento, durante un decenio investigó sobre aspectos recónditos de una vida marcada por el abandono de sus padres, amores devastadores y emprendimientos ganaderos.
Al respetar la figura valerosa y las conexiones profundas con los toros de casta, consciente de sus debilidades, Pepe afirmó: “por eso es cruel pagarles con la muerte… sobre todo yo, que fallo tanto al momento del estoque”. El método cinematográfico utilizado recoge fotografías y bastante material de archivo, remontándose a sus difíciles años de infancia y las experiencias acumuladas como novillero de plaza en plaza. Igualmente, recalca el apoyo de su abuela Clementina, la explotación comercial del apoderado Melanio, su alternativa apadrinada por Antonio Bienvenida y el romance sostenido con Luz Marina Zuluaga —Miss Universo —.
Simone (‘La mujer del siglo’, Olivier Dahan, Francia 2022). Homenaje iconográfico y retrato integral de una defensora aguerrida de la Unión Europea y la despenalización del aborto. Simone Veil (1927-2017), judía nacida Jacob, en Niza: abogada, magistrada, escritora y política, superviviente de Auschwitz y de un campo alemán de concentración, miembro de la Academia sa, ministra de Salud Pública en el gobierno de Giscard d’Estaing y primera mujer presidente del Parlamento Europeo —entre 1979 y 1982 —. La contundente y madura personificación por Elsa Zylberstein corresponde al modelo original.
Su fuerte carácter, espíritu democrático y perseverancia liberal dieron lugar a los magníficos primeros diez minutos recreados bajo la batuta del director Olivier Dahan —el de La vida en rosa—. En tono beligerante y combativo, su oratoria clama por la defensa de los derechos humanos, la opción femenina para tomar decisiones sobre su propio cuerpo, el uso adecuado de los anticonceptivos, luz verde al matrimonio homosexual y muerte digna o asistida (eutanasia). Film ‘biópico’, es decir biográfico, cuya narración cubre aleatoriamente varias fechas del siglo XX con sucesos que trascienden por encima de su férrea voluntad: resistencia contra el fascismo, independencia argelina, mayo del 68, guerra de los Balcanes, etcétera.
Hasta los huesos (Bones and All, Luca Guadagnino, Estados Unidos-Italia, 2022). El director siciliano-argelino, autor de la decadente Io sono l’amore y del enamoramiento diverso en Llámame por tu nombre debuta en inglés dentro de la categoría realmente pavorosa que parte de una muchachita morena, quien sufre matoneo en la escuela y en una primera invitación le arranca literalmente a su compañerita anfitriona un dedo con todo y anillo. En su itinerario narrativo se entrecruzan varios episodios espeluznantes que pueden resumirse como el ansia de tragar carne humana y despedazar cuerpos que servirán como sustento a la pareja de víctimas afectadas por un síndrome vampírico.
Diario de bitácora y film de aventuras o requerimientos asquerosos, con episodios o trayectos de amantes hambrientos predispuestos al amor infernal. Si bien esta inclasificable producción recorre un millar de kilómetros, fastidian aquellos actos grotescos colindantes con el ‘grand guignol’ y la categoría macabra denominada ‘gore’. Del romántico e insatisfecho regista preocupa saber cómo ha perdido su perversa y sutil cordura; del León de Plata, en Venecia 2022, no queda más que abstenerse de comer carne o… esperar lo peor. El promisorio joven Timothée Chalamet, esta vez no me convence.
El menú (Mark Mylod, Estados Unidos 2022). Se desarrolla en torno del malévolo ‘master chef’ que agasaja en su isla privada a un pequeño pero selecto grupo de críticos temidos, comensales pedantes, millonarios estrafalarios y degustadores a la carta; también, una chica curiosa que funge como acompañante sin estar invitada. Al reservarse el ‘derecho de isión’, Ralph Fiennes, o más bien el prepotente chef Slowik, se las ingenia para montar una coreografía musical del macabro ritual culinario perpetrado por cocineros esclavizados.
En capítulos marcados por platillos exóticos y poco apetecibles, las especies de animales salvajes y variopintos frutos del mar advierten que la naturaleza corre peligro de extinción en manos del ser humano depredador. Es, entonces, la novela misteriosa alrededor de varios platillos sospechosos de envenenamiento que siguen la estructura de ‘diez indiecitos’ a lo Agatha Christie. Además del británico Fiennes, cabe destacar dos excelentes intérpretes: la bella Anna Taylor-Joy (de Miami) y el joven galán Michael Hoult (de Berkshire).
MAURICIO LAURENS
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