Mientras en Colombia estamos dedicados a mirar cómo mantener en pie la casa y a empañetar las grietas de la edificación, a nivel global se está barajando un nuevo orden internacional. Al final de la Guerra Fría, algunos inocentes creyeron que, con la disolución de la Unión Soviética y la caída del comunismo, en el mundo habían terminado las guerras ideológicas. Hasta Fukuyama habló del “fin de la historia”, anunciando el triunfo global del liberalismo, del capitalismo y la democracia.
Al final del siglo pasado se creía que el mundo era unipolar. Estados Unidos se dedicó a contribuir al desarrollo mundial por conducto de los organismos financieros internacionales, principalmente, y dio espacio para que su política se concentrara en sus propios asuntos y en la gestación de un nacionalismo que llevó a Trump a la presidencia. Cuando ‘volvió’ al escenario internacional, de la mano de Biden, su liderazgo había sido desafiado: China había despertado, Rusia ya había reiniciado su proceso de expansión territorial, a partir de la anexión de Crimea, y hasta Corea del Norte había mostrado sus dientes nucleares.
China, Rusia y Corea del Norte, entre otros países, hoy forman un nuevo eje de articulación mundial que se propone la revisión del orden internacional alcanzado, a partir de formas de gobierno que distan de ser democráticas, de modelos económicos que desafían el capitalismo y de instituciones políticas en las que las libertades son escasas. Estos Estados tienen, en común, que controlan la vida política, económica y social de sus ciudadanos.
En medio de las tensiones que genera su presencia en la geopolítica de hoy, el nuevo bloque se interesa decididamente en América Latina. Pretende nuestra anexión. Desde Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela, el ministro ruso de Exteriores acaba de expresar su decisión de acercarse más a nuestros países, y China prioriza sus relaciones con esta parte del mundo, cuyos jefes de Estado empiezan a viajar de uno en uno a Pekín para formalizar la nueva alianza. Lula da Silva acaba de regresar de allí con la presidencia, debajo del brazo, del banco de desarrollo que competirá con las instituciones financieras de Washington. Consecuentemente, en su visita a España de esta semana, el presidente de Brasil aprovechó para tomar más distancia de Estados Unidos, dando lugar a que John Kirby –vocero del Consejo de Seguridad Nacional gringo– dijera que Lula “repite como un loro la propaganda china y rusa”.
Es importante saber si nuestro país continuará siendo socio global de la Otán y qué tan cerca o lejos quedaremos de nuestro aliado de siempre –EE. UU.– o del bloque liderado por China y Rusia
En este contexto se preparan los viajes de Petro a España y a China. Su visita a Madrid, a partir de la semana que empieza, ha sido organizada con esmero por la coalición de izquierda que gobierna a los españoles. Habrá cena con el rey, reunión con Pedro Sánchez e incluye un encuentro con el Congreso en pleno que será, sin duda, el foro más importante para que Petro haga anuncios, aclare su relación con el régimen de Maduro y las gestiones que lleva a cabo, y reciba el respaldo de Unidas-Podemos para su ‘paz total’, que intentará ser relanzada, con todo y los beneficios judiciales a favor de bandas del narcotráfico, lo que causa escalofrío internacional. Por supuesto, quedará en evidencia que Colombia no condena la invasión rusa a Ucrania y los crímenes de guerra que allí se cometen, no obstante la posición de Occidente.
La capital española es de los afectos de Petro. Allí presentó internacionalmente su candidatura y será desde allí donde formalmente se promulgue el alcance de su política internacional. Lo más importante será conocer si conseguirá que España, como nuevo presidente de la Unión Europea, participará en la cumbre que organiza Colombia para desafiar la política antidrogas estadounidense, el próximo mes de junio; si nuestro país continuará siendo socio global de la Otán y qué tan cerca o lejos quedaremos de nuestro aliado de siempre –Estados Unidos– o del nuevo bloque liderado por China y Rusia.
Taponazo. Se le acabó la luna de miel al Gobierno Nacional... según las encuestas, fracasaron los alternativos de Bogotá, Cali y Medellín... y aun así no aparecen los candidatos a las regionales...
NÉSTOR HUMBERTO MARTÍNEZ NEIRA