Rescate de unas joyas

Permanecieron inéditos por unos sesenta años.

Casi nadie sabía de ellos, aunque desde hace tiempo estaban disponibles en un portal electrónico. Supe de su existencia solo cuando me entregó su listado de obras para el libro de ensayos editado en su honor por la Universidad del Norte en 2022.

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Gracias a los esfuerzos de Rocío Londoño y un grupo de antiguos estudiantes y amigos (Margarita Garrido, Luis Gabriel Galán, Claudia Steiner, Carlos Camacho), contamos ahora con los Informes de Malcolm Deas al Institute of Current World Affairs, 1964-1966, traducidos por Beatriz Castro. Presentado por Rocío Londoño, con el sello editorial del Banco de la República, el libro fue lanzado en días pasados, un homenaje que es también un acontecimiento editorial.

Y lo es por revelarnos los acercamientos tempranos al país de uno de los historiadores más importantes para el entendimiento de nuestra vida republicana: son informes ya aleccionadores sobre aspectos centrales de la historia, la política y la sociedad colombianas. Que reflejan, además, como señala Londoño, “la curiosidad, el humor, la capacidad de observación y la originalidad” de los trabajos de Malcolm.

Son un total de 13 informes, escritos en forma de cartas al director del Institute of Current World Affairs, la única contraprestación por la beca que recibió del ICWA para venir a Colombia.

El primero está firmado en Bogotá, febrero 12 de 1964. Su tema fue Panamá, a donde llegó en barco tras una breve visita a Nueva York, y donde tomó el avión que lo llevó a El Dorado en diciembre de 1963. Se ocupó particularmente de los problemas sobre la soberanía del canal, de la naturaleza colonial de la zona y de los sentimientos patrióticos de los panameños.

Por supuesto que abordó la cuestión de la independencia de Panamá en 1903. Lo hizo en varios párrafos llenos de agudeza analítica e interpretaciones provocadoras. A la famosa frase de Roosevelt “I took Panama”, Malcolm contrapuso una narrativa nacionalista. Históricamente, los lazos del istmo con Colombia habían sido débiles. Durante el siglo XIX, el comportamiento panameño había dado repetidas muestras de separatismo. Lo sucedido en 1903 fue en buen parte, entonces, el resultado de una larga gestación histórica.

Su último informe está firmado en Oxford, 1.º de enero de 1966. Allí se ocupó de María, entonces la “novela más famosa de Colombia”, escrita por Jorge Isaacs en 1867. La novela lo conmovió, como seguía conmoviendo a los colombianos. Parecía cautivado por el “romanticismo” de Isaacs, e intrigado por el sentido alegórico de la novela sobre la nación colombiana. Cuando supo que yo no la había leído, me regaló un ejemplar con la tarea de su lectura.

Entre los informes sobre Panamá y María, Malcolm escribió otra oncena de cartas sobre muy variados temas, muy bien introducidos en la presentación de Rocío Londoño.

Muchos de ellos son sobre la vida política colombiana, pero Londoño también destaca sus consideraciones sobre la reforma agraria, sus finas observaciones en un congreso internacional de sociólogos en Bogotá, además del maravilloso relato de su viaje al Vaupés, en compañía del antropólogo de Cambridge Stephen Hugh-Jones. La presentación de Londoño está enriquecida por los registros de sus conversaciones con Malcolm, los recuerdos inéditos de Hugh-Jones, y unas “notas autobiográficas” que Malcolm le envió en 2014.

“Joya, una verdadera joya” era una expresión favorita de Malcolm cada vez que se tropezaba con una rareza bibliográfica. Estos informes son “verdaderas joyas”, cuyo rescate por Rocío Londoño y sus compañeros de edición le hacen un justo homenaje a su memoria.