En materia política coincide con una compleja situación mundial, caracterizada por el debilitamiento de las Naciones Unidas en materia de paz y seguridad, el resurgimiento de un mundo bipolar, dos importantes guerras y las incertidumbres que enfrenta Taiwán frente a China.
En el terreno económico, recibe la economía que mejor ha manejado la crisis inflacionaria mundial generada por la invasión de Rusia a Ucrania en 2022. Estados Unidos ha sido, además, la economía más dinámica entre los países desarrollados y ha mantenido bajos niveles de desempleo. Es decir, ha tenido un “aterrizaje suave”. A ello se agrega el apoyo que tiene Trump de importantes empresarios que apoyaron su reelección.
Estos elementos positivos se combinan, sin embargo, con tres fuentes de incertidumbres. Las primeras se relacionan con el comercio internacional, si ejecuta su propuesta de un arancel del 10 al 20 % a las importaciones provenientes de todos los países y del 60 % a las de China. Estas acciones acentuarían la fuerte crisis que ya enfrenta el comercio internacional: su fuerte desaceleración desde la crisis financiera internacional de 2007-2008, las múltiples restricciones al comercio de productos tecnológicos y sus insumos, tanto por parte de las potencias occidentales como de China, y la contracción que ha tenido el comercio entre los dos bloques geopolíticos que se han formado desde la invasión a Ucrania. El propio Estados Unidos podría salir perjudicado porque, como retorsión, otros países aumentarían los aranceles a las importaciones provenientes de Estados Unidos. A todo ello se agrega la debilidad de la Organización Mundial del Comercio.
El propio Estados Unidos podría salir perjudicado porque, como retorsión, otros países aumentarían los aranceles a las importaciones provenientes de Estados Unidos
Las segundas fuentes de incertidumbre se relacionan con la lucha contra el cambio climático, que se caracteriza por un calentamiento global que está por superar una de las metas establecidas en el Acuerdo de París de 2015, la de evitar temperaturas mundiales promedio que superen los 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Esto está generando múltiples desastres naturales en el mundo entero. Estas tendencias se profundizarán con las propuestas de Trump de promover de nuevo los combustibles fósiles y eliminar los beneficios que la istración Biden ha otorgado a las energías limpias. No sería extraño que decida retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, como lo hizo durante su primera istración. Como paradoja de la historia, su elección tuvo lugar poco antes de la COP29 sobre cambio climático que está teniendo lugar en Azerbaiyán.
Las terceras fuentes de incertidumbres están asociadas a la alta deuda pública de Estados Unidos, que desde 2020 ha oscilado en torno al 120 % del PIB, un pico histórico similar al que tuvo al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Esto se da con un déficit fiscal que todavía es muy alto (6 % del PIB) y podría aumentar con las reducciones de impuestos que ha prometido Trump. Un aumento adicional de la deuda pública podría generar efectos adversos sobre las tasas de interés de ese país, especialmente las de sus títulos del Tesoro, que son la referencia mundial para los mercados internacional de bonos, y podría incluso generar dudas sobre el dólar como la principal moneda mundial de reserva.
A estas incertidumbres de carácter mundial se agregan para América Latina las asociadas al combate a la migración irregular, que incluyen la amenaza de deportaciones y de no dar ciudadanía a los hijos de migrantes irregulares nacidos en Estados Unidos. Por lo demás, como lo han dicho algunos analistas, estas decisiones podrían afectar sus mercados de trabajo no calificado. Por último, en el caso de Colombia, el aumento de las áreas sembradas con hojas de coca podría convertirse nuevamente en un tema de sanciones específicas para nuestro país.
JOSÉ ANTONIO OCAMPO