En estos tiempos llenos de afanes, en los que la omnipresencia de las redes sociales tiende a privilegiar la reacción sobre la reflexión, la llegada de la Feria Internacional del Libro de Bogotá es una magnífica noticia: la llamada Filbo, un encuentro tradicional, en los pabellones de Corferias y las librerías bogotanas, organizado por la Cámara Colombiana del Libro, no ha dejado de crecer ni de evolucionar en las últimas cuatro décadas. Están allí los escritores, los editores, los libreros, los promotores de lectura, los gestores culturales y los lectores, hombro a hombro, creándonos espacios de encuentro en las páginas, en los pabellones llenos de estanterías y en los escenarios en los que se llevan a cabo tantas conversaciones.
Cuando se habla de la Filbo, cita anual de los bibliófilos del país, pero también refugio de las familias en busca de alguna obra que les sirva de compañía, se está hablando de una suma de enormes pabellones en los que se exhibe el trabajo de la irable industria colombiana del libro, pero también de un festival del pensamiento en el que es posible encontrarse con los autores que han dedicado sus vidas a pensarse dos veces lo que nos está pasando a todos.
La edición de este año, de abrumadora programación, propone a sus invitados una reflexión sobre el cuerpo, y sobre cómo lo retratamos. Pero también una mirada a la lengua española a partir del desembarco de numerosos autores de España, el país invitado de honor.
Resulta fundamental encontrarnos una vez al año cara a cara, alrededor de las ideas y de la invención de la realidad.
Resulta imposible mencionar a tantos escritores del país, de varias generaciones, que se cruzarán por los atestados caminos de Corferias. Baste decir que voces colombianas consagradas como las de Héctor Abad Faciolince, Piedad Bonnett, Luis Fayad, Darío Jaramillo Agudelo, William Ospina, Laura Restrepo, Miguel Torres e Irene Vasco estarán conversando sobre sus obras más recientes y sus textos emblemáticos. Y que talentos españoles como los de Enrique Bunbury, Fernando Aramburu, Javier Cercas, Luis García Montero, Rosa Montero y Jordi Sierra i Fabra, entre tantos otros, no solo presentarán sus trabajos, sino que probarán que también nos representan.
En semejante contexto, lleno de nombres maravillosos, de novedades de todos los géneros que merecen ser hojeadas, de charlas animadas que van a desempolvar el espíritu crítico de todos, esta casa editorial que cree en el poder de las palabras se ha unido a la Filbo con más convicción y agradecimiento que nunca: en el estand 314A del pabellón 6 de Corferias, desde ayer hasta el 11 de mayo, es posible dar con un espacio en el que se llevarán a cabo diálogos con autores maravillosos, pero también sucederán un par de entrevistas estupendas en la franja titulada El Cine & Yo, y un acto simbólico de No Es Hora De Callar, la sección de género de EL TIEMPO, en el que se paralizará la Filbo durante un minuto.
Bienvenidas y bienvenidos a la Feria del Libro de Bogotá de este año: resulta fundamental encontrarnos cara a cara, alrededor de las ideas y de la invención de la realidad, para recordar en tiempos llenos de pugnacidades que siempre nos unirá el anhelo de comprender mejor la vida.