En cuestión de menos de una semana dos crisis bancarias han tenido lugar en Estados Unidos y en Europa. No obstante, los colapsos del Silicon Valley Bank (SVB), de California, y del Credit Suisse, en la ciudad suiza de Zúrich, se desataron por motivos muy diferentes. Con una reputación construida sobre la financiación de emprendimientos tecnológicos, el SVB, como su nombre lo indica, se convirtió en la institución financiera del clúster de innovación más conocido del mundo.
Tras la pandemia, este banco disparó sus depósitos a unos 179.000 millones de dólares a finales del año pasado y llegó al puesto 16 en el sistema bancario estadounidense. Con una exposición muy alta al riesgo de tasa de interés, por haber invertido en bonos del Tesoro de largo plazo y al no estar sujeto a la estricta regulación de bancos más grandes, el valor del portafolio en esos papeles del SVB se desplomó. Sus clientes retiraron masiva y aceleradamente más de 42.000 millones de dólares en días.
Mientras el Silicon Valley se hundió por malos manejos del riesgo de tasa de interés, el Credit Suisse, envuelto en muchos escándalos financieros en años pasados y con cinco trimestres seguidos reportando pérdidas, tambalea, no por sus cuentahabientes, sino por sus accionistas. Así como Washington salió a rescatar la totalidad de los depósitos del SVB, el banco central suizo le hizo un préstamo salvador al Credit Suisse por 54.000 millones de dólares. Ayer las acciones del banco ganaron terreno, pero aún la crisis no está resuelta.
La inevitable turbulencia en la economía global que han generado estas dos caídas bancarias a ambos lados del Atlántico no ha tenido mayor impacto en Colombia. “Aquí no tenemos ningún riesgo financiero”, afirmó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Aún no es claro si la situación llevará a la Reserva Federal de EE. UU. a morigerar su alza de tasas –el Banco Central Europeo las elevó ayer–. Pero no sobra que las autoridades regulatorias continúen monitoreando una tormenta que sigue azotando costas lejanas.
EDITORIAL