A la comandancia de la Policía Metropolitana de Bogotá llega el brigadier general Giovanni Cristancho Zambrano. Un oficial nacido en la capital y con más de 30 años de experiencia, especialmente en operaciones especiales contra organizaciones criminales. Entre ellas, secuestro, extorsión y terrorismo en diversas regiones.
Sobra decir que el general Cristancho reúne el conocimiento necesario para estar al frente de la seguridad de la capital. Y que, dada su lucha contra delitos de alto impacto, llega en un momento clave para garantizar el orden y la tranquilidad de los bogotanos. Que se han visto afectados con el incremento de fenómenos como el homicidio, la extorsión y la violencia intrafamiliar, además del hurto a personas, que sigue siendo el dolor de cabeza de los ciudadanos. Varios retos, pues, tiene por delante el nuevo comandante de la Policía de Bogotá.
Fenómenos delictivos que no son ajenos a otras capitales del país, comoquiera que las estructuras criminales han venido convirtiendo los entornos urbanos en epicentros para su accionar ilegal en áreas como narcotráfico, tráfico de armas y de personas, el asalto a residencias, como el ocurrido el fin de semana pasado, y el lavado de activos, entre otros.
Hay que reconocer que el general Cristancho recibe una ciudad emproblemada en este frente, pero contará con el apoyo de una istración que ha puesto el tema de la seguridad como eje central de las acciones de gobierno. Y en ese sentido, ha destinado los recursos necesarios para desmantelar reconocidas estructuras delincuenciales, como el 'Tren de Aragua'.
El trabajo mancomunado entre Policía y Alcaldía debe seguir fortaleciéndose, porque la gente necesita resultados que le devuelvan la tranquilidad. Y eso incluye la implementación de estrategias que permitan reducir dos de las causas que hoy provocan el mayor número de muertes violentas: la intolerancia y el sicariato producto del ajuste de cuentas entre bandidos.